Por
Carlos Rodríguez
Era
rubio, joven, lucía una barba de varias semanas y un aspecto general
que le daba cierto toque bíblico. Eso le abrió no sólo
las puertas de la parroquia sino también un lugar en la misa concelebrada.
Dijo que se había ordenado sacerdote en Bahía Blanca, demostró
cierto conocimiento de nombres y circunstancias que contribuyeron a solidificar
su aspecto de persona confiable, admitió una fuente
de la parroquia María Auxiliadora de Rawson, Chubut. El caso concreto
es que el desconocido dio un nombre falso que la policía
local igual decidió mantener en reserva no sólo intervino
en la misa, vestido con alba y estola, los atributos básicos para
participar en la ceremonia como sacerdote o como diácono, sino
que después se fue, llevándose el dinero recaudado a lo
largo de una semana de sermones, absoluciones y colectas. El ladrón
desapareció sin dejar huellas, como amparado por un mandato divino.
Todo comenzó el viernes, minutos antes de las 19, cuando en la
parroquia se presentó este joven de 25 o 26 años diciendo
que era cura, confirmó ayer el párroco Adrián
Lucchiari, el anciano titular del templo, con un acento que confirma su
origen italiano. El cura se limitó a corroborar ante un llamado
de este diario la veracidad de lo publicado ayer por el matutino El Chubut.
Sólo habló en forma más extensa durante una charla
al aire con la FM Radiovisión, de Comodoro Rivadavia, porque el
periodista le hizo una trampita, una mentira piadosa, como
se dijo en el programa: a Lucchiari lo engañaron, otra vez, diciéndole
que lo llamaban de parte de monseñor Pedro Ronchino, titular de
la diócesis de Comodoro.
Nos dijo que venía de Bahía Blanca, que lo había
ordenado de cura el arzobispo (Rómulo) García, conocía
al obispo auxiliar (monseñor Néstor Hugo Navarro) y a dos
curitas que estuvieron con nosotros en Rawson, relató Lucchiari
con cierta candidez. Por eso fue que un minuto antes de comenzar
la misa de las 19 decidieron dejarlo concelebrar. El vocero de la parroquia
explicó a Página/12 que fueron engañados en su buena
fe. El dato clave es que conocía los nombres de dos sacerdotes
que estuvieron muchos años en Rawson, explicó el ayudante
del párroco.
El joven, a pesar de su aspecto saludable, estaba algo acalorado
por el largo viaje que presuntamente había hecho desde
Bahía Blanca. Allí cometieron el peor de los errores porque,
para que pudiera higienizarse, le abrieron la puerta de una habitación
en la cual estaba, dentro de un cofre, todo lo recaudado durante una semana.
Estaba el dinero de la limosna, explicó el vocero,
quien eludió precisar las cifras. La comisaría de Rawson,
que tendría que estar investigando el caso, todavía está
esperando que el párroco haga efectiva la denuncia, ya que
estamos actuando de oficio, por lo que salió publicado en los diarios.
Lucchiari no está en condiciones de precisar cuándo fue
cometido el robo. Recordó que para dar la misa junto con él
y con sus ayudantes habituales, los diáconos Mario y Martín,
le prestaron el alba (la larga vestidura blanca que utilizan los
sacerdotes para el oficio religioso) y una estola. En la parroquia
se habían reunido unas cien personas que en ningún
momento se dieron cuenta de ninguna irregularidad, comentaron las
fuentes policiales. El propio Lucchiari dijo que no había
forma de darse cuenta de nada porque el joven no pronunció ningún
sermón sino que se limitó a leer algunos párrafos
de la Biblia que le habían sido señalados previamente por
el sacerdote.
Nunca sospecharon porque otras veces vienen sacerdotes salesianos,
sacerdotes que nosotros conocemos de otros lugares de la provincia y nosotros
los dejamos concelebrar la misa, justificó el párroco.
Era un joven esbelto, rubio, tenía una barba de diez días
o más y nosotros le creímos totalmente porque tenía
conocimiento sobre nosotros, insistió en explicar el sacerdote
engañado. El dinero recaudado desapareció, junto con el
desconocido, que justificó su apuro en irse diciendo que tenía
a su madre enferma en la ciudad de Trelew. Y se fue sin decir
siquiera queDios se los pague, se lamentó el oficial
de turno en la comisaría de Rawson.
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