Por
Owen Gibson *
Desde Londres
Si
es cierto que hay una guerra contra el terrorismo, será la primera
en ser luchada con Internet como una pieza clave de la propaganda. Ya
se ha comprobado su poder para el bien, recaudando millones de dólares
para la Cruz Roja y ayudando a la gente a localizar a potenciales víctimas
de los atentados. Además, la red se convirtió en una alternativa
válida en cuanto al servicio de noticias, exhibiendo una profundidad
y perspectiva que la TV nunca alcanzó. Pero también han
aparecido reportes que indican que los terroristas que causaron los desastres
de Nueva York y Washington se comunicaron entre sí en los newsgroups
de Internet. Y el poder de la red y el email para diseminar información
por todo el mundo en un parpadeo también pueden llevar a la confusión
y la desinformación.
Una rápida mirada al contenido de la bandeja de entrada permite
confirmar que el email no es precisamente la fuente más confiable
de información, con mensajes que hablan de hacerse millonario en
minutos o tener un mejor cuerpo en diez días. Entonces, ¿cómo
un mail que afirmó que CNN usó imágenes de archivo
como material de propaganda (los famosos palestinos que festejaban) pudo
tomarse tan seriamente? La fuente fue Marcio Carvalho, un estudiante brasileño
que puso en mensaje en el grupo de noticias de Independent Media (indymedia.org),
y que creía que un profesor tenía pruebas sobre eso pero
temía decirlo. Rápidamente, el mail circuló y tomó
vida propia. Comenzó a circular una nueva versión atribuida
a Russell Grossman, jefe de comunicaciones internas de la BBC, que inmediatamente
desmintió su participación. Pero eso no hizo más
que disparar nuevas andanadas de llamadas, faxes, mails y discusiones
en salas de chat.
De manera similar, a CNN se le hace difícil desvincularse del rumor.
Un vocero de la cadena afirmó que es ridículo, sin
base alguna, y confirmó que las imágenes de los palestinos
fueron tomadas por un equipo de Reuters el martes 11 de setiembre, en
Jerusalén este. Incluso la universidad estatal de Campinas (Brasil),
donde estudia el ahora infame Carvalho, salió a negar que tengan
ninguna prueba y declaró falso el rumor. Pero una vez que un email
está ahí afuera, es como si se abriera la caja de Pandora.
Y se reproduce a través de gente que usualmente identifica al correo
spam de inmediato y lo tira a la basura.
Quizá la respuesta esté en el hecho en sí. Una vez
que se vio a los aviones secuestrados estrellándose en los símbolos
de poder estadounidenses, uno está listo para creer cualquier cosa.
En estos días, en la web vuelan ejemplos similares, y el medio
de difusión puede ser relativamente nuevo, pero el método
del rumor es el mismo que funciona desde hace décadas y hoy es
más relevante que nunca. Como antes, el consejo sigue siendo efectivo:
no hay que creer todo lo que se lee. Y, aún más importante,
no es necesario reenviar todo lo que se lee.
*
De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
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