El nivel de actividad en el
sector de la construcción perforó en agosto el piso. La
caída de más del 11 por ciento respecto del mismo mes del
año pasado ubicó el índice de actividad en su punto
más bajo desde febrero de 1996, en términos desestacionalizados.
Respecto de los niveles previos al inicio de la recesión, agosto
de 1998, el descenso de actividad llega a un nivel del 33 por ciento.
La ocupación en el sector fue uno de los que soportó en
forma directa las consecuencias, ya que la construcción llegó
a registrar a fines de 1998 casi 265 mil trabajadores formales y hoy ya
descendió por debajo de los 200 mil. Estos datos de la evolución
económica, elaborados por el Indec, se agregan a los conocidos
24 horas antes respecto de las ventas en supermercados y shoppings, y
a los divulgados ayer por la Cámara de la Industria del Petróleo
en cuanto al descenso en las ventas de naftas, gasoil y lubricantes.
El seguimiento que realiza el Indec mes a mes revela que en agosto no
se produjo el esperado repunte estacional en la actividad con respecto
a julio, a la salida de las vacaciones de invierno. El nivel de actividad
o concreción de obras se redujo en un 2,5 por ciento
en términos absolutos en agosto con respecto al mes anterior, pero
en la medición desestacionalizada tomando en cuenta la recuperación
esperada la caída trepa al 13,4 por ciento.
Más allá de las meras consecuencias estadísticas,
lo palpable es que la crisis del sector se transmite con un efecto dominó
hacia otros sectores. La falta de obras también arrastra a la baja
la demanda de los principales insumos. Ello se verifica en las bajas generalizadas
en las ventas acumuladas durante los primeros 8 meses del año en
los principales rubros: pisos y revestimientos cerámicos, hierro
redondo para hormigón, cemento Portland, asfalto, pinturas para
construcción y ladrillos huecos.
Las perspectivas no son menos desfavorables. La superficie a construir
registrada por los permisos de edificación para obras privadas
en municipios del área metropolitana observó, durante el
mes de agosto último, una baja del 29,4 por ciento con respecto
a igual mes del 2000. Comparando las cifras acumuladas durante los primeros
ocho meses de este año con respecto a igual período del
año anterior, se registra una baja del 3 por ciento.
Por otra parte, las respuestas de los empresarios a la encuesta cualitativa
que realiza mensualmente el Indec revela un tipo de comportamiento que
realimenta la crisis. Ello se manifiesta, principalmente, en las empresas
que trabajan principalmente con obras públicas, que son los principales
grupos empresarios del sector y, en algunos casos, los núcleos
más poderosos de la economía argentina. Entre las empresas
que realizan principalmente obras públicas, la encuesta revela
que un 30,4 por ciento estima que la actividad de su empresa disminuirá
en el próximo mes, pero el 40,9 por ciento estima que reducirá
la cantidad de personal ocupado. Es decir, aun entre aquellas empresas
que no esperan una disminución de su actividad, se está
pensando en reducir la cantidad de personal.
Por otra parte, un día después de conocerse las estimaciones
oficiales sobre caída en las ventas en supermercados en agosto
(5 por ciento contra agosto del año pasado), el titular de la cámara
que agrupa a dichos megacomercios, Ovidio Bolo, estimó que este
mes se repetiría la performance, con una baja del 7 por ciento
en las ventas contra septiembre del 2000. El empresario señaló
que los más afectados son los productos no comestibles,
como artículos de tocador e higiene. En tanto, el presidente de
la Cámara de la Industria del Petróleo, Juan José
Aranguren, señaló que las ventas en estaciones de servicio
siguen cayendo, como sucede desde hace tres años. Comparando los
datos de julio de 2001 contra julio del año pasado, estimó
que la baja en el consumo de naftas alcanzó al 5,3 por ciento,
al 6,7 en las de gasoil y a 11 en lubricantes. Aunque sin contar con datos
finales, apuntó que la caída anualizada al mes de agosto
casi duplica a la del mes anterior.
La amenaza de recortes
El secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger
advirtió ayer que en lo que resta del año habrá
que hacer nuevos recortes si la recaudación no
mejora lo suficiente. El funcionario precisó, al respecto,
que en el cuarto trimestre de este año habrá
que mantener la rebaja de 13 por ciento en los salarios, hacer un
recorte adicional del gasto de 900 millones de pesos, y si la recaudación
no mejora lo suficiente, habrá que hacer otros recortes.
En ese sentido, en Economía están evaluando, tal como
anticipó en su momento Página/12, pagar en cuotas
el aguinaldo de diciembre y hasta anularlo para alcanzar el objetivo
de déficit cero. Sturzenegger arriesgó que si
en octubre y noviembre demostramos que fuimos capaces de mantener
la regla del déficit cero sin dudas mejorarán las
expectativas externas para la Argentina, y con ello, también
las posibilidades de reactivación y crecimiento en el 2002.
En tal sentido, sostuvo que la política económica
hoy es el déficit cero, y tras este objetivo está
todo el gobierno nacional, en la convicción de que no hay
alternativas viables.
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DANIEL
MARX SE ENTREVISTO CON JOHN TAYLOR POR EL CANJE DE DEUDA
Un trueque que tendrá varias etapas
Daniel Marx se vuelve con las
manos vacías desde los Estados Unidos, sin poder anunciar los detalles
de la próxima reestructuración de la deuda. Como toda definición,
el gobierno de George W. Bush aseguró que mantendrá en su
agenda el caso argentino, a pesar del giro dramático
en las prioridades de la administración americana después
de los atentados en Nueva York y en el Pentágono. Pero todavía
no se sabe el monto que aportarán Estados Unidos ni los demás
integrantes del Grupo de los Siete. Ayer, el último encuentro de
la gira fue en Washington con John Taylor, subsecretario del Tesoro. Durante
la reunión, Marx planteó distintas opciones para aliviar
el peso de la deuda y sus impactos en la economía argentina. Anoche,
el viceministro tomó el avión de regreso a Buenos Aires.
La operación no tiene fecha, señaló Marx
antes de emprender la vuelta.
El objetivo principal de la gira de Marx, que empezó la semana
pasada en Europa y se extendió a Washington y Nueva York, fue dar
inicio a las conversaciones que desembocarán en el otorgamiento
de fondos adicionales que garanticen nueva emisión de deuda a costos
más bajos. La idea de Domingo Cavallo es conseguir en total 10
mil millones de dólares y utilizarlos para reestructurar la deuda.
Por ahora, Economía tiene seguros únicamente a los 3 mil
millones que enviará el Fondo Monetario.
De todas formas, al menos en este viaje, más que el monto final
de la asistencia lo que se discutió fue sobre los distintos mecanismos
que podrían ponerse en práctica para aliviar la deuda. Por
ahora, lo único seguro es que sin importar cuál sea
la alternativa elegida la reestructuración será voluntaria.
También se sabe que la operación contendrá dos tramos,
uno local y otro internacional. Respecto del primero, Marx aseguró
que no se obligará a las AFJP a comprar los nuevos bonos.
En sus encuentros con la primera plana del Fondo y del Tesoro, el viceministro
planteó distintas alternativas para garantizar los nuevos bonos:
a través de la recaudación de la DGI y de la Aduana para
el tramo local. O directamente con préstamos extraordinarios de
Estados Unidos y de los socios del G-7 para atraer a los inversores internacionales.
A su vez, dejó en claro que las dos primeras opciones requerirán
de la aprobación del Congreso.
Por otra parte, en el Palacio de Hacienda analizan concretar la reestructuración
mediante dos mecanismos: el canje directo de títulos nuevos garantizados
por los que ya están en el mercado y la recompra directa de bonos.
Tal como anticipó Página/12, en este último caso
se intentaría adquirir títulos de corto plazo, como el Bonte
2002, con dinero en efectivo. Esta operación se pondría
en marcha en noviembre como forma de dar una señal fuerte a los
mercados de que la Argentina va camino a solucionar el problema de la
deuda. A diferencia del megacanje, en el Palacio de Hacienda están
pensando en una reestructuración a través de pequeños
tramos sucesivos.
No tocar los depósitos
La Ley de Intangibilidad de los depósitos bancarios rige
a partir de ayer, norma que veda al Estado prorrogar el pago de
los fondos, canjearlos por títulos de la deuda pública,
o alterar en otro orden las pautas establecidas por el banco y su
cliente. Esa ley, de difícil cumplimiento en caso de una
persistente corrida y, por lo tanto, inútil, fue sancionada
el pasado 29 de agosto con el objetivo de tranquilizar a los ahorristas.
Vale recordar que, cuando se impulsó esa iniciativa, apoyada
por Domingo Cavallo y las cámaras que agrupan a los bancos
que operan en la plaza local, la fuga de depósitos se estaba
desarrollando en toda su intensidad.
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