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Hay peligro de guerra química y
bacteriológica, y no es chiste

El subsecretario de Defensa norteamericano, Paul Wolfowitz, advirtió en la reunión plenaria de la OTAN en Bruselas que los Estados que albergan terroristas fabrican armas químicas y biológicas. EE.UU. no formuló ningún pedido de acción militar a sus socios de la Alianza Atlántica.

Paul Wolfowitz, con la mano en la
nariz, en la reunión de ministros de Defensa de la OTAN.

Por Ian Black
Desde Bruselas

La OTAN debe estar alerta al peligro de que terroristas desplieguen armas mortales bacteriológicas o químicas provistas por los Estados “parias” que los apoyan. Esto advirtió ayer Estados Unidos, por intermedio de Paul Wolfowitz, el subsecretario de Defensa, a sus socios de la Alianza Atlántica reunidos ayer en Bruselas.
Paul Wolfowitz, el mayor halcón de la política exterior norteamericana, advirtió a sus colegas de la OTAN sobre las “alarmantes coincidencias entre los Estados que albergan terroristas internacionales y los... Estados que tienen programas activos y en crecimiento de armas de destrucción masiva”. En la reunión de Bruselas de los ministros de la Alianza Atlántica, Wolfowitz procuró alinear a los aliados firmemente detrás de Estados Unidos, mientras su país arma su estrategia para combatir el terrorismo.
Al abrir la reunión, que duró un día, con un minuto de silencio en memoria de las víctimas norteamericanas, Lord Robertson, el secretario general de la OTAN, anunció que otros 18 aliados habían garantizado “una solidaridad sin quiebres” con Estados Unidos. Sin embargo, todavía no hubo ningún pedido formal de Estados Unidos reclamando ninguna acción.
El 12 de setiembre, el día después de los atentados, la OTAN invocó por primera vez en la historia la garantía de la era de la Guerra Fría de que un ataque contra un aliado era un ataque contra todos. Pero después de las conversaciones de ayer empieza a ser cada vez más claro que la Alianza como tal jugará un rol muy pequeño o ninguno, por lo menos en lo que toca a una acción militar convencional.
Subrayando el rol de Gran Bretaña, el jefe del staff de Defensa, el almirante sir Michael Boyce, mantuvo conversaciones con el ministro de Defensa Geoff Hoon y con Wolfowitz, quien también se reunió bilateralmente con sus colegas franceses y turcos. Wolfowitz no proveyó ninguna prueba concluyente de que los ataques contra Nueva York y Washington fueran la obra de la red al-Qaida de Osama bin Laden. Pero insistió en que no tenía dudas sobre la identidad de los culpables. “La esencia de esta organización es esconderse”, dijo. “Vamos a encontrar cada serpiente que podamos entre los pantanos, pero la estrategia es secar el pantano”, aclaró.
Parece claro que poca información se hará pública. Y esto es un problema potencial, especialmente cuando resulta claro que es importante mantener el apoyo de la opinión pública para un esfuerzo sin precedentes. Un esfuerzo que podría implicar, además, limitar las libertades civiles.
“Afganistán es un ejemplo muy útil de lo que tenemos que hacer”, dijo Hoon. “Porque es un país que, por un largo período, albergó terroristas y colaboró dándoles lugares donde esconderse y otras ventajas y ayudas. El mensaje que estamos enviando a Afganistán debería ser escuchado en otros países que albergan terroristas. Se ha señalado que hay algunos lazos entre los países que dan alojamiento a terroristas y a aquellos que permiten el desarrollo de programas de armas de destrucción masiva.” Hoon pidió a todos los aliados que abran sus cielos para Estados Unidos. Los holandeses pidieron que se organice una unidad anti-terrorista en el seno de la OTAN.
En una sesión independiente, los ministros de Defensa de la Alianza se reunieron con el ministro de Defensa ruso, Sergei Ivanov. “No excluyo la posibilidad de acciones conjuntas, como el último medio, el último recurso, que sea usado en la lucha contra este peligro”, dijo Ivanov citado por la agencia Itar-Tass. Rusia, por otra parte, pidió a más de una decena de países que firmen una convención de 1997 contra las armas químicas o enfrenten una condena como “sospechosos que abren el camino al terrorismo”. El cuerpo a cargo de implementar el acuerdo de control dearmas químicas necesitaba poder adoptar una “acción” contra los países que no firmen, según pidió en Holanda un asesor cercano del presidente Putin.

 


 

LAS TROPAS AEROTRANSPORTADAS TOMAN POSICION
El ejército que cayó del cielo

Por Richard Norton-Taylor
Desde Londres

Más de 1000 tropas norteamericanas aerotransportadas habrían tomado posiciones ayer en Uzbekistán y Tajikistán, en preparativos para una operación terrestre contra las bases de Osama bin Laden y las fuerzas talibanas en el vecino Afganistán. Una fuerza de 1500 soldados habría arribado a las dos ex repúblicas soviéticas, y 8000 marines también estarían en proceso de ser emplazados en la región desde bases en el océano Indico y en el Mediterráneo. Los informes, que no han sido confirmados, aparecieron mientras el líder talibán, el mullah Mohammad Omar, ignoraba la evidencia de una concentración militar de fuerzas en marcha y lanzaba una declaración desafiante: “Hay menos posibilidades de un ataque norteamericano –dijo–. Norteamérica no tiene razón, justificación o evidencia... Por lo tanto, los (afganos) que han sido desplazados tienen instrucciones de volver a su lugar original de residencia”.
Ampliamente se asume que tropas aerotransportadas pueden ser lanzadas dentro de Afganistán para capturar y retener bases aéreas clave después de ataques misilísticos. También son blancos las bases que han sido usadas por Bin Laden. Ayer, el alcance de las bases de Bin Laden y de la red de apoyo de Al-Qaida en Afganistán salió a la luz en un cable de Reuters en lo que se dice que es un memorándum ruso enviado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El memo dice que Bin Laden tiene al menos 55 bases en el país y que sus reclutas incluyen árabes, pakistaníes, chechenos y filipinos. Además de sus propios partidarios, unos 3500 fundamentalistas pakistaníes están en el país, así como militares y diplomáticos paquistaníes que trabajan como asesores de los talibanes, según el informe. El memorándum, fechado el 9 de marzo de 2001, dijo que la mayor parte de las facilidades de Bin Laden está en torno de las principales ciudades: la capital Kabul, Kandahar, Jalalabad y Mazar-i-Sherif. La mayor parte de ellas son antiguas bases del ejército afgano, o ex grandes granjas, o se encuentran en cuevas en las montañas. Unos 150 hombres están basados en Bagh-i-Bala, el restaurante en la cúspide de una colina que en una época era el más elegante de Kabul.
Una nota de portada proveniente de la delegación de Moscú a la ONU dijo que el memo había sido la respuesta a un pedido de 1999 por el Consejo de Seguridad solicitando información “sobre bases y campos de entrenamiento de terroristas internacionales en Afganistán” y de asesores extranjeros a los talibanes. Enumeró 31 paquistaníes, de generales a diplomáticos, que afirmó que estaban trabajando como asesores en Afganistán.
El memorándum decía que el foco de las fuerzas de Bin Laden está en los ex cuarteles generales de la séptima división del ejército afgano, en Rishkor, donde 7000 combatientes, incluyendo a 150 árabes y a un regimiento completo del ejército paquistaní, tienen su base. Un campamento cercano tiene instructores de Libia, Túnez y Egipto. Más al sur, en Charasyab, en una ex base de los combatientes afganos contra la ocupación soviética, las tropas incluían a 50 filipinos y a 40 uigures de la región de Sinkiang, en China –una región predominantemente musulmana–. El memorándum informaba que al menos 2560 chechenos estaban sirviendo a la red de Bin Laden, o entrenándose con ella. También se dice que checos y búlgaros integraban una base en la provincia de Logar, al sur de Kabul.
Kandahar, la ciudad del sur que es el centro espiritual de los talibanes, es mencionada seis veces en el informe, pero sin ninguna instalación militar importante. Alrededor de Jalahad, las unidades estaban basadas en dos grandes granjas estatales, construidas por los soviéticos, y en ex puestos del ejército cercanos a la frontera paquistaní. El memo agregaba que seis pakistaníes tenían cargos de alto rango en las milicias talibanas. Decía que un avión paquistaní de reconocimiento Awacs, del tipo originariamente provisto en los 80 por Estados Unidos para monitorear laactividad aérea durante la guerra entre Afganistán y la Unión Soviética, estaba ahora en Mazar-i-Sharif, en el norte, para vigilar Uzbekistán y Turkmenistán.

 


 

COMO OPERAN LAS FUERZAS DELTA
Cuerpo de asesinos de elite

Delta Force es siempre un misterio. Oficialmente, ni siquiera existe. “Son asesinos perfectamente preparados”, según Daniel Goure, ex funcionario del Departamento de Defensa y analista militar. Sólo se sabe que la unidad fue creada en 1977, después de acciones terroristas como la de los Juegos Olímpicos de Munich de 1972; que tiene menos de 2000 miembros, y que realiza parte de sus entrenamientos en la base de Fort Bragg, en Carolina del Norte. La elite de las unidades de elite del ejército estadounidense es ahora un misterio envuelto en un enigma: ¿dónde están los soldados de Delta Force? El secreto es total. La única indicación de que han sido enviados a algún lugar consiste en que han desaparecido bastantes hombres jóvenes en los alrededores de Fort Bragg. Hay que suponer que se encuentran cerca de Afganistán, o quizá ya dentro del país. Los Delta carecen de jerarquía y suelen cumplir sus misiones en solitario o en grupos muy reducidos.

 

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