En la city ya descuentan que
Alan Greenspan volverá a bajar la tasa de interés, el martes
que viene, para tratar de amortiguar la tendencia recesiva en la economía
de Estados Unidos. La mayoría de los brokers llegó a esta
conclusión luego de ver que, en el mercado, la estimación
futura de la tasa cotizaba a la baja. Exactamente en medio punto porcentual.
De ser así, la tasa de corto plazo descendería al 2,50 por
ciento anual, un nivel desconocido para los últimos 39 años.
Sin embargo, algunos expertos, como José Siaba Serrate, apuestan
a que la baja sería de un cuarto de punto. El riesgo de ser
más ofensivo es quedar como Japón, que ya no puede utilizar
la merma de la tasa como herramienta antirrecesiva porque ya la bajaron
todo lo que pudieron y no lograron sacar a la economía del pozo,
explicó el economista a Página/12. El consenso entre los
financistas es que la tasa de corto quedará en el 2 por ciento
hacia fin de año.
Precisamente, el objetivo del Tío Alan al flexibilizar la política
monetaria es evitar que la economía caiga en recesión. Aunque,
a esta altura, lo más probable es que esté buscando que
la contracción sea lo más suave y corta posible. De todos
modos, esta no es la única alternativa que puso en práctica
Greenspan: ya anunció que dotará de toda la liquidez necesaria
a los bancos. Desde la Casa Blanca, George Bush ya prometió contribuir
con 55 mil millones de dólares, de los cuales 15 mil millones irán
como salvataje para el sector aeronáutico comercial.
Por ahora, las políticas activas del dúo Greenspan-Bush
no pudieron evitar una fuerte corrección en Wall Street, que se
cree se seguirá profundizando y salpicará a los mercados
emergentes. La incertidumbre de los inversores es muy grande. Se
desconoce la magnitud de la respuesta armada de los Estados Unidos y hay
mucho miedo a eventuales represalias de los terroristas, describió
a este diario Siaba Serrate.
En tanto, para tranquilidad de Fernando de la Rúa, la Argentina
dejó el centro de la escena financiera internacional. Después
del acuerdo con el FMI y el atentado en Nueva York y en el Pentágono,
la lupa de los financistas está puesta sobre la evolución
de la economía estadounidense tras aquel episodio. Además,
entre los inversores en mercados emergentes la atención se movió
hacia Brasil, que repentinamente pasó de ser la niña mimada
al nuevo Frankenstein de la región. En este marco, ayer las acciones
argentinas lograron esquivar la mala onda internacional: subieron 0,3
por ciento en promedio, contrastando con las caídas en Wall Street,
del 1,1 por ciento en el índice Dow Jones y del 2,5 por ciento
en el Nasdaq. La bolsa de San Pablo perdió el 2,2. No obstante,
el riesgo país escaló 38 puntos, hasta los 1640, por la
importante caída en los bonos.
Pero más allá de lo que suceda en el mercado más
importante del mundo, en la city porteña también siguen
de cerca los acontecimientos en Brasil. Al mediodía, los mercados
brasileños se agitaron cuando John Chambers, el ejecutivo encargado
de las calificaciones soberanas de la calificadora Standard & Poorss,
dejó entrever la posibilidad de una degradación de la nota
de Brasil dada la continua desvalorización del real. El oscuro
panorama se completó no bien el Fondo Monetario informó
que la economía del país vecino crecerá este año
apenas un 2,2 por ciento, menos de la mitad de lo logrado en el 2000.
Frente a este panorama, los principales bancos de inversión estadounidenses,
como Merrill Lynch, recomendaron a sus clientes desprenderse de bonos
brasileños y comprar los mexicanos. A pesar de las malas noticias,
el real cerró en 2,732 unidades por dólar, apenas un centavo
y medio peor que anteayer.
Las turbulencias en Estados Unidos y Brasil provocaron una caída
del 2 por ciento en los principales títulos de deuda argentinos,
como el Brady FRB y el Global 2008. Esta desvalorización provocó
el salto del riesgo país, indicador que no logra descender de la
barrera de los 1600 puntos. Ensombreciendo el horizonte, en Wall Street
y en los bancos del microcentro porteño circuló un rumor
que tensó a los financistas. La versión daba cuenta de que
Domingo Cavallo dejaría su cargo no bien se cuenten los votos del
domingo 14.
El Banco Central sube
encajes
Ante la lenta recomposición de los depósitos, el
Banco Central dispuso elevar, del 15,0 al 18,5 por ciento, el dinero
que los bancos deben inmovilizar por las colocaciones en las cajas
de ahorro y cuentas corrientes. Pero a la vez, suprimió el
castigo a las entidades financieras que otorgaban a sus clientes
una tasa mayor a la de referencia en las colocaciones en cajas de
ahorro. El objetivo de esta última medida es que retornen
al sistema los fondos que están colocados en las cajas de
seguridad. Según calculan en el Central, el resultado entre
ambas medidas será una contracción de liquidez en
el sistema de entre 200 y 300 millones. Por otra parte, el directorio
del BC anunciará hoy una flexibilización de las previsiones
de capital que deben asumir los bancos por sus deudores.
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LA
OPEP POSTERGO SU REUNION POR DIVERGENCIAS
El crudo en un pozo, petroleros bullen
En tanto en los mercados internacionales
continuó la caída en picada del precio del crudo, los 11
miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) decidieron postergar por 24 horas la reunión ordinaria del
consejo de ministros, que tenía previsto reunirse ayer en Viena.
El barril del crudo Brent con entrega a noviembre se desplomó ayer
casi un 7 por ciento y llegó a costar apenas 20,30 dólares,
después de haber alcanzado casi a 31 dólares inmediatamente
después de los atentados del 11 de setiembre. Por su parte, el
precio de la denominada cesta OPEP se ubicó ayer, por primera vez
desde agosto de 1999, por debajo de los 20 dólares.
El valor del petróleo se alejó así de la banda de
fluctuación de entre 22 y 28 dólares establecida por la
organización como límite para intervenir en los mercados.
El mecanismo interno de precios de la OPEP estipula que si el precio se
encuentra durante 10 días consecutivos por debajo de los 22 dólares,
el cartel cortará automáticamente la producción en
500.000 barriles diarios.
Aunque inmediatamente después de los atentados del 1º de setiembre
el producto aumentó por temor a problemas de abastecimiento a una
guerra en el Cercano Oriente, en los días posteriores primó
el temor a una recesión mundial y, consecuentemente, a una baja
en la demanda. En cambio, el ministro del Petróleo de Irak, Amer
Rashid, atribuyó a Arabia Saudita la responsabilidad de haber provocado
una caída dramática del precio del crudo. Lamentamos
que Arabia Saudita haya adoptado una actitud tan servil y humillante al
inclinarse ante la presión de Estados Unidos, dijo Rashid
al denunciar que, en un intento de afectar la reunión ministerial
de la OPEP, el ministro de Petróleo saudí, Ali Naimi, anunció
sin justificación que su país está dispuesto a aumentar
la producción en tres millones de barriles de crudo diarios. Veinte
minutos después, el precio del petróleo en el mercado mundial
cayó 3,50 dólares el barril.
El secretario general de la OPEP, el venezolano Alí Rodríguez,
informó que hoy, jueves, se realizará la reunión
del consejo suspendida ayer.
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