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DIFICULTADES EN EL HORIZONTE DE LA ECONOMIA MUNDIAL, SEGUN El FMI
Antes del atentado, mal; ahora peor

El organismo avizora un panorama �muy difícil� para Argentina y afirma que apoyó el déficit cero �pese a reconocer el riesgo�. Previsiones de brusca desaceleración en Estados Unidos. El economista jefe del FMI dijo lo que no debía decir: la recesión en EE.UU. �es un hecho�.

El Fondo Monetario Internacional describió como “muy difícil” la situación económica de Argentina y admitió que repercutirá negativamente sobre toda la región. “El FMI, pese a reconocer el riesgo en la situación, ha optado por apoyar este plan y estamos esperando a ver qué pasará”, señaló en referencia al Plan de Déficit Cero el economista jefe del organismo, Kenneth Rogoff, que recientemente reemplazara a Michael Mussa. Según las estimaciones del organismo, el Producto Interno Bruto descenderá este año 1,4 por ciento y crecería el año próximo un 2,6 por ciento. Tanto esta perspectiva como la proyectada para el mundo en general fue realizada previa a los atentados sobre Estados Unidos del 11 de setiembre, que según señaló Rogoff complicarán la economía mundial y podrían dejar las proyecciones informadas ayer como “muy optimistas”.
Al referirse a América latina, la entidad multilateral sostuvo que la crisis argentina y la brusca desaceleración en Estados Unidos provocaron que el crecimiento económico esperado de la región se ubique este año en torno al 1,7 por ciento. El FMI hizo para esta región la revisión a la baja más brusca de todo su informe, ya que cree que crecerá dos puntos menos que el 3,7 por ciento que pronosticó hace cinco meses, y muy por debajo del 4,2 por ciento registrado en 2000. Según esta institución, existen también “riesgos colaterales” para el futuro de América latina derivados de las consecuencias que tuvieron los ataques en Estados Unidos. No obstante, en su informe, la institución multilateral asegura que la recuperación del crecimiento latinoamericano se producirá en 2002, en el que estima que se producirá un aumento del PIB del 3,6 por ciento (ocho décimas menos de lo pronosticado en abril).
La economía de Estados Unidos, según estas mismas proyecciones, crecería sólo un 1,3 por ciento este año, con una caída de 2,8 puntos porcentuales en relación con el año 2000. Los ataques terroristas del pasado 11 de setiembre probablemente retrasarán la recuperación, pero Estados Unidos debería volver a crecer a un ritmo del 2,2 por ciento para el año 2002, indicó el FMI en su informe semestral de perspectivas económicas globales. El informe señala que la economía estadounidense podría verse afectada adicionalmente por el debilitamiento del crecimiento en Europa y la recaída de Japón, que habría ingresado en su cuarta recesión en los últimos 10 años.
El FMI admitió, con todo, que sus previsiones de crecimiento podrían ya ser demasiado optimistas, tras los atentados del 11 de setiembre en Estados Unidos. Su flamante economista jefe, Kenneth Rogoff, sufrió un duro tropezón en la conferencia de prensa que ofreció en Washington, al anunciar que la posibilidad de una recesión en Estados Unidos podía considerarse ya “un hecho”, para poco minutos después volver y pedirle a los periodistas que no tomaran en cuenta ese comentario.
Rogoff, que asumió su cargo a comienzos del verano (boreal), admitió ayer que el crecimiento mundial en 2002 sería “sin duda inferior”’ al 3,5 por ciento proyectado en el informe, y que las cifras de crecimiento para 2001 en Estados Unidos “habrían sido sin duda más bajas si se hubiera tomado en cuenta los atentados, pero decidimos no presentar una conclusión apresurada”. El corto período entre los atentados en Nueva York y Washington y la publicación del informe, puso al FMI frente a un dilema: revisar las cifras sin conocer realmente la amplitud de las consecuencias o mantenerlas, con el riesgo de que cambien muy rápidamente. Aunque eligió la segunda opción, el Fondo tomó sus precauciones en la redacción del informe. “Claramente, los acontecimientos recientes tendrán un impacto sobre la actividad a corto plazo y van a añadir riesgos ya significativos de caída de la actividad en Estados Unidos y en el exterior”, indica. Pero al ser interrogado por los periodistas sobre los riesgos de recesión en Estados Unidos, Kenneth Rogoff dijo demasiado y terminó desmintiéndose a sí mismo.
El sucesor de Mussa descartó por completo, sin embargo, la posibilidad de una recesión mundial este año, aun con los efectos negativos de losatentados. “Incluso con los acontecimientos del 11 de setiembre, es virtualmente imposible este año registrar un crecimiento negativo”, declaró. Paradójicamente, es gracias a los buenos resultados de Rusia (crecimiento previsto de 4 por ciento este año y el próximo), de China (7,5 en 2001, 7 en 2002) y de la India (4,5 este año y 5,7 en 2002), que las previsiones de crecimiento para la economía mundial se mantienen: tres economías que no son, precisamente, los mejores ejemplos de las políticas promovidas por el FMI.

 

Recesión mundial

El proceso de recuperación de la economía estadounidense que se había iniciado antes de los atentados del 11 de septiembre se prolongará ahora “por un trimestre, más o menos”, declaró ayer en Nueva York el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill. De todos modos, el funcionario subrayó que sólo en “algunas semanas más” se podrá medir el impacto de los atentados en la economía. Insistió en el hecho de que será necesario reflexionar bien antes de lanzar medidas de apoyo a la economía “para no tener que lamentarlo dentro de un año”. O’Neill habló brevemente con la prensa antes de sostener una reunión con dirigentes de las grandes compañías de Estados Unidos o que operan en ese país, para explicarles su punto de vista sobre la situación de la economía. En la reunión estaban presentes, entre otros, Sandy Weill, presidente del mayor grupo bancario mundial, Citigroup; Ken Chenault, presidente de American Express, y Phil Purcell, presidente del banco de inversión Morgan Stanley. Pese a ese relativo optimismo de O’Neill, Standard & Poor’s sostuvo que el ataque arrastrará a Estados Unidos a una recesión en el segundo semestre de este año y paralizarán prácticamente el crecimiento económico mundial. La debilitada demanda global “profundizará particularmente la recesión de Japón”, indicó un informe de S&P.

 

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