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Por Santiago Rodríguez
 ”Espacio cedido a los
partidos políticos”, dirá el afiche que mañana
a la noche será pegado en 15 mil carteleras públicas porteñas.
Se trata de la misma cantidad de carteleras que desde el día siguiente
y hasta el 14 de octubre próximo podrán utilizar gratuitamente
las fuerzas que ayer se comprometieron a no hacer pintadas ni poner carteles
en lugares no permitidos. La idea de establecer ese compromiso para “cuidar
el espacio público” fue del jefe de gobierno, Aníbal
Ibarra, y contó con el aval de las cámaras empresarias del
sector, que además de habilitar los espacios publicitarios sin
costo alguno, se harán cargo de pegar los afiches.
“Con esto estamos reforzando nuestra convicción de que la
política es una actividad colectiva y comunitaria, que debería
ser ejercida con responsabilidad social”, declaró Ibarra durante
el acto celebrado en la jefatura de gobierno porteña con los dirigentes
de la Cámara de Publicidad en Vía Pública y la Asociación
de Empresas de Publicidad Exterior y los apoderados de los partidos que
adhirieron a la propuesta.
El compromiso establece para aquellos que lo suscribieron la obligación
de “proteger el espacio público y resguardar el patrimonio
urbanístico de la ciudad”. De los 19 partidos que en el distrito
presentarán candidatos en las próximas elecciones, lo firmaron
13. Los que no lo hicieron fueron los partidos Nacional Constitucionalista,
Social Demócrata, de los Trabajadores Socialistas, Humanista, Modín
y Autodeterminación y Libertad.
“No firmamos porque no nos enteramos”, explicó a Página/12
el primer candidato a diputado de esa última fuerza, Luis Zamora.
El Partido Humanista, en cambio, tuvo otras razones: “Es puro teatro,
hacen como si cuidaran y después no cuidan nada. Nuestro apoderado
fue y se notificó, pero nosotros no quisimos prestarnos para show
de prensa”, señaló el dirigente Hugo Novotny.
Las carteleras disponibles –el 20 por ciento del total que hay en
la ciudad– se repartirán en partes iguales, según acordaron
los apoderados de los partidos, los representantes de las cámaras
empresariales y los funcionarios del gobierno porteño que trabajaron
en la propuesta a las órdenes del jefe de Gabinete, Raúl
Fernández. La cuota disponible para cada uno es de 790 pantallas.
Por una cuestión operativa, se convino que los afiches sean siempre
los mismos, aunque los lugares de exhibición irán rotando.
Cada partido entregará los afiches a las empresas que manejan la
publicidad en la vía pública, que los pegarán sin
cobrar por ese servicio en los circuitos que habitualmente manejan.
Tanto Ibarra, como Fernández, agradecieron durante el acto –en
el cual estuvo también la vicejefa de gobierno, Cecilia Felgueras–
a los empresarios del sector, cuya adhesión a la iniciativa les
significará resignar unos 500 mil pesos de ingresos. “Expreso
mi reconocimiento porque respondieron afirmativamente dejando de lado
el interés comercial que mueve a sus empresas”, sostuvo el
jefe de gobierno.
Ibarra hizo un mea culpa al reconocer que hasta ahora “no ha habido
fuerza política que respetara” la limpieza de la ciudad durante
sus campañas proselitistas y anunció que en esta oportunidad
se “sancionará a todos aquellos partidos que no cumplan con
las normativas vigentes y no respeten los espacios públicos”.
El castigo consistirá en la aplicación de las multas que
la ley prevé para esos casos, pero también habrá
50 inspectores que saldrán a la calle a controlar pintadas y pegatinas
en lugares no permitidos y las identificarán con fajas en las que
se podrá leer “Publicidad Ilegal”. “La idea –comentó
Ibarra– es que, además de las multas, haya una descalificación
social para aquellos que ensucian la ciudad.”
ASUETO,
EMERGENCIA Y BONOS EN ENTRE RIOS
No hay estado ni tampoco moneda
Una provincia con las cuentas
en rojo, que les adeuda sueldos a los empleados públicos, y que
lanzará bonos para cancelar sus obligaciones. Así es el
panorama de Entre Ríos, otro de los distritos que se derrumba al
compás de la crisis nacional. Ayer, el gobernador aliancista Sergio
Montiel dispuso un asueto administrativo por tres días para “tranquilizar
los ánimos” entre los trabajadores estatales, ante lo cual
el peronismo salió a pedirle la renuncia. En tanto, desde Paraná
derivaron la responsabilidad en el Ministerio de Economía nacional,
mientras que la Cámara de Diputados local declaró a la provincia
“en estado de emergencia económica, administrativa y financiera”.
“Nos pareció prudente tomar esta medida como una forma de
tranquilizar los ánimos”, dijo Montiel para justificar el
asueto. No obstante, el gobernador reconoció que la falta de pago
de sueldos en la administración pública “afecta la
movilidad para el traslado y normal concurrencia de los agentes públicos
a su lugar de trabajo, como así también docentes y alumnos
de establecimientos educativos de todos los niveles”.
El gobierno provincial le adeuda a miles de empleados el salario de agosto,
y dispuso pagar el medio aguinaldo que tendría que haber liquidado
en julio en seis cuotas mensuales. Montiel todavía no oficializó
ninguna fecha de pago, pero mediante un decreto estableció que
el Ejecutivo provincial tendrá tiempo hasta el 31 de octubre para
saldar esas deudas. Y el texto aclara que las liquidaciones se harán
“de acuerdo con los ingresos del Tesoro Provincial”.
Los estatales ya pusieron el grito en el cielo por la situación;
preocupados por el inminente pago en bonos para pagar parte de los sueldos,
los trabajadores agrupados en ATE ayer arrojaron huevos contra la sede
de la gobernación, en Paraná. Y también quemaron
un muñeco que simbolizaba a Montiel. Por su parte, el titular de
ese gremio, Edgardo Massarotti, calificó de “mentiroso”
y de “terrorista” al gobernador.
Desde Paraná, direccionaron sus dardos hacia el Palacio de Hacienda;
el candidato a diputado nacional por la Alianza Gustavo Cussinato, afirmó
que la provincia “está sometida a los abusos del Ministerio
de Economía”, al que acusó de demorar el envío
de fondos coparticipables. Por lo pronto, en la Cámara baja los
aliancistas declararon la “emergencia administrativa, económica
y financiera”, y autorizaron al Estado provincial a emitir 180 millones
de pesos en bonos, lo que ahora será tratado por el Senado.
Pero en el peronismo aprovecharon para tirarle munición gruesa
a Montiel. “Si no sabe manejar el Estado provincial debe renunciar”,
dijo Marcelo Cassaretto, presidente del Senado provincial. Por su parte,
el actual candidato a senador Jorge Busti calificó al mandatario
entrerriano de “soberbio”, y lo acusó de aumentar el
gasto político.
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