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 El primer debate entre los candidatos
a diputado de la Capital dejó flotando una sensación de
déjà vu, de propuestas escuchadas en algún momento
durante las últimas campañas. Así, los candidatos
con más posibilidades de ganar, la aliancista María América
González o el del ARI, Héctor Polino, recordaron puntos
ya incluidos en la Carta a los Argentinos, como la implementación
de una línea de créditos blandos para las Pymes o la revisión
de las privatizaciones de servicios públicos mal hechas. Una controvertida
innovación la aportó el menemista Daniel Scioli, que habló
de su proyecto para modificar la Ley de Migración, según
dijo, para combatir la llegada “ilegal” de paraguayos y bolivianos
que -considera– les quitan el trabajo a los argentinos. El trotskista
Luis Zamora la tuvo más fácil porque, al no ser diputado,
pudo dedicarse a chicanear a los demás, aunque su principal propuesta
es la misma del ‘83: no pagar la deuda externa. Eso sí, lo
que ninguno quiere es que se vote en blanco.
La ausencia con aviso fue la de Irma Roy, quien mantiene la postura de
no aparecer ante las cámaras desde que se supo que cobraba una
jubilación privilegio. En cambio, María América llegó
tarde porque –contó– se quedó hasta último
momento en la Cámara de Diputados tratando de que se formara quórum
para iniciar la sesión (ver nota aparte). Para cuando se colocó
ante su atril, sus compañeros de debate respondían qué
rubros elegirían para hacer los recortes en el presupuesto del
año que viene.
Scioli se mostró como un entusiasta de lo hecho por el gobernador
José Manuel De la Sota en Córdoba y dijo que la poda debía
pasar por los remanidos “gastos de la política”. Zamora,
en tanto, sostuvo que el Estado debía desatender sus dos principales
gastos porque la deuda externa es “ilegítima” y el gasto
provisional conforma “un gigantesco negociado” desde que pasó
a ser manejado por las AFJP.
Polino y María América, en cambio, esquivaron hablar de
recortes. “En vez de reducciones hay que subir la recaudación”,
dijo el socialista, quien insistió en que la presión impositiva
debía recaer debía recaer en los sectores más se
beneficiaron con el modelo económico como las empresas privatizadas.
Bastante parecido fue lo de María América que habló
de crear un bono solidario para que esas empresas aporten a la crisis.
“Me niego a cualquier recorte”, definió. Su posición
sirvió para el primer cruce de Zamora. “Parecería que
llegaran al gobierno recién. El Presidente con el que hicieron
campaña y el que ellos mandaron a votar no piensa hacer nada de
eso que están diciendo”, chicaneó.
El debate se realizó en el programa “La Posta” que emite
la señal de cable “P&E” y que conduce el periodista
Fernando Almirón. Fueron tres bloques en los que los candidatos
respondieron de pie frente a un atril a las preguntas del conductor, de
una tribuna de invitados y también las que hacían los televidentes
por teléfono. Una nota en exteriores mostró que la mayoría
de los encuestados no sabía qué se votaba dentro de veinte
días y los que sabían anticipaban su voto en blanco o impugnado,
un dato que vienen marcando todas las encuestas que se hacen en el distrito.
“Hay un gran descreimiento en la política”, aceptó
Scioli. Los candidatos –a excepción de Zamora– hicieron
un llamado para evitar el voto en blanco. “La culpa es de este modelo
esencialmente injusto y corrupto y hay que cambiarlo”, trató
de entusiasmar Polino. María América, en cambio, utilizó
un curioso argumento para que los jóvenes no voten en blanco. “Aunque
ustedes piensen que no, ese peso que corresponde a los partidos por cada
voto nos lo dan igual en el caso del voto en blanco”, explicó
como –según su propia definición– una “maestra
ciruela”. “Usted tiene razón en estar enojado”,
dijo a las cámaras, “pero busque bien porque tiene que haber
algún candidato que lo represente”.
Otra polémica la generó Scioli cuando, entre las propuestas
para combatir la desocupación, mencionó su proyecto para
terminar con la inmigración ilegal. “No se puede esquivar
esta discusión”, sostuvo. Y habló de cambiar la Ley
de Migración para terminar con los extranjerosindocumentados que
ocupan casas ilegalmente o “los que se disfrazan de mendigos”.
“Esa es la guerra de pobres contra pobres”, se escandalizó
María América que recordó las oleadas inmigratorias
que ayudaron a crecer al país. Zamora dijo que si, con el mismo
criterio de Scioli, los demás países hacían volver
a los argentinos que estuvieran viviendo en el exterior terminaríamos
con más problemas de desempleo.
PROTESTA
DEL FREPASO Y EL ARI
Una sesión sin sesión
Sin luces, sin tablero electrónico
y sin personal legislativo, un grupo de diputados del Frepaso y del ARI
intentaron ayer sesionar. No tuvieron éxito. Esto provocó
después un cruce de acusaciones entre los justicialistas y el oficialismo,
quienes se responsabilizaron mutuamente del fracaso de la sesión
donde estaba previsto debatir la reforma política, la modificación
a la ley del Cheque y la libertad de opción de retornar de una
jubilación privada a la de reparto.
Eran las tres de la tarde y el timbre que convoca normalmente a la sesión
permanecía en silencio. El recinto estaba prácticamente
a oscuras cuando comenzaron a llegar a los frepasistas María América
González, Darío Alessandro, Rodolfo Rodil, Irma Parentella,
Fernando Melillo, Carlos Raimundi y los representantes del ARI, Héctor
Polino y Marcela Bordenave. Pasó el tiempo, no bajó nadie
y los legisladores se retiraron. Sólo quedó Alessandro para
responder a los justicialistas quienes al mediodía habían
acusado al oficialismo de “boicotear” la sesión y el
trabajo parlamentario. El frepasista dijo que la postura de la oposición
constituye “una apuesta mediática porque no tenían
más de 27 diputados” en el edificio del Congreso. Reconoció
que todos los bloques “están en falta por la ausencia de sus
legisladores” y agregó que conversó con el presidente
de la Cámara, Rafael Pascual, quien le confirmó que “no
se podía realizar sesión porque había sólo
75 diputados” en la sede.
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