Por María
Luz Climent Mascarell *
Desde San Sebastián
El realizador argentino Eduardo
Mignogna, que ayer presentó La fuga en el Festival de Cine de San
Sebastián, dijo que siente una admiración especial por la
resistencia cultural que concretan diferentes artistas de
su país, ante el panorama general de adversidades en el terreno
económico y social. Aunque suena a diagnóstico terminal,
si hay algo entrañable de la Argentina de hoy es la resistencia
cultural. Por ejemplo, uno llega a Buenos Aires, abre el diario y cree
que está en Nueva York por las propuestas que hay de teatro,
argumentó el realizador, que llevó casi un millón
de espectadores a los cines argentinos con el film, en que trabajaron
Ricardo Darín, Gerardo Romano, Miguel Angel Solá, Norma
Aleandro, Inés Estévez y Alejandro Awada, entre otros. Pese
a todo lo que pasa, en la Argentina aún hay una actividad, una
necesidad. Uno sabe que, si pierde estos sueños, pierde la esperanza
y entonces sí, la deuda externa que nos acecha se transforma para
todos en algo terminal.
En opinión del realizador, el cine argentino es representativo
del panorama de resistencia, pero a la vez pasa por un momento que a veces
parece una agonía. Por ejemplo, el año pasado se hicieron
muchas películas que no funcionaron comercialmente. Es muy difícil
mantener una industria con tan pocas devoluciones, con tan pocas películas
que funcionen, porque no generan otros proyectos, consideró.
Mignogna, quien primero se dedicó a las letras y en 1971 publicó
En la cola del cocodrilo, ahora entiende la escritura como antídoto
del cine y escribe entre película y película.
Actualmente, Mignogna está finalizando otra novela. Lleva por título
La Señal y transcurre a comienzos de la década del 50, coincidiendo
con los últimos seis meses de vida de Eva Perón. Es
la vida de dos hombres solitarios que trabajan juntos como detectives
que siguen a mujeres infieles. Estos dos personajes marginales, terminan
metiéndose en un lío tremendo. Paralelamente, el realizador
del El faro, Sol de otoño y Flop, así como de numerosos
documentales para televisión y avisos publicitarios, está
inmerso en la escritura de un guión, que lleva por título
tentativo América, una historia de amor prohibido entre
un hombre de 40 años con una chica de 18. El hombre abandona
a su mujer, para ir a vivir con la niña. Viven 10 años juntos
y luego ella lo abandona por un chico de 20, explicó.
* De la agencia DPA.
EL
PROXIMO FILM DE LUCRECIA MARTEL
De religión y sexualidad
La cineasta argentina Lucrecia
Martel, cuyo film La ciénaga se estrena en Madrid la semana que
viene, anunció ayer que está preparando un segundo largometraje
sobre la religión y el erotismo. La ciénaga, que se proyecta
en la sección paralela Zabaltegui de San Sebastián, recibió
el premio a la Mejor Opera Prima del último Festival de Berlín
(RFA), el galardón al Mejor Guión en el Festival Independiente
de Sundance (EE.UU.). Martel dijo que está terminando de organizar
el material de su próximo trabajo, que tratará sobre unos
jóvenes católicos que se reúnen en grupos de reflexión
en una parroquia al mismo tiempo que comienzan su iniciación sexual.
A diferencia de La Ciénaga, que, a pesar de contar sólo
con 1,2 millones de dólares de presupuesto, es considerada por
Martel como una superproducción, La niña santa ese
es su título será un proyecto más pequeño
y desde luego, con mucho más humor. La niña
santa será una coproducción con Alemania y Francia y se
grabará en formato video digital mini con el objetivo de tener
más libertad creativa y opciones de experimentación. Martel
pasará los próximos cuatro meses en París terminando
el guión gracias a una beca de Cinefondation, organismo que se
enmarca en el Festival de Cannes (Francia) y que ayuda a jóvenes
cineastas.
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