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Para multiplicar los fondos y que
la universidad no sea privatizada

Los rectores presentaron un proyecto de ley que aumenta un 50 por ciento el presupuesto educativo. �Es la propuesta de mínima�, dicen.

El proyecto de ley fue
elaborado en el consejo de rectores.
Argentina invierte 1600 pesos por alumno. Europa, más de 5 mil.

Por Javier Lorca

Las universidades no podrán ser privatizadas y el presupuesto educativo aumentará un 50 por ciento en cinco años. Así será, si es aprobado el proyecto de ley presentado ayer por los rectores universitarios que, a la vez, lanzaron una campaña nacional para juntar firmas de apoyo. “Esta es una propuesta de mínima. Si no se cumple, el pavoroso proceso de deterioro que está sufriendo el sistema educativo será mucho más agudo –dijo a Página/12 el rector José Luis Coraggio, uno de los gestores de la norma–. Se trata de una decisión política estratégica. Justamente porque estamos en una gran crisis tenemos que fortalecer prioritariamente a la educación y la salud.”
La propuesta fue consensuada por los 37 rectores que integran el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Ayer, en el marco de las consultas que la comisión de educación de la Cámara de Diputados está realizando con los diversos actores del sector, se la presentaron a los legisladores para que le den entrada en el Congreso.
El proyecto de “Ley de protección para la educación pública” consta de siete artículos. El primero garantiza el funcionamiento de los sistemas educativos estatales. El segundo fija que “el gasto público de la Nación en educación será incrementado a partir del año 2002 mediante un aumento gradual” hasta alcanzar en cinco años “por lo menos un 50 por ciento acumulado de incremento” respecto del presupuesto actual o, si resulta mayor, hasta llegar al seis por ciento del PBI. Hoy, entre los estados nacional, provincial y municipal, Argentina invierte 13.172 millones de pesos anuales en educación (dato de 2000) y tiene unos 8,5 millones de estudiantes. La idea de los rectores es llegar al 2006 con 20 mil millones: “Como la matrícula de estudiantes crece constantemente –explicó Coraggio, rector de la Universidad de General Sarmiento–, con ese incremento apenas mantendremos la inversión actual de 1600 pesos por alumno al año.” En Europa, el promedio de inversión por alumno supera los cinco mil dólares.
El tercer artículo apunta a que “en ningún caso el presupuesto destinado a educación de un año podrá ser inferior al del año anterior”. Después, establece que “las universidades nacionales no podrán ser desnacionalizadas ni privatizadas en forma total o parcial, ni modificada su autarquía”. El quinto punto es una concesión de los rectores al repetido reclamo de transparencia en el gasto, cuestión siempre postergada porque, justamente, no aumentan los recursos para el sector: “Los fondos incrementales para el sistema universitario serán distribuidos según pautas objetivas” y “en todos los casos serán vinculados a programas monitoreables”.
Luego, en su aspecto más conflictivo, el proyecto indica que “la diferencia entre estas metas de cumplimiento obligatorio y los recursos que determine el presupuesto nacional será financiada con impuestos directos que tomen en cuenta la mayor capacidad contributiva”. Lo que aquí se pretende evitar es que se recurra a impuestos al consumo. En el último artículo, se invita a las provincias a adherirse a la propuesta para alcanzar un incremento similar en el gasto.
Todo el planteo del CIN no hace sino retomar lo comprometido por la Ley Federal de Educación (1993). Allí se estableció que el presupuesto educativo debía duplicarse en un lustro o trepar hasta seis puntos del PBI, la opción que implicara más recursos. Si así hubiera ocurrido, hoy la educación tendría más de 20 mil millones. Pero nunca ocurrió. Los interesados en apoyar el proyecto de ley pueden hacerlo vía Internet en www.cin.edu.ar.

 


 

NOCHE DE LOS LAPICES, NO APTA PARA ESTUDIANTES
Prohibición de la directora

La directora de la escuela EGB 72 de Merlo no permitió que una docente concurriera junto a sus alumnos a la “jornada cultural” que varios centros de estudiantes y organizaciones de derechos humanos realizaron en homenaje a las víctimas de la “Noche de los Lápices” el pasado viernes 14. María Inés Rosendi, profesora de lengua, sostuvo que tras media hora de “dar excusas”, la directora Marta Moulín le dijo “no te voy a dejar salir”. Página/12 intentó comunicarse con Moulín pero no obtuvo respuestas.
Rosendi quería llevar a sus alumnos de 9º año de esa institución al encuentro que se realizó en la plaza principal de Merlo para conmemorar la tragedia de los estudiantes de La Plata. Además de comunicarlo a las autoridades escolares, la docente pidió a los padres la autorización por escrito para que les permitieran movilizarse en transporte público.
Sin embargo, cuando llegó el día esperado, la directora impidió la salida de los chicos. De manera terminante, Moulín calificó de “truchas” las firmas que llevaron los alumnos, basándose en la letra y en que en algunos casos no estaban acompañadas por los respectivos números de documento. “Los padres de los alumnos son gente humilde, del barrio San Eduardo, y no todos tienen documento” sostuvo Rosendi quien entonces insistió en comparar con firmas de autorizaciones anteriores, “para mostrarle que eran las mismas y ella decía que no”.
Página/12 trató de conversar con Moulín, quien se desempeña como autoridad del establecimiento desde hace dos años, pero dijeron que no era posible hacerlo hasta la próxima semana. Asimismo, la vicedirectora Norma Romero dijo conocer la razón por la que Moulín decidió no dejar salir a los alumnos, pero prefirió que fuera ella quien la explicara. Es que con esa actitud la directora no permitió que los alumnos conmemoraran lo que la misma Dirección General de Escuelas dispuso como el Día de los Estudiantes Secundarios.
“Por suerte, un grupo de chicos que pudo salir temprano, fue al encuentro y trajo material para trabajar en clase”, sostuvo Rosendi. La profesora dijo haberse emocionado al comprobar que los chicos estuvieran tan interesados en el tema. “Yo trato que ellos entiendan el derecho que tienen al boleto estudiantil y lo que les pasó a chicos como ellos durante la dictadura”, explicó la docente. Si bien no pudieron realizar el concurso de cuentos cortos que Rosendi había organizado, los alumnos trataron el tema.
“Lamentablemente, el mismo autoritarismo que condenó a aquellos adolescentes del 16 de setiembre del `76, aparece en nuestras vidas permanentemente, en las ropas de funcionarios de medio pelo que quieren decidir qué podemos recordar, cuándo debemos hacer memoria y dónde podemos estar presentes o no”, concluyó la docente.
Informe:Giselle Cohen

 

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