Por Silvina Friera
El joven dramaturgo, director,
compositor y guionista Richard Maxwell es una de las figuras más
eclécticas e inquietantes de la escena neoyorquina de fines de
los 90. Considerado por la crítica como el heredero de todo
y de todos, de Dadá a Warhol, en 1999 recibió un premio
Obie por House, obra que presenta en el festival hoy y mañana a
las 22 y el domingo a las 20.30 en el Teatro San Martín. Si
no me hubiese dedicado al arte, quizás no habría sido feliz.
Siempre me interesó combinar el mundo de lo banal con lo épico
de la tragedia griega, explica Maxwell en una entrevista con Página/12.
Mi propósito es demostrar lo que puede existir, sin intentar
juzgar ese modo de existencia, aclara este creador, confeso admirador
de la mítica Wooster Group, una de las compañías
teatrales más importantes de la vanguardia de Nueva York, fundada
a fines de los setenta por el actor William Dafoe y su esposa Elizabeth
Lecompte. A pesar de sus 33 años, Maxwell acredita una prolífica
trayectoria como autor y director: Caveman (2001), Boxing 2001 (2000),
Showy Lady Slipper (1999), Cowboys & Indians (1999) escrita
con Jim Strahs, Debate (1998), Flight Courier Service (1997), Superintendents
(1997), entre otros. House, estrenada en Perfomance Space 122, perteneciente
al circuito off Brodway, narra la trama de un homicidio y la fuga de la
escena del crimen.
Maxwell prefiere no mencionar el día del atentado en las Torres
Gemelas. Estaba en Inglaterra presentando House y juro que era el
último lugar en el mundo donde quería estar, confiesa
con amargura. Fue una larga agonía porque no me podía
comunicar con mi familia, con mis amigos, comenta el director. La
incertidumbre se fue desdibujando, en parte, cuando consiguió hablar
con su hermana, que le aseguró que todos estaban bien. Lejos de
los clichés del mundo del teatro, Maxwell recuerda que cuando tenía
11 años, su padre, un juez atípico que amaba por igual el
mundo del boxeo y el de la escritura, le ofreció entrenarlo para
ser boxeador. Influenciado por los recuerdos de un padre fanático
por el mundo del boxeo, Maxwell escribió Boxing 2001. La
historia se desarrolla en un ring, algo que nunca antes había sucedido
en el teatro. Es como una obra shakespeareana, donde dos personas se enfrentan
y arriesgan su vida, subraya este joven que estudió actuación
en la Illinois State University y comenzó su carrera profesional
con la Steppenwolf Theater Company. En las obras de Maxwell la vida cotidiana
se reduce a los diálogos necesarios. Incluso el minimalismo de
los títulos de alguna de sus producciones como House, Caveman y
Boxing anticipan lo indispensable para que las historias emerjan. En noviembre
estrenará su última pieza, Drummer Wanted, en donde el protagonista
es un percusionista. La música está siempre en mi
cabeza, dice Maxwell. Tomé una decisión equivocada
al ingresar en la facultad, debería haber sido estrella de rock,
señala el actual director artístico del New York City Players.
¿Cómo definiría el estilo de teatro que usted
hace?
Me parece que soy anti-estilo. Mi teatro es democrático en
el sentido de que el público decide por sí mismo cuál
es el significado de la obra. La mayor parte de los elementos de la escenografía,
que suelen ser pocos, porque me gustan los espacios despojados, están
diseñados para lograr ese fin. Las acciones que suceden en escena
son simples y directas. Siempre intento acercarme lo más posible
a la neutralidad. En general, el tipo de teatro que hago agarra al público
desprevenido. Los espectadores se sorprenden porque tienen la sensación
de que los actores no interpretan un personaje sino que son reales.
Quiero que la realidad sea lo que está ocurriendo en el escenario.
¿Qué rol ocupa la música en sus montajes?
Tengo una gran tradición de teatro musical en mi familia.
Mi papá estuvo muy involucrado con el teatro y en el colegio yo
participé en varias comedias musicales. Cantar en una obra de teatro
suena ridículoporque pone en suspenso la credibilidad de la gente.
Al público le cuesta aceptar que se puede cantar repentinamente
en una obra, como en la bañera, en la calle o en una habitación.
Para mí la música es muy importante. En muchas circunstancias,
una canción te revela la identidad y los conflictos del personaje,
aspecto que no necesariamente está presente en el texto. A mí
me obsesiona saber qué tipo de música le gusta escuchar
a los personajes, en qué situaciones y cómo lo hacen. La
radio es muy importante porque el tipo de radio y los programas que escuchan
te van formando una idea acabada del personaje y su modo de relacionarse
con los otros.
¿Cómo utiliza la música en House?
La mayoría de los personajes son heavy metal y cada uno tiene
una canción que los identifica y les permite expresarse. Aunque
las letras tengan un contenido claro de rechazo hacia la sociedad de consumo
o busquen rebelarse contra lo establecido, la música no deja de
ser comercial.
¿Por qué prefiere utilizar actores amateurs en la
mayoría de sus puestas?
Me gusta la combinación entre amateurs y profesionales. Que
una persona no tenga formación teatral no significa que sea más
o menos valiosa. Resulta fascinante trabajar con actores amateurs porque
nunca sabés lo que va a pasar con ellos en escena. En cambio un
actor profesional es mucho más previsible y esquemático:
son actores tratando de parecer naturales. El amateur tiene la frescura
de lo imprevisible: consigue sorprenderte con reacciones desconocidas,
inesperadas.
Para
ir hoy
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(Las entradas gratuitas se retiran una hora antes)
11.00: Charla abierta con Sasha Waltz. San Martín, Corrientes
1530. Gratis.
14.30, 17.00, 19.30 y 22: Electra, de Sófocles. Puesta
en escena de Antoine Vitez. Ciclo de cine: Hugo Santiago. Sala Leopoldo
Lugones del San Martín.
17.00: Sujetos. Dirección de Liliana Nuño. En
El Portón de Sánchez, Bustamante 1034. Gratis.
19.00: Kachivachetur. Por la Compañía Dosaxos2.
En La Fábrica, Querandíes 4290. Gratis
19.00 y 20.00: Otras danzas. En la Escalera del Hall Central
del C.C. Recoleta, Junín 1930. Gratis.
20.00: Paralelo 33. Teatro Regio, Córdoba 6056. Gratis.
Biblis. Teatro Obstáculo de Cuba. Autor y director Víctor
Varela. C.C. San Martín, Sarmiento 1551. Gratis.
20.30: Presentación del libro Teatro X la Identidad.
Editado por Eudeba con prólogo de Mauricio Kartun. En el Auditorio
del C.C. Recoleta. Gratis.
Fish/Rush. Por Akram Khan Company (Danza). (Inglaterra). Teatro
Sarmiento, Av. Sarmiento 2715.
21.00: Ugnies Veidas (Teatro). Por Oskaras Korsunovas Theatre
(Lituania). Teatro de la Ribera, Av. Pedro de Mendoza 1821.
De cómo el señor Mockinpott consiguió liberarse
de sus padecimientos. Dirección de Roberto Castro. Sala
Alberdi del C.C. San Martín. Gratis.
22.00: House. Autor y director Richard Maxwell (EE. UU.). Sala
Cunill Cabanellas del San Martín.
23.00: Textos por asalto. Por el Sportivo Teatral, Thames 1426.
Gratis. |
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