Los ministros del Interior de los países del Mercosur acordaron ayer la creación de un Grupo de Trabajo Permanente para evaluar “acciones conjuntas y coordinadas contra el terrorismo” y estudiar iniciativas “para incluir en el Plan de Seguridad Regional”, entre las que figuran la coordinación de los servicios de inteligencia. Así lo hicieron durante una reunión que mantuvieron en Montevideo, a cuyo término repudiaron “vehementemente los actos criminales terroristas contra los Estados Unidos” y afirmaron que constituyen “una afrenta al mundo civilizado y a la seguridad de las naciones”.
El objetivo del encuentro de los ministros del Interior del Mercosur en un hotel céntrico de la capital uruguaya no fue otro que analizar el escenario planteado tras los atentados en Nueva York y Washington y analizar el modo de reforzar las medidas de seguridad en la región. Además de Mestre y Gregori, participaron de la reunión los ministros Julio César Fanego (Paraguay) y Guillermo Stirling (Uruguay) y la encargada de negocios de la embajada de los Estados Unidos en Montevideo.
Parte de lo que se abordó en la reunión había sido tratado el día anterior entre las autoridades argentinas, brasileñas y paraguayas en el marco del Comité Tripartito que sigue el tema de la seguridad en la Triple Frontera. Allí no sólo se habló de coordinar tareas de inteligencia, sino incluso de encarar acciones concretas en conjunto.
Del Grupo de Trabajo Permanente que decidieron poner en marcha los ministros pasarán a depender ahora todos los grupos operacionales del Mercosur existentes, como los Binacionales sobre el río Uruguay y el mismo Comando Tripartito de la Triple Frontera. En el transcurso de la reunión se resolvió también incorporar a ese último organismo a Uruguay, que formuló un pedido en ese sentido después de detectar en sus fronteras con Brasil problemas similares a los que se registran en esa zona. Además, se consideró conveniente que los gobiernos de Bolivia y Chile, como miembros asociados al bloque, participen también de estas tareas.
En lo que también hubo coincidencia fue en reiterar la sugerencia realizada en la reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de convocar “a la brevedad” al Comité Interamericano contra el Terrorismo. Reflotar la idea de crear una red de espías en el marco de ese organismo -creado en 1999 por la OEA por propuesta del ex ministro de Interior menemista Carlos Corach– es precisamente una de las iniciativas que alienta la Argentina desde los días posteriores a los atentados en los Estados Unidos.
“Es de suma importancia que los países del Mercosur promuevan su adhesión a los instrumentos internacionales sobre el terrorismo y su efectiva implementación”, señalaron los ministros en su declaración, en la que se anunció que se emprenderá “la más amplia cooperación entre sí y con otros países para el logro de informaciones, estudios y acciones contra actividades terroristas”. Destacaron también que “la acción de los gobiernos del Mercosur contra el terrorismo deberá darse en absoluto respeto de las normas que pautan el Derecho Internacional, las leyes internas de los países y los derechos humanos” y dijeron tener “la convicción de que nuestras Naciones en las que se destacan la tolerancia, los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos, tiene un papel fundamental a ejercer en este trágico momento para la civilización, que exige extrema prudencia y lucidez”.
“No existen evidencias de que así sea”, respondió Mestre ante la pregunta sobre la posibilidad de que existan grupos terroristas en la Triple Frontera. Después tuvo que salir a explicar las declaraciones del jefe de Gendarmería, Hugo Miranda, acerca de que los controles que realizan Brasil y Paraguay son “mínimos” con respecto a los argentinos y explicó que se había referido a la seguridad con respecto a delitos comunes. Es que Gregori advirtió que “las opiniones del jefe de la Gendarmería argentina no pueden ser aceptadas y no se corresponden con la realidad de Brasil”.

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