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LAS DOS CGT SE REUNIERON Y BAJARON LOS DECIBELES
El asado calmó los nervios

Hubo plenario conjunto en la sede de Azopardo. Se anunció un plan de lucha pero para después de las elecciones. Los gremialistas se ablandaron tras el asado en Olivos. Qué se habló allí.

Daer y Moyano se buscan para el abrazo. En el medio, como testigo privilegiado, Lorenzo Miguel.

“Si el Gobierno no entiende el mensaje de la gente después de las elecciones del 14 de octubre, habrá pelea”, bramó Hugo Moyano tras un plenario de las CGT oficial y disidente. La frase preanuncia un fin de año complicado. Sin embargo, deja entrever una cierta disminución de los ánimos belicosos que anidaban en la centrales obreras previos a los comicios. Anunciaron sólo el estado de “alerta y movilización” y no hablaron de una fecha concreta para una medida de fuerza. Todo indica que el encuentro que los líderes sindicales mantuvieron el jueves con el Gobierno logró bajar los decibeles del conflicto.
En la cena concretada en la residencia presidencial de Olivos, parece estar la clave del cambio de humor entre los gremialistas. Si bien todos los comensales se mantienen herméticos a la hora de relatar el posible acuerdo alcanzado, los anuncios cegetistas arrojan una leve luz al respecto. Se preveía un plan de lucha concreto para estos próximos días tal como habían prometido el 12 de septiembre pasado y que incluía la realización de paros, cortes de rutas y toma de edificios públicos. En cambio, las cúpulas sindicales fueron facultadas ayer para “adoptar las medidas de fuerza que consideren necesarias”. Sin detalles, sin precisiones, todo ocurrirá luego de los comicios que el gobierno busca amortiguar sin conflictos gremiales.
El tono de la conversación durante asado en Olivos fue caracterizada por ambos sectores como “amable y bueno”. Pero ello no evitó que tanto “gordos” como “rebeldes” apuntaran todos sus dardos a la figura del devaluado ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Pero no sólo fueron quejas, críticas y rezongos. Los posibles “cambios estructurales” en el gabinete fue el pie para que los representantes de la CGT oficial se atrevieran a deslizar el nombre del posible reemplazante de Cavallo. “A nosotros nos gusta (Adalberto) Rodríguez Giavarini”, le confesó al Presidente el mercantil Armando Cavalieri. “No está desgastado –agregó–, tiene una visión más global del problema argentino. Cree que el país se debe incorporar al ALCA pero a diferencia de Cavallo, lo impulsa desde el Mercosur”. Pero Cavalieri le dio un dato más, le remarcó que “evita los conflictos con (Raúl) Alfonsín”.
Los gremialistas sostienen que De la Rúa se limitó sólo a escuchar con atención esta recomendación y las “propuestas concretas” que le acercaron para salir de la crisis. La ministra Patricia Bullrich, quien junto al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo fueron los únicos funcionarios que acompañaron al Presidente, no opinan lo mismo. La titular de la cartera de Trabajo se quejó ante sus colaboradores sobre la “tozudez” de Moyano al pedirle varias veces a De la Rúa que abandone la convertibilidad. “Una y otra vez el Presidente les dijo que el tipo de cambio no se toca y parecían no escuchar”, se la escuchó decir a la ministra.
Los gremialistas, en cambio, prefieren no hablar de Bullrich. “Apenas estuvo diez minutos y se fue. Ella no escuchó nada de lo que hablamos”, juran los sindicalistas. “Le advertimos sobre el vacío de pensamiento en cuanto a la política económica. Le pedimos que modifique la política cambiaria para favorece las exportaciones y el ingreso de dinero fresco”, relató a este diario Cavalieri.
Con todo, y más allá de las versiones de uno y otro lado, los representantes de ambas centrales obreras se reunieron ayer en un plenario en la sede histórica de la CGT en Azopardo al 200 y que fue calificado por Rodolfo Daer como “histórico”. Durante el encuentro, los que participaron de la cena presidencial relataron la charla del quincho presidencial. Analizaron también la situación social y política, y renovaron críticas al “agotado y fracasado” modelo económico oficial. Como corolario, el plenario facultó a Daer y Moyano a elaborar el plan de lucha. Eso sí, para después de las elecciones.

 


 

PRIMERA APARICION DE ROGGERO TRAS EL ACCIDENTE
Con menos kilos y muchas críticas

El “resucitado”, como lo llamó el senador Eduardo Bauzá, y con 26 kilos menos fruto del grave accidente automovilístico que sufrió hace dos meses, el presidente del bloque de diputados justicialistas, Humberto Roggero, reapareció públicamente ayer con fuertes críticas hacia el gobierno nacional. Acusó al presidente Fernando de la Rúa de llevar al país “a la deriva” y de instalar “el desánimo y la filosofía de la resignación”.
Roggero fue uno de los dirigentes peronistas que abrió un encuentro de técnicos y profesionales del PJ, en esta Capital, para debatir distintos proyectos a fin de ser presentados en el Congreso.
“Esta gente vino a corregir nuestros errores, a resolver los problemas de la Argentina, pero no sólo no ha resuelto nada, sino que está destruyendo todas las cosas buenas que hicimos nosotros en el gobierno”, alertó el legislador.
“Ante el profundo fracaso de la Alianza, los peronistas debemos trabajar para poner el primer presidente del nuevo modelo de la nueva Argentina, y para lograr una sociedad que sea digna de vivir”, puntualizó. El recuperado legislador advirtió que el PJ tiene un desafío fundamental: convencer a los argentinos de que “un cambio en este país es posible y vencer esta filosofía de la resignación, del no se puede”.
“Me siento orgulloso de estar al lado de este resucitado”, dijo poco antes y entre risas, el senador Bauzá, al compartir con Roggero la apertura del cónclave, en el Hotel Intercontinental. Bauzá, quien también se definió a sí mismo como un “resucitado” en alusión a sus delicados problemas de salud, logró despertar la carcajada de la concurrencia cuando, mirando a su par partidario, aseguró: “Si nos muriéramos ambos pondríamos contenta demasiada gente y eso sería muy triste para nosotros”.

 

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