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“Debemos redoblar el ajuste si no
queremos hacer como Entre Ríos”

Tras el derrumbe de la recaudación en setiembre, Mondino admite que para no cerrar el Estado hay que recortar más.

2002: �No hemos hecho ninguna proyección sobre el crecimiento de la economía. No estamos para eso. Sobran proyecciones en el sector privado�.

Guillermo Mondino, asesor
en jefe del Ministerio de Economía.
“La restricción presupuestaria que enfrentamos es de hierro.”

Por David Cufré

Guillermo Mondino, jefe del gabinete de asesores de Domingo Cavallo, reconoció que el Gobierno no tiene ninguna proyección sobre cuánto crecerá la economía en 2002. La meta que se fijó el equipo oficial es del 6 por ciento, pero podría darse cualquier resultado y eso no debería llamar la atención. “El rol del sector público no es hacer proyecciones de crecimiento”, sentenció Mondino. La misma falta de certezas existe respecto de cómo evolucionarán las cuentas fiscales en el último trimestre del año y si será inevitable profundizar el recorte de gastos. Mañana, precisamente, deberá Economía admitir el derrumbe que sufrió la recaudación en setiembre. Y lo seguro es que, en caso de que la recolección de impuestos no mejore, “habrá que redoblar la apuesta en el recorte, a menos que queramos ser como Entre Ríos y cerremos el Estado”.
–¿Por qué creen que la economía pasará de la depresión actual a un crecimiento del 6 por ciento en 2002, como figura en el Presupuesto?
–Es perfectamente posible. De hecho hay antecedentes. En el ‘90 la economía estaba estancada y en el ‘91 creció más de un 10 por ciento. Por supuesto que el despegue dependerá de un conjunto de condiciones, muchas de las cuales no podemos controlar. Si el panorama internacional se torna extremadamente adverso se hará más difícil.
–El secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, dijo en una teleconferencia con inversores que la proyección de crecimiento más realista es del 3,2 por ciento...
–Quiero aclarar esto porque hay mucha confusión. La forma de elaborar el presupuesto cambió radicalmente a partir de la ley de déficit cero. Lo central es que los gastos tienen que ser iguales a los ingresos. Y los ingresos necesarios para eliminar los descuentos en jubilaciones y salarios sólo podrán obtenerse si la economía crece un 6 por ciento. En cambio, un 3,2 por ciento sería el crecimiento compatible con el mantenimiento del recorte del 13 por ciento. Ese 3,2 por ciento no es ni siquiera una proyección. No es nada. Hoy no sabemos si en el 2002 habrá o no descuentos.
–¿Entonces el Gobierno no tiene ninguna proyección sobre cuánto crecerá la economía?
–No, la verdad es que no nos hemos puesto a hacer esos ejercicios. Hay sobreoferta de proyecciones en el sector privado, más las de los organismos internacionales. Con las nuevas reglas presupuestarias, no creemos que sea el rol del sector público hacer proyecciones de crecimiento. No nos ponemos en analistas, sino en formuladores de políticas que lleven a conseguir las metas que nos fijamos.
–¿Y cómo se manejarán en el Congreso si no tienen siquiera la proyección oficial de crecimiento?
–En el Congreso saben que hoy es muy difícil imaginar un crecimiento mayor al 6 por ciento.
-Pero también podría ser muy inferior...
–Sí, claro, lamentablemente es una posibilidad. No es ése el objetivo ni guiará nuestra política. Los legisladores saben que el presupuesto es una autorización al Poder Ejecutivo a gastar, con una determinada asignación de partidas. Luego el Ejecutivo es el encargado de ejecutar ese presupuesto y tiene mucha discrecionalidad para hacerlo.
–El diputado Oscar Lamberto (PJ) dijo que este presupuesto ofende la relación entre los poderes del Estado.
–¿Por qué? ¡Al contrario! Si le estamos dando al Poder Legislativo mucho más poder que en cualquier otro momento de la historia para definir una gran cantidad de pautas, siempre dentro del marco de la ley de Déficit Cero. El presupuesto se discutirá al mismo tiempo que la ley de coparticipación. No creo que nunca antes el Congreso haya tenido tanta capacidad discrecional para tomar decisiones de política económica. Noentiendo cómo alguien puede encontrar esto ofensivo. Más grados de libertad no puede ser ofensivo.
–¿Habrá un recorte adicional de gastos en el último trimestre?
–El programa que presentamos al FMI plantea un recorte de gastos importante para el último trimestre, de unos 900 millones de pesos. Y habrá que hacerlo. Si la recaudación no se recupera, probablemente habrá que redoblar la apuesta en ese recorte. A menos que queramos ser Entre Ríos, no tendremos más alternativas que hacer el ajuste.
–...
–No lo digo despectivamente. En Entre Ríos llegaron a una situación en la que se les hizo imposible continuar y tuvieron que tomar la decisión de cerrar el Estado. Creemos que hay que prevenir esas situaciones y avanzar con la mayor eficacia posible en la contención del gasto público. Inevitablemente, si la recaudación cae más de lo previsto el recorte deberá ser mayor. Lo que es de hierro es la restricción presupuestaria que enfrentamos. Si no cumplimos con la regla del Déficit Cero no tenemos ninguna esperanza de que se aflojen los mercados de crédito y se ablande la restricción presupuestaria. Es así de sencillo.
–¿El ajuste se hará reduciendo las transferencias de coparticipación a las provincias?
–Se están barajando diversas hipótesis. El programa con el FMI dice que una de las alternativas es reducir las transferencias a las provincias. Pero no es la única.
–¿Cuáles son las otras?
–Llegado el momento veremos. Hoy es prematuro. Debemos trabajar sobre la hipótesis de que no hará falta hacer el ajuste. Creemos que la situación mejorará sustancialmente y no será necesario siquiera llevar a la práctica el recorte de 900 millones. Pero, si no se da, debemos tener alternativas.
–¿Por qué el riesgo país sigue por encima de 1500 puntos?
–Nuestro diagnóstico es que el riesgo país depende tanto de la tasa de crecimiento de la economía (cuanto menos crecimiento más riesgo) como el crecimiento depende del riesgo país (cuanto más riesgo menos crecimiento). Nosotros no trabajamos para satisfacer a los inversores internacionales, sino para generar condiciones productivas internas que permitan crecer. Estamos convencidos de que con déficit cero y algo de crecimiento se producirá un cambio muy significativo en la percepción de los inversores externos y el riesgo país caerá.
–¿Cuánto deberían descender las tasas de interés para que la economía crezca? ¿Cuál sería una tasa razonable para una pyme?
–Es difícil decirlo, porque depende de cada pyme, de situaciones particulares. Toda nuestra política económica busca lograr que en un plazo no muy lejano las tasas de interés caigan a niveles de un dígito. No digo en diez o quince días, pero sí con el correr de los meses. Para las pymes estarían bien tasas del 11 o 12 por ciento.
–Son tasas que no se dan desde antes del Tequila.
–En el 97 hubo tasas bajas. Pero sí, efectivamente, hace bastante que el Estado tiene muchas dificultades fiscales y por tanto toma muchos fondos del mercado financiero interno. Ahora que se retira como tomador habrá una sensible descompresión y bajarán las tasas. Entonces la economía reaccionará, porque hoy está financieramente asfixiada. Apenas haya un alivio en la presión financiera la economía responderá.

 

Una renuncia “imposible”

Guillermo Mondino recibió a Página/12 en su despacho del Palacio de Hacienda anteayer por la mañana. Durante toda la semana habían circulado versiones sobre una eventual renuncia de Domingo Cavallo. Pero en la tarde del viernes fue cuando cobraron mayor intensidad. A continuación, un ping pong con Mondino sobre este y otros temas:
–¿Renuncia Cavallo?
–No, imposible.
–¿Lo echan entonces?
–Lo dudo muchísimo.
–¿El canje de deuda se hará antes de fin de año?
–No hay fecha fijada. Habrá distintas operaciones que se irán haciendo gradualmente.
–¿Está de acuerdo con la propuesta de la Unión Industrial Argentina de suspender el Mercosur?
–La situación macroeconómica regional es compleja, porque la economía brasileña ajusta a través de la devaluación. Es un mecanismo que transfiere una parte muy importante de ese ajuste hacia los vecinos. El planteo de la UIA me parece muy válido. No creemos que el Mercosur esté en condiciones de tolerar un desvío cambiario adicional. Como dice la UIA, eso puede llevar al Mercosur a la muerte.

 

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