Por
Adrián De Benedictis
La misión no era sencilla. River tenía que comenzar a revertir
su opaco presente futbolístico pero, por sobre todas las cosas,
debía hacerlo con una actuación contundente y convincente,
que sirviera para tapar las palabras que el técnico había
lanzado en la semana: A este equipo le falta actitud. De lo
contrario, la crisis podría agravarse, ya que quedar lejos del
puntero Racing en el torneo Apertura se habría sumado a las pocas
posibilidades de continuar en la Copa Mercosur. Y precisamente, el decepcionante
empate ante el Palmeiras por el certamen sudamericano, el último
miércoles, fue el disparador de un principio de tormenta.
Pero, a pesar del triunfo por 42 sobre Vélez, el conjunto
de Núñez no logró despejar las nubes que ensombrecen
su horizonte, mientras se encuentra envuelto en una dura lucha política,
que tendrá su punto culminante el próximo 8 de diciembre,
cuando se realicen las elecciones presidenciales. Y, seguramente, esa
falta de confianza que transmite el equipo se vio reflejada en la poca
cantidad de público que concurrió ayer al estadio Monumental.
En medio de una tarde lluviosa, Ariel Ortega fue nuevamente el que le
puso algo de luz a River. Después de que ante Banfield se retrasara
unos metros para dejar que Cavenaghi ocupara un lugar en la dupla de ataque,
el jujeño dejó en claro que en su posición de delantero
puede aportar lo mejor de su repertorio. En cada intervención transmitía
la sensación de que el final de la jugada podía terminar
en gol o al menos de provocar una acción de serio peligro. De esa
manera metió un centro preciso para que Cardetti marcara el empate
en uno, de cabeza, en el primer tiempo, y luego exigió a Sessa
con un fuerte derechazo para que Escudero pudiera conectar ese rechazo
y volver a igualar en dos, en la segunda mitad.
Sin embargo, River padeció mucho ante la presión que Vélez
ejerció por los laterales, con Buján y Federico Domínguez
como protagonistas. En esta oportunidad, fue el visitante el que se puso
en ventaja en el inicio, exactamente a los diez minutos, luego de que
Gutiérrez interceptó una mala entrega de Yepes a Lequi:
el juvenil le pegó cruzado, Comizzo no pudo controlar, y Husain
sólo tuvo que empujarla.
El comienzo de la segunda parte no iba a cambiar. Vélez siguió
buscando en el campo de River, y con otro error de Comizzo se volvía
a poner en ventaja: Buján le pegó luego de un rechazo, y
al arquero se le filtró la pelota entre las piernas. La tarde de
Comizzo fue tan mala, que cada vez que contenía un tiro débil,
la gente lo aplaudía en forma burlona. Cuando los dos ya estaban
con diez jugadores, River encontró un poco de aire en sus mejores
hombres: Ortega y DAlessandro. El campeón Sub20 tiró
el centro que pegó en Fuentes para marcar el tercero, y luego definió
bien de zurda en el mano a mano con Sessa.
A esa altura, el fastidio de los hinchas de River hacia sus jugadores
había quedado atrás. Después de la cuarta fecha,
ante Estudiantes, la victoria llegaba de nuevo. Tres puntos. Sólo
eso.
¿Santilli
va con Aguilar?
Por A. D. B.
La
proximidad de las elecciones en donde se elegirá un nuevo
presidente, en diciembre próximo, continúan generando
distintas versiones en la interna política del equipo de
Núñez. Y la sorpresiva alianza que ahora comenzó
a tomar forma es la que integrarían José María
Aguilar y Hugo Santilli. Si bien ambos candidatos encabezan listas
diferentes, todavía existe la posibilidad de que integren
una sola nómina. Y en ese caso, la fórmula estaría
encabezada por Aguilar como máxima autoridad y Santilli se
desempeñaría como vicepresidente, pero con amplio
poder sobre el fútbol profesional. Para estos dirigentes,
una de las mayores prioridades en 2002 será la Copa Libertadores.
Por otro lado, la Comisión Directiva se reunirá mañana
para tratar la renovación de los vínculos de Gustavo
Lombardi, Pedro Sarabia, Martín Cardetti y Marcelo Escudero.
Estos futbolistas están jugando sin contrato desde hace un
año.
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EL
TECNICO NO SE AHORRO COMENTARIOS
Díaz,
cambios y Cambiasso
Cuando
la victoria ante Vélez ya era un hecho, el director técnico
de River, Ramón Díaz, destacó el desempeño
de su equipo: La gente de River está demasiado ansiosa por
conseguir triunfos, pero tiene que serenarse un poco, porque con determinación
y agresividad, como mostramos después de ir abajo 21, se
encontrará el camino deseado por todos. Pero en definitiva,
Díaz reconoció que lo de su equipo no fue lo ideal: River
no hizo un gran partido. Aunque este equipo tiene muy buenos jugadores,
para sacar este tipo de resultados hay que poner algunas cositas más.
Y agregó: Nadie esperaba que el equipo reaccionara como lo
hizo. Vélez también puso mucha determinación y agresividad.
Más tarde, el entrenador dejó ver su malestar por la actuación
del ex jugador de Independiente, Esteban Cambiasso: La idea era
que jugara de enganche o de armador por izquierda. Pero lo cierto es que
el que manejaba la pelota era Vélez y no River, entonces decidí
sacarlo y pienso que fue acertado el cambio (ingresó Marcelo Escudero).
Cambiasso siempre está acostumbrado a jugar, pero las decisiones
las tomo yo. Esto significa para él que todos aquí tienen
que rendir por igual, y que lo más importante son los tres puntos.
River volverá a jugar pasado mañana ante Independiente,
en Avellaneda, y para ese encuentro no podrá contar con el defensor
colombiano Mario Yepes. En su lugar podría ingresar Gustavo Lombardi,
y Ariel Garcé se desempeñaría como marcador central.
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