Por
Claudio Zlotnik
Se
inicia una semana complicada para Domingo Cavallo. Después de la
crisis que casi lo deja afuera del Gobierno a fines de la semana pasada,
hoy el ministro dará otro paso sobre terreno resbaladizo. Concretamente,
anunciará las cifras definitivas de la recaudación de setiembre,
que mostrará una caída rotunda, incluso podría superar
el 10 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Salvo por
algún dato técnico puntual, esta vez no tendrá a
quién echarle la culpa por el fracaso. El actual mandamás
de la AFIP, Armando Caro Figueroa, es uno de sus hombres de mayor confianza.
Seguramente, este pobre resultado fiscal tendrá impacto directo
sobre la ya debilitada situación política del ministro dentro
del Gobierno.
No bien termine de dar los números de la recaudación, lo
primero que deberá responder Cavallo es cómo piensa cumplir
con el Déficit Cero. Si se cumplen las estimaciones, el ministro
habrá juntado el mes pasado unos 3700 millones de pesos, 400 millones
menos que en setiembre de 2000. Al respecto, según un relevamiento
realizado por Página/12, el consenso entre consultoras privadas
es que el mediterráneo tendría un desvío de 2000
millones de pesos para lograr el Déficit Cero.
Frente a este panorama, el futuro de Cavallo en el Gobierno aparece, por
lo menos, bajo enormes signos de interrogación.
- Por un lado, se torna evidente la pobreza en los resultados de su gestión.
Después de un semestre en el gabinete, Cavallo aparece sin dar
en la tecla para sacar a la Argentina del pozo. Todo lo contrario, la
fuerte caída en la recaudación del IVA sería
superior al 20 por ciento marca un ahondamiento de la recesión
económica, cuyo ciclo ya entró en su cuarto año consecutivo.
- Pero además, el ministro tendrá que ser puntilloso para
explicar de dónde sacará los recursos para llegar al Déficit
Cero. En un reportaje publicado ayer por este diario, Guillermo Mondino,
jefe de gabinete de asesores de Cavallo, aseguró que si la
recaudación no se recupera, probablemente habrá que redoblar
la apuesta en el ajuste. A menos que queramos ser Entre Ríos. Lo
que es de hierro es la restricción presupuestaria que enfrentamos,
subrayó el funcionario sin medias tintas.
En la city creen que Cavallo estará obligado a anunciar un nuevo
ajuste para cumplir con el FMI. Pero que ello sucedería recién
después de las elecciones. Sin embargo, y aún teniendo en
cuenta que el mapa político se alterará dentro de dos semanas,
al ministro no le será nada fácil volver a la carga con
un nuevo apretón. No sólo por los condicionamientos que
le impondrá la tropa radical sino también el justicialismo,
particularmente a través de los gobernadores.
- No debe olvidarse que, tal cual lo recordó el propio jefe de
asesores, Domingo Cavallo podría recortar en 900 millones los envíos
a las provincias. Esto es lo que el ministro acordó con el Fondo
Monetario a mediados de agosto cuando se rubricó el último
acuerdo. Pero una cosa es la hipótesis que figura en una planilla
del Excel y otra muy distinta, llevar a cabo ese ajuste.
- Si, en efecto, el desvío respecto del Déficit Cero trepa
a los 2000 millones, el ministro debería recortar otras partidas.
Fuentes del Palacio de Hacienda confiaron en que podrían postergarse
el pago de los aguinaldos del sector público hasta enero. Sin embargo,
ello no cubriría la insuficiencia debido a que, salvo los agentes
de salarios más bajos, el resto de la administración pública
ya cobra sus aguinaldos fuera de término.
En el propio equipo económico admiten que será muy difícil
volver a ver a Cavallo con el ropaje de López Murphy anunciando
un ajuste sobre el ajuste. Al mismo tiempo, ni siquiera quieren imaginar
la posibilidad de un recorte adicional en los salarios y jubilaciones,
alternativa que creen políticamente impracticable. Aunque no lo
admitan, en Economía ruegan para que Estados Unidos haya cambiado
su visión de la región después de los atentados.
Y que la Administración Bush tienda un puente de plata para evitar
la caída de la Argentina. Por estas horas, en los principales bancos
del microcentro porteño analizan que éste es el único
esquema que podría dejar a Cavallo en el Gobierno. Pero, por ahora,
este escenario tiene más de ficción que de realidad.
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