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Los bancos cerraron el grifo de los préstamos

En lugar de ayudar, agudizan la crisis. Los bancos dejaron de dar créditos y reclaman la cancelación de los ya otorgados. De esa forma, se profundiza la recesión y, por lo tanto, el derrumbe de la recaudación.

Por Claudio Zlotnik

Los bancos son ajenos a la profunda recesión. Como ya ocurrió durante el Tequila, las entidades muestran una actitud defensiva que, indefectiblemente, termina agudizando la crisis: dejan de otorgar créditos y presionan a las empresas a cancelar sus deudas. Al mismo tiempo, les cobran a los endeudados tasas de interés insoportables. El dato revelador de este escenario es que, durante el trimestre julio-septiembre, el stock de préstamos al sector privado se contrajo en 3400 millones de dólares, el 5,7 por ciento del total. La sequía financiera perjudica la cadena de pagos y, tal cual lo admitió ayer el propio Domingo Cavallo, impacta sobre la actividad económica, afectando seriamente la recaudación impositiva.
La profunda depresión no se relaciona solamente con la estrepitosa caída de los indicadores ligados al consumo popular. La debilidad es generalizada y se profundiza mes a mes. Además de la fuerte baja en la recaudación, en los últimos días se conocieron otros datos alarmantes, como la merma en la utilización de los servicios públicos, la facturación de los supermercados y shoppings y la venta y producción de vehículos. En este contexto, la política procíclica que adoptan los bancos no hace más que tornar más crítica la situación.
No bien se inició la corrida contra los depósitos, a principios de julio, desde las casas matrices de los bancos extranjeros partió una orden precisa a sus filiales en la Argentina: bajar la exposición en el país. Además de liquidar títulos públicos que retenían en sus carteras, las entidades financieras redujeron el stock de préstamos a empresas y particulares. Ya sean compañías chicas o grandes. La orden fue privilegiar casi exclusivamente a las mejores pagadoras. La operación se llevó a cabo de distintas maneras: se achicó el volumen permitido para girar en descubierto, no se refinanciaron créditos de corto plazo que solían renovarse automáticamente y se elevaron las tasas de interés. Con un riesgo país fluctuando por encima de los 1600 puntos, semejante ofensiva terminó impactando muy fuerte en la actividad de la economía. Y ahogó a las empresas, que luchan para sobrevivir en medio de la depresión. Muchas no pueden. Y por este motivo los indicadores de concursos de acreedores y quiebras se encuentran en niveles record.
Desde el punto de vista de las empresas, las consecuencias son muy parecidas a las padecidas durante el Tequila. A pesar de que los banqueros se enorgullecen al afirmar que en los últimos seis años el sistema financiero se volvió más sólido, lo cierto es que los bancos fueron incapaces de apostar por medidas “anticíclicas” (aquellas destinadas a salir del pozo recesivo). Es indiscutible que si bien las entidades debieron enfrentar una fuga de depósitos por 10.000 millones no hubo quiebras en el sistema. Pero también es verdad que los dueños de los bancos extranjeros fueron veloces e implacables al tomar medidas restrictivas para sus clientes. Aun cuando muchas veces éstas suelen convertirse en una condena de muerte para las pymes. Precisamente, el hecho de que los grandes bancos se encuentren en poder de poderosos conglomerados extranjeros le hizo perder al Gobierno una carta importante que poseía en el pasado. Y el proceso de concentración y extranjerización lo imposibilitó para negociar salidas menos traumáticas.
Cavallo sabe que la crisis está golpeando tanto a las pequeñas y medianas como a las grandes empresas. Al menos esto es lo que surge de los datos oficiales compilados por el Banco Central respecto al flujo y destinos de los préstamos bancarios. Es interesante observar algunos datos del sistema financiero que dan cuenta de la profunda crisis.
- En los últimos 90 días, el volumen de créditos al sector privado cayó en 3437 millones, hasta los 56.623.
- A pesar de que los depósitos a plazo fijo crecieron en 1600 millones en el último mes, después del acuerdo con el Fondo, el stock de préstamos siguió cayendo.
- También se mantuvieron muy elevadas las tasas de interés, tanto las activas como las que pagan los bancos a los depositantes.
- La caída en el stock de préstamos se dio especialmente en los nominados en pesos: 2000 millones. Esto indica que las más perjudicadas por la restricción fueron las empresas porque, a diferencia de los particulares, son grandes tomadoras de créditos en moneda doméstica.
- De esos 2000 millones, la mayor parte se destinaba al rubro “capital de trabajo”. Por un lado, aquellos préstamos de corto plazo otorgados sin garantías y que son utilizados por las medianas y grandes empresas para pagar sueldos y cumplir con sus proveedores. Allí también figuran los 225 millones en que se redujeron los “adelantos en cuentas corrientes”.
- De los 1400 millones que se contrajeron en dólares, más de la mitad se explican por los créditos de corto plazo a empresas.
Apretado por el Déficit Cero, Domingo Cavallo tiene poco margen de maniobra. Por ahora, el único esquema que aparece es el de seguir con el ajuste sobre el ajuste. Los resultados ya son conocidos.


LOS GOBERNADORES DE LA ALIANZA Y DEL PJ, UNIDOS
“Mañana, vende una provincia”

La relación entre las provincias y el Gobierno se resquebraja día tras día, como consecuencia de la demora en el envío de fondos de la coparticipación. Los gobernadores críticos son tanto los de la Alianza como los justicialistas: ayer, el sanjuanino Alfredo Avelín le pidió a Domingo Cavallo “que se vaya”, mientras que el chaqueño y también aliancista Angel Rozas aseguró que el retraso en el envío de los fondos “atenta contra la paz social”. Desde el PJ, el pampeano Rubén Marín alertó que puede haber “caos social” si no se regularizan los giros. Y los gobernadores peronistas agrupados en el Frente Federal planean denunciar al Ejecutivo nacional ante la Corte Suprema.
“Un hombre como Cavallo puede hacer cualquier cosa, no defiende para nada el interés del país, en general, y de las provincias, en particular, así que cualquier cosa se puede esperar, como que mañana quiera vender una provincia”, manifestó Avelín, un histórico adversario del titular del Palacio de Hacienda. El gobernador cuyano reclamó que Cavallo “se vaya directamente” del Gobierno, y lo acusó de querer “ahogar y sepultar a las provincias”.
El segundo gobernador aliancista en dispararle a Cavallo fue Rozas; “Está confundido cuando quiere dar prioridad al pago de la deuda externa en desmedro de los altos intereses del pueblo argentino”, señaló el gobernador del Chaco ante los convencionales radicales durante un encuentro desarrollado este fin de semana. Las declaraciones recién se divulgaron ayer, a través de un comunicado de la gobernación. “El área económica del Gobierno nacional se ha apropiado indebidamente de 14 millones de pesos de la coparticipación del Chaco”, consideró Rozas.
Los atrasos en el envío de fondos a las provincias es el eje del problema de los gobernadores. Privados de financiamiento externo por la situación del país, con importantes deudas provinciales y sin una inversión privada que alcance, el atraso en el envío de la plata de la coparticipación desequilibra sus cuentas.
Pero no solamente desde la Alianza critican al Gobierno. El peronista Marín afirmó que “no podemos estar con el corazón en la boca, sin saber qué va a pasar, y que a fin de mes nos digan ‘no les mandamos nada’. “La reducción de los gastos la Nación lo hacen con nuestra plata”.
Por otro lado, los gobernadores justicialistas que forman el Frente Federal se reunirán mañana en la Casa de Salta, para ultimar los detalles de una demanda contra el Estado nacional por la demora en el envío de los fondos coparticipables. Allí estarán los mandatarios de Salta, San Luis, Tierra del Fuego, Jujuy, Santa Cruz, Formosa, Santiago, Misiones, La Rioja y Tucumán, para resolver si le abren otro frente al Poder Ejecutivo.

 

 

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