Por
Santiago Rodríguez
Rodolfo
Terragno eligió definitivamente ayer como blanco de su campaña
a Domingo Cavallo: en paralelo con la aparición en las calles porteñas
de afiches con leyendas del estilo El que recorta el presupuesto
de educación es ignorante que aparecieron en las calles porteñas,
el propio candidato a senador de la Alianza en el distrito desafió
a debatir al ministro de Economía y adelantó que, si gana
las próximas elecciones, le recomendará al presidente Fernando
de la Rúa que lo releve de ese cargo. Es inevitable que después
del 14 de octubre haya un cambio en la política económica
y social, que ya ha fracasado, advirtió Terragno, acompañado
por el resto de los candidatos aliancistas en la ciudad.
Un debate entre Terragno y Cavallo no sería nuevo: ambos ya se
cruzaron ante las cámaras de TV en 1993 y en 1995. El mismo Terragno
se lo recordó al ministro de Economía en una carta que le
envió para invitarlo a debatir nuevamente y en la misma nota le
explicó los motivos por los cuales quiere discutir mano a mano
en televisión: En caso de ganar le anticipó,
me propongo recomendarle al Presidente la designación de un nuevo
equipo económico. Reclamaré que el sucesor dé por
terminada la política que hoy se insiste en llevar adelante. Propondré
una nueva política económica.
Pero Cavallo rechazó rápidamente la propuesta. A mí
me gustaría que debata con Horacio Liendo, que es candidato a senador,
aunque me da la impresión que no se anima, dijo primero.
Después lo ninguneó: Que yo sepa no es candidato a
ministro de Economía y cuando yo acepté debatir con él
fue para hacerle un favor. Como había perdido la interna del radicalismo,
pero a mí me parecía una persona interesante y era cuarto
candidato a diputado, acepté debatir con él para que fuera
conocido por los argentinos y eso lo ayudara a ser diputado. Ahora es
muy conocido, que haga respecto de Liendo lo que yo hice respecto de él.
Ironías de Cavallo al margen, Terragno cumplió con el solo
hecho de desafiarlo al debate parte de su objetivo político: mostrarlo
como su antagonista y diferenciarse claramente frente al electorado de
la política económica que conduce el titular de Hacienda.
No por nada en la misma carta le pidió que haga explícitos
los montos detallados del gasto público e ingresos que estima para
2002 y que se abstenga de celebrar el Megacanje II que negocia
Daniel Marx. La razón de esa última solicitud es que
cualquier decisión en esa materia que soslaye al Congreso
violaría la Constitución y frustraría
definitivamente la posibilidad de obtener la reestructuración consensuada
de la deuda, punto de partida de la nueva política económica
que propongo, según precisó Terragno.
Para los aliancistas porteños, confrontar con Cavallo siempre fue
negocio electoral, pero ahora es imprescindible para no perder el tren.
En el Gobierno han demostrado que les interesa confrontar con (Elisa)
Carrió porque no hay vocación de que ganemos nosotros. En
una situación de empate, como dan las encuestas, saben que esa
polarización con Lilita va a significar un plus para el ARI; nadie
es ingenuo, señaló a Página/12 un radical porteño
al tanto de la estrategia de campaña y apuntó sus cañones
sobre el secretario Legal y Administrativo de Economía, Alfredo
Castañón; el vocero presidencial Juan Pablo Baylac y el
propio Cavallo.
En el margen de esa estrategia, Terragno no estuvo sólo en la conferencia
en la que anunció el desafío a Cavallo. Además de
su compañera de lista Vilma Ibarra y de los candidatos a diputados
María América González, lo acompañaron dirigentes
como el titular del bloque aliancista en la Cámara baja, Darío
Alessandro; el intendente frepasista de Avellaneda, Oscar Laborde; el
diputado Jesús Rodríguez y el legislador porteño
Cristian Caram. La Alianza-Alianza, destacó en alusión
a la coalición en su composición original uno de los que
estuvo a su lado.
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