Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


JAUNARENA Y LAS FF.AA. NO LOGRAN CAMBIAR EL PAPEL DE LOS MILITARES
La ley de Inteligencia supera las presiones

El Senado llegó a un consenso sobre la futura ley de Inteligencia, que no incluirá a las Fuerzas Armadas como protagonistas del espionaje interno, penará las escuchas ilegales y excluirá la vigilancia por razones de raza o ideas.

Por Laura Vales

La Comisión de Defensa del Senado tiene prácticamente listo su dictamen sobre el proyecto de ley de Inteligencia, en el que ratificará la prohibición a las Fuerzas Armadas de hacer tareas internas. La intención es que el texto, consensuado por los partidos políticos, el Ejecutivo y la SIDE, se sancione antes de fin de año. Cuando eso suceda, el trabajo de los espías quedará sujeto, por primera vez, a una ley pública que pondrá límites a las escuchas telefónicas y fijará como ilegal el seguimiento de personas por razones de opinión, raza o religión.
Los legisladores llevan ocho meses acordando el texto con el Gobierno y los organismos de inteligencia. El proyecto de ley fusionó siete iniciativas anteriores, entre ellas una del ministro de Defensa Horacio Jaunarena cuando era diputado y otra de la SIDE. El resultado fueron 52 artículos en los que se establece que:
u Las comunicaciones (no sólo telefónicas sino también el correo electrónico) tienen carácter inviolable. Esto implica que los teléfonos sólo se podrán pinchar con la orden de un juez y por un plazo limitado.
u Los agentes no podrán reunir información sobre ningún habitante por el sólo hecho de su pertenencia a una organización partidaria, social, sindical o comunitaria.
u También les estará vedado cumplir funciones policiales o represivas, salvo que la Justicia lo requiera puntualmente.
u Las garantías anteriores abarcarán a todos lo que habiten el país y no sólo a los ciudadanos argentinos, en sintonía con el preámbulo de la Constitución.
A pesar de las presiones militares (que buscan recuperar la facultad de hacer inteligencia interna apoyándose en que tras los atentados terroristas en Estados Unidos hay nuevas necesidades), la Comisión de Defensa del Senado mantuvo los límites impuestos a las Fuerzas Armadas tras la recuperación de la democracia.
En los últimos 15 años, con el fin de que eliminar todo vestigio de la Doctrina de Seguridad Nacional, se sancionaron normas para reglamentar las funciones de los espías. La de ley de Seguridad Interior y la de Defensa Nacional prohibieron así a las Fuerzas Armadas hacer inteligencia interna; esa es la línea que mantiene en el actual proyecto.
El ministro de Defensa ha puesto en claro que el proyecto de ley, aunque incluya algunas de sus propuestas, no lo satisface. Jaunarena ya planteó sus objeciones a Fernando de la Rúa, en la esperanza de que el Ejecutivo envíe una propuesta modificatoria, pero hasta ahora nada indica que eso vaya a suceder.
Uno de los puntos que causan irritación en el Ministerio de Defensa es el poder que tendrá la SIDE en el nuevo esquema de inteligencia, que juzgan desmesurado. El organismo quedará por encima de los todas demás agencias, reportando directamente al presidente de la Nación. Jaunarena preferiría en cambio que en la cúpula del sistema hubiera una suerte de Consejo en el que, además de la SIDE, participaran en igualdad de condiciones su ministerio, el de Interior y el de Relaciones Exteriores.
En el Congreso interpretan el peligro de esta propuesta es que abriría una brecha para que los militares tuvieran ingerencia en los asuntos internos. “Uno de los puntos centrales es que mantenemos la división de funciones”, argumentaba ayer uno de los especialistas del Senado. “Los militares sólo pueden hacer inteligencia exterior y las fuerzas de seguridad se encargan de la inteligencia criminal. Si los militares no pueden hacer inteligencia interna, no hay motivo para que integren el órgano que conducirá esas tareas”, dijo a este diario.
La medida sanción deberá esperar hasta después del 14, ya que difícilmente haya sesión en Senadores antes de las elecciones. Para ganar tiempo ayer se intentaba acordar un plenario con las otras comisiones que deberán entender en el tema (Seguridad Interior, Asuntos Penales yDerechos y Garantías). Si no hay contramarchas de último momento, se llegaría así a un dictamen conjunto antes del fin de semana.

 

 

PRINCIPAL