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Explosiones, degüellos, arengas, suicidas y video

La policía española incautó la semana pasada 32 cintas de video de una célula terrorista desarticulada, que pertenecía al Grupo Salafista argelino. Aquí, un relato de las imágenes.

Por Jorge Rodríguez *
Desde Madrid

La grabación en video casero es de primera mano, sin signos aparentes de ser copia de una copia. Las imágenes, movidas ligeramente por el temblor de manos de quien porta la cámara, muestran una caravana de tres vehículos militares que discurre lentamente por un paraje de Argelia, más que probablemente de la Cabilia. La fecha está clara: 1º de setiembre de 1999. El convoy toma una curva y, de repente, uno de los vehículos salta por los aires entre una nube de fuego, polvo y humo. El cámara se agita, cae al suelo, graba las coníferas bajas que pueblan la zona. La si-guiente imagen es demoledora: un plano sostenido de cuatro militares degollados, uno de ellos con un ligero signo de vida, con una nube de personas saqueando armas, pertrechos y efectos personales. Las imágenes estaban grabadas en una de las 32 cintas de video que han sido incautadas a los miembros de la célula terrorista desarticulada en España.
“Este video ha sido grabado por alguno de los propios detenidos o por alguna persona directamente relacionados con ellos, porque las imágenes creemos que casi son las originales”, aseguró ayer el director general de la Policía, Juan Cotino, para quien los detenidos en España eran una “célula dormida a la espera de ser activada cuando se considerara oportuno”.
Cotino explicó que dichas cintas estaban en poder de los detenidos para mostrárselas a futuros aspirantes a sumarse a las filas del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), que supuestamente estaría intentando una leva entre miembros del Grupo Islámico Armado (GIA), del que se escindió el anterior. Por ello, los investigadores creen que el reclutamiento se estaba efectuando entre “gias” que estuvieron en desacuerdo con la línea del grupo, menos radical que los salafistas.
Las imágenes están tomadas desde un alto que permite divisar las estribaciones de una zona montañosa de bosque mediterráneo que termina en una llanura. El autor de video sigue la caravana durante un recorrido de unos 200 metros antes de que llegue al punto donde el explosivo está listo para estallar al paso. La explosión hace caer al suelo al cámara, que grita a sus compañeros.
Degollados
La imagen se corta para mostrar a continuación un vehículo ardiendo, con un militar sentado en el asiento del copiloto. Lo que sigue sobrecoge: soldados heridos y degollados. La imagen se centra en un joven soldado, quien parece tener un ligero signo de vida. “El video grabado en Argelia muestra cómo utilizar explosivos contra caravanas de vehículos”, precisó Mariano Rajoy, vicepresidente del gobierno y ministro del Interior, poco antes de reunirse en Bruselas con sus colegas belga y británico, especialmente concernidos por las pesquisas relacionadas con la célula durmiente.
La técnica de atentados contra vehículos se explica de forma más clara en otra cinta, de mala calidad, supuestamente grabada en los alrededores de la localidad chechenia de Argún. Cantos en árabe con música de tonos eslavos enmarcan una reunión de mujaidines chechenios en un campo nevado. Sale vaho, hace frío. Quizá por ello los detenidos en España les habían enviado un enorme cargamento de mantas. Una voz en off explica detalles de cómo deben prepararse ataques de guerrillas. Para que no haya dudas, un ejemplo práctico. Varios guerrilleros cavan una pequeña zanja en un camino de tierra. Las imágenes muestran a uno de los activistas con un radio transmisor. “Es exactamente del mismo modelo y marca que otros que hemos encontrado en los registros en Valencia”, asegura Cotino. Un camión se acerca por la pista. La imagen se corta por voluntad de la policía española inmediatamente después de que el vehículo salta por los aires.
Tercer video. Una muchedumbre grita, mientras una persona quema una bandera de Israel. Es Palestina. “Ven a esas personas que son aclamadas, esas que van vestidas con túnicas blancas, los ven; pues según nuestros especialistas son personas que ya han decidido convertirse en terroristas suicidas”, asegura Cotino ante un nutrido grupo de periodistas atónitos. La cinta sigue corriendo. Hombres con sus caras cubiertas disparan al aire con un fusil AK-47. En un recuadro aparece la imagen de Abdula Azzam, líder espiritual de los congregados, ya fallecido. Explica qué es la guerra santa y qué puede hacer un fiel para alcanzar el paraíso mediante el martirio. “Este hombre ya murió y su testigo lo ha recogido Osama bin Laden”, rubrica el director general de la Policía, aún cauto a la espera de los interrogatorios y de la decisión sobre los detenidos que adopte la Audiencia Nacional.
Entrenamiento
Al fondo de Azzam puede verse el entrenamiento de un supuesto terrorista en un campamento de Afganistán, por lo que los expertos consideran que el video, de muy mala calidad, pudo ser elaborado por los responsables del Macta Al Gedamat, aparato de reclutamiento del GSPC. El supuesto jefe de ese campo es el argelino Omar Chaabani, alias Abú Jaafar, quien supuestamente ha conseguido atraer a las antiguas redes del GIA en Europa y seguía intentándolo con las radicadas en España. Esta persona mantiene estrechos contactos con mujaidines de Afganistán y Pakistán, según informaciones policiales, y sigue las directrices de al menos tres consejeros espirituales partidarios de la Jihad mundial: el palestino Omar Othman, alias Abú tada, residente en el Reino Unido; Sami Abli Zeidan, fundador del Ejército del Profeta de Mahoma, encarcelado en Jordania, y de Khaled el Agha, Abú Walid, radicado en Afganistán.
Los tres aconsejan al GSPC que fundó Hassan Hattab, fiel del salafismo –una tendencia del islam que se fundamenta en la tradición, es muy estricta y tiene carácter panislámico–, quien estaría a la espera de una oportunidad para “llevar a cabo acciones fuera de Argelia, si bien en la actualidad valora más mantener sus redes de apoyo”, según los servicios de información de la policía. Ya ha podido operar fuera de Argelia y a finales de 1999 sus huestes cometieron un atentado frustrado contra el rally París-El Cairo. La definición policial de su potencial es éste: “Se considera que sus redes en Europa en estos momentos están disponibles para actuar, tanto en el plano logístico como, sin llega el caso, en el plano operativo”. En los 32 videos queda más que claro.
“Esto es el vacío; odio
mi vida”
“Esto es el vacío, pero odio mi vida.” Esta frase, a caballo entre la reflexión depresiva y la declaración suicida, está contenida en el diario requisado a uno de los dos supuestos terroristas radicales islámicos detenidos en Navarra. Y es una de las anotaciones que ha servido de base a los investigadores para sentenciar que se estaba mentalizando para inmolarse en un atentado suicida. Las anotaciones se atribuyen al arrestado en Cascante (Mohamed Beleziz), aunque aún no se ha descartado que pudiera pertenecer al presunto jefe del grupo, Mohamed Boualem.
La sentencia figura en la parte superior izquierda de una hoja. Hay dibujos al lado que supuestamente representan los itinerarios que deben seguir los adictos a la causa para desplazarse entre Argelia, España, Irlanda y Gran Bretaña.
Las anotaciones no están escritas en árabe clásico, sino en un dialecto magrebí, posiblemente de la Cabilia argelina, de la que proceden todos losdetenidos. Justo arriba de la anterior frase, anota: “En el nombre de Dios. Argelia no está hoy como todos los días”. El escribano tiene ganas de hacer algo, pero no puede. A la derecha de la misma hoja dice: “Voy a aguantar con el poder de Dios, pero va a haber...”. No se entiende más. Quienes conocen la lengua aseguran que el autor de las notas tiene un nivel cultural medio bajo o intenta encriptar deliberadamente los mensajes. Casi no se entiende más. Dice “aquí” bajo la supuesta bandera de España y dos veces más invoca: “Con el poder de Dios”.
Las anotaciones de la derecha han merecido más atención por parte de los investigadores de la Comisaría General de Información. Junto a la relación vertical de nombres de ciudades figuran nombres de personas y cómo contactar con ellas en varias ciudades de Europa, de España y en Argelia. No se reproducen para no perjudicar a la investigación.
Los topónimos están escritos de forma casi fonética y cita varios puntos de España: Bilbao (“Bilbou”), Cascante, Tudela (“Todila”) o Madrid (“Madridv”). La anotación “BLJ”, que aparece en tres ocasiones, significa “nuestro país”. Las flechas parecen indicar un viaje que hizo o debía realizar el detenido en la localidad de Cascante. La nota recuadrada dice lo siguiente: “Dios nos ayuda”.
Aparte de las fechas que figuran en la parte superior, supuestas citas mantenidas, apenas se entiende nada más. Unicamente, parte de la frase de la zona superior izquierda: “Con el poder de dios (...) Nos odian...”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

 

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