Fuentes
de inteligencia británicas y norteamericanas afirmaron ayer que
Osama bin Laden estuvo en Kabul la semana pasada y que tienen una
idea bastante acabada de dónde está ahora. Estas versiones
indican que los servicios de inteligencia de los países occidentales
tendrían un cuadro relativamente preciso de cuáles son los
movimientos recientes de Bin Laden, incluso más preciso de lo que
Washington y Londres reconocen. Además, durante el fin de semana,
hubo varios arrestos en Gran Bretaña, Emiratos Arabes Unidos y
Bosnia de sospechosos de pertenecer a la organización Al Qaida,
de Bin Laden. Según el portavoz de George Bush, Ari Fleischer,
la Casa Blanca continuó ayer negociando con el Congreso el destino
de un paquete de medidas antiterroristas, impulsadas por el secretario
de Justicia, John Ashcroft. Hasta ahora, el Congreso se niega a aprobar
estas medidas.
La información sobre el paradero de Bin Laden viene tanto de los
satélites espías de Estados Unidos como del ISI, el servicio
de inteligencia pakistaní. Pero lo que se complica es que esta
información parece ser insuficiente. En el caso de los satélites,
fuentes del servicio de inteligencia británico afirmaron que la
información no es de un tiempo del todo real como para
ir en busca de Bin Laden y hallarlo. En el caso del ISI, aunque Pakistán
ofreció su cooperación, el hecho de que este servicio haya
estado durante mucho tiempo en una vinculación muy estrecha con
los talibanes sigue despertando sospechas sobre si entrega toda la información
disponible.
Según un informe de inteligencia, se sabe que Bin Laden estuvo
cerca de Kandahar, bastión de los talibanes, en el sur del país,
cerca de la frontera con Pakistán. Según el ISI, el millonario
saudita estuvo en Kabul durante la semana pasada. Pero aún en el
caso de que se obtenga información en tiempo real, otras fuentes
de inteligencia señalaron la dificultad de lanzar ataques aéreos
con armas de precisión, ayudadas por los comandos especiales norteamericanos
y británicos en el terreno, sin causar muchas bajas civiles. Eso
pondría en peligro desde el principio la coalición que está
formando Estados Unidos, en particular su eslabón más débil,
Pakistán, que por el momento hace de equilibrista entre apoyar
a Estados Unidos pero, hasta un cierto punto, evita exhibirlo, para no
despertar la reacción islámica.
En todo caso, parece que en otro terreno hay más avances. En el
centro de Londres, un hombre de 43 años fue arrestado anteayer
e interrogado durante la noche del domingo. La policía londinense
confirmó el arresto pero no dio detalles. Otro de los detenidos
en Gran Bretaña estaba en el aeropuerto londinense de Gatwick,
en tránsito desde Medio Oriente a Estados Unidos. Esta fue la ruta
de 11 de los 19 secuestradores en los ataques del martes 11. Otros tres
hombres fueron detenidos en Leicester, y uno de ellos, Kamel Daoudi, fue
extraditado a Francia. Un supuesto socio de Daoudi también fue
extraditado a París luego de ser arrestado ayer en Emiratos Arabes
Unidos. Djamel Begal, de él se trata, está sindicado por
la policía francesa como el jefe de Takfir-wal-Hijra, grupo terrorista
financiado por Bin Laden. En Bosnia, cuatro personas fueron arrestadas
la semana pasada cerca del aeropuerto de Sarajevo, con cortantes del tipo
de que tenían los secuestradores del martes 11. Dos de ellos pertenecen
a organizaciones de beneficencia sauditas, que es una de las vías
de financiación de la red de Bin Laden.
La nota del día la dio Turquía. La policía turca
detuvo a Abdullah bin Laden, y anunció que habría detenido
a uno de los muchos hermanos del famoso Osama. Pero en la noche se dieron
cuenta de que no tenía ningún parentesco con él.
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