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Ocho obras de Rivera expuestas en Buenos Aires podrían ser falsas

En la galería de Fundación Proa se exhibe actualmente una muestra del mexicano Diego Rivera. Dos reconocidos expertos dijeron en México que algunas obras serían falsificaciones.

Por Pedro Lipcovich

“¡No te emociones con ese cuadro, que puede ser falso!”, se alarmará algún visitante meticuloso al recorrer la muestra del célebre artista mexicano Diego Rivera que se presenta en Buenos Aires. Ocho de las 36 obras expuestas no serían auténticas, de acuerdo con declaraciones de prestigiosos especialistas que se publicaron ayer en México. Lo cierto es que la polémica, como la obra de Rivera, tiene rasgos inequívocamente latinoamericanos: desde la disputa entre dos instituciones oficiales mexicanas sobre quién debe demostrar la autenticidad, hasta la historia del gobernador que –según una investigadora– “con cierta inclinación casi neurótica” se habría puesto a comprar obras para hacer un gran museo, pero sin suficientes garantías de autenticidad.
El conjunto, valuada en 14.900.000 dólares, se expone en la galería de Fundación Proa, en la Boca, y está compuesto por 18 óleos, 14 dibujos, dos temples y dos acuarelas. Ayer, la revista mexicana Milenio publicó declaraciones de Tomás Zurián, uno de los restauradores más importantes de la obra de Rivera, según las cuales ocho de las piezas son de autenticidad dudosa “por sus características atípicas y su evidente calidad menor”. La critica Raquel Tibol –argentina, radicada en México, muy prestigiosa, autora del libro Diversidades en el arte del Siglo XX– afirmó que se trata de “falsos evidentes y de obra toscamente falsificada”.
Las obras en cuestión son las pinturas Retrato de la madre del artista (1904), Campesino cargando un guajalote (1944), Niño con pollito (1935) y Mujer con flores (1936), así como los dibujos Mujer con morral (1948), Muchacho con sombrero (1921), Proyecto de escultura (1951) y Mujer con niño (1920).
La colección, perteneciente al estado mexicano de Veracruz, es una de las dos más importantes del artista, que vivió entre 1886 y 1957. Reúne trabajos representativos desde sus inicios hasta las últimas obras. Según Tibol, la incorporación de piezas falsas tuvo lugar en la década de 1980, cuando el entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes, proyectando edificar un vasto Museo de Arte Veracruzano, se dedicó a comprar obra de Rivera “con cierta inclinación casi neurótica”. Encargó las adquisiciones al chileno Alvaro Covasevic, quien, sin experiencia en la materia, habría recorrido a subastas y coleccionistas no siempre confiables. La colección quedó bajo la custodia del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC).
Zurián recomendó que se constituya una comisión interdisciplinaria cuyos especialistas “analicen, enjuicien y estudien” las obras con los actuales recursos tecnológicos y sostuvo que ya hace varios años se le solicitó al IVEC que formara esa comisión. Página/12 interrogó a Leticia Perlasca, directora general del IVEC: “Nuestra certeza de que las obras son originales nos la da el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la máxima autoridad de México en el tema: ellos son los que evalúan y certifican la autenticidad”.
Sin embargo, Walther Boelsterly, director del Centro de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico del INBA, había sostenido que “el gobierno de Veracruz es quien debe demostrar la autenticidad de los cuadros en exhibición”.
“Ah, pero ellos son los que dan el respaldo a partir del cual las empresas nos aseguran las obras –contestó la directora del IVEC–. De todos modos, si requieren que una comisión analice las obras, pues que lo hagan, nosotros no nos oponemos.”
Adriana Rosenberg, titular de la Fundación Proa, explicó que “las obras de Diego Rivera son patrimonio del Estado de México, de modo que no pueden ser vendidas al extranjero: esto implica un registro oficial de cada una, a cargo del INBA. El viaje de la colección que exhibimos fue autorizado por el INBA, que envió a un ‘comisario’ para controlar las condiciones museísticas del lugar; ese especialista volverá para retirar las obrascuando finalice la exposición (el 28 de este mes). Todas las piezas son actualmente patrimonio del Estado mexicano”.

 

 

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