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PREESTRENAN “EL CASO PINOCHET”, DE PATRICIO GUZMAN
“Un film, y un acto político”

Así define el productor Yves Jeanneau al documental que se verá esta noche en el Cosmos, en su primera exhibición para América. �Lo pensamos como parte de la acusación contra Pinochet�, explica.

Por Luciano Monteagudo

“El documental no conoce fronteras, es universal. Y nada ayuda a comprender mejor el mundo en que vivimos que un buen documental”. Quien habla, con serena pasión, es Yves Jeanneau, uno de los principales referentes del cine documental europeo, que esta noche a las 20, en el cine Cosmos (Corrientes 2046), presentará en preestreno para América latina El caso Pinochet, el film dirigido por el chileno Patricio Guzmán, del cual él fue productor ejecutivo para la centenaria compañía Pathé. Realizador, productor, creador y director desde hace trece años de Sunny side of the doc, el mercado especializado del Festival de Marsella, Jeanneau acaba de ser nombrado responsable de programación de la cadena de TV France 2 y vino a Buenos Aires a compartir su enorme experiencia en el marco del Primer Seminario Internacional de Producción Documental, organizado por la productora local Cine-Ojo, el Instituto Nacional de Cine (INCAA) y la Embajada de Francia.
Para el seminario también han llegado al país Caroline Behar, de La Cinquième, y Francis Kandel, de Planète, que expondrán sobre las condiciones de acceso de las producciones latinoamericanas a las cadenas de televisión francesas, mientras que Marcelo Céspedes, Carmen Guarini y Rodolfo Hermida darán cuenta de la situación de la producción documental en la Argentina. El seminario, a su vez, tendrá resultados concretos, porque se evaluarán, a la manera en que lo hacen festivales europeos como Amsterdam (donde el procedimiento se denomina pitching), once proyectos locales que ya están en su fase de producción, entre ellos los de Daniel Rosenfeld, Sergio Wolf, Alejandro Fernández Mouján y Andrés Habbegger.
Según Jeanneau, “hace quince años, en Francia, el documental había perdido todo derecho de admisión, no era producido ni difundido en salas de cine o en televisión. Hoy la situación ha cambiado radicalmente, y se producen 1800 horas por año de films documentales. No se trata de un milagro, es algo que sucede porque fuimos capaces de generar una relación de fuerzas favorable. Nos profesionalizamos, renovamos las maneras de escritura y los estilos, construimos circuitos de distribución”, dice. “Los documentalistas en América latina necesitan reagruparse y organizarse, para que sus talentos sean reconocidos no sólo en su propio continente sino también más allá”. Para Jeanneau, esto es esencial porque, según su amplia experiencia, “no sólo hay temas apasionantes en la región, sino también una energía creadora que no es fácil encontrar hoy en Europa”.
Con respecto de El caso Pinochet, Jeanneau estuvo vinculado desde siempre al proyecto, en la medida en que conoce al director Patricio Guzmán desde los tiempos de La batalla de Chile (1973-1979), cuando aquel mojón del documental latinoamericano se estrenó en París y hubo que salir a defender las proyecciones, que eran amenazadas por grupos de ultraderecha. Más tarde, Jeanneau fue el productor de la continuación de aquel film, Chile, la memoria obstinada (1997), y ahora de El caso Pinochet, que formó parte de la Semana de la Crítica del último Festival de Cannes y está por estrenarse en Francia con un lanzamiento inusual para un documental, con 18 copias simultáneas, como si se tratara de un film de ficción.
El proceso de realización del film, según cuenta el productor, también fue inusual. “Decidimos llevar adelante el proyecto ni bien Pinochet quedó detenido en Londres, en octubre de 1998”, cuenta Jeanneau. “Buscamos a la gente que durante años trabajó para que eso fuera posible, nos entrevistamos con Juan Garcés, el abogado de las víctimas de la represión, y pensamos la película, mientras la hacíamos, como parte del acta judicial de acusación contra Pinochet, como un film que pudiera servir comotestimonio a la causa. En este sentido, reivindicamos El caso Pinochet no sólo como un film, sino también como un acto político”.

 

 

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