Por José
Natanson
El lunes, Domingo Cavallo anticipó
que la brutal caída de la recaudación fiscal obligará
al Gobierno a un recorte adicional de 890 millones de pesos. Ayer, anticipándose
a una pelea que promete, varios funcionarios salieron a asegurar que sus
áreas no soportarán una nueva quita: la ministra de Trabajo,
Patricia Bullrich, el de Salud, Héctor Lombardo, y el de Desarrollo
Social, Juan Pablo Cafiero, el único que deslizó su planteo
en la reunión de gabinete de ayer. Sin embargo, aún no está
claro dónde impactará el recorte, porque Hacienda no giró
todavía ninguna planilla. Seguramente nos enteraremos después
del 14 de octubre, decía anoche un resignado ministro a Página/12.
La de ayer fue una nueva jornada de mercados alterados: la Bolsa cayó
4 por ciento y el riesgo país llegó a los 1765 puntos. En
la reunión de gabinete, los funcionarios comentaron preocupados
el rebrote de la crisis financiera y escucharon una exposición
de Domingo Cavallo sobre las causas que llevaron al desplome de la recaudación
(ver aparte).
El día anterior, el ministro de Economía había admitido
que la caída había sido del 14 por ciento. Ayer, un funcionario
cercano a De la Rúa encontraba un consuelo un poco triste. Suerte
que le dimos la AFIP a Armando Caro Figueroa. Al menos así Cavallo
no va a poder decir que es culpa de los radicales, explicaba.
La cuestión es que la baja en los ingresos públicos será
compensada con un recorte extra del gasto de 890 millones. Una parte,
aún no determinada, se obtendrá transfiriendo menos fondos
a las provincias. Y la otra, haciendo un nuevo recorte en el Estado nacional,
lo que comenzó a generar brotes de resistencia entre los ministros.
- No hay posibilidad de realizar ningún tipo de recorte.
Eso es imposible, señaló ayer Juan Pablo Cafiero.
Y no en cualquier lugar: pronunció estas declaraciones en la Casa
Rosada, justo antes de ingresar a la reunión de Gabinete. El ministro
de Desarrollo Social fue también el único que se animó
a plantear sus argumentos durante la reunión, en una breve y única
mención al tema. Cauto, Cafiero se limitó a recordar que
los gastos operativos y de personal de su área sólo alcanza
el 10 por ciento de los 300 millones de presupuesto y que, por lo tanto,
cualquier poda derivará automáticamente en menos beneficios.
- El ministro de Salud, Héctor Lombardo, armó una conferencia
de prensa para expresar su rechazo. No tiene posibilidad. Esta es
una gestión muy austera, se bajaron los gastos y no bajamos una
sola de las actividades, aseguró Lombardo.
- En Trabajo dijeron algo similar. Según una alta fuente de la
cartera, en los que va del año ya se implementaron 3 recortes y
a excepción del ANSES, que viene haciendo su propia poda
no hay lugar para otro más.
- Cada vez que reaparece la necesidad de un nuevo ajuste, Economía
suele mirar dos lugares que hasta el momento permanecen indemnes: educación
y los programas laborales. Ayer, en la cartera que conduce Andrés
Delich decían no tener noticias, mientras que en la secretario
de Empleo, donde se manejan los 220 millones de dólares de los
planes de empleo transitoria, se preparaban para resistir. El problema
es que la mayoría de los planes tiene financiación mixta
con organismos internacionales. Si el Estado corta los fondos dejan de
llegar los recursos de afuera y se cae todo, advertían cerca
de Enrique Martínez.
Las razones de Cavallo
El nuevo recorte presupuestario sobrevoló pero no fue discutido
en la reunión de gabinete de ayer como contribución
a la precaria paz interior del gobierno. El ministro de Economía,
Domingo Cavallo, en cambio, le explicó a sus compañeros
de gabinete por qué la recaudación de septiembre había
bajado bastante más de lo esperado. Cavallo reiteró
algunos de los argumentos que ya había adelantado en la conferencia
de prensa del lunes, como que parte de la culpa de la merma producida
la habían tenido los planes de competitividad para los sectores
productivos que él puso en marcha. Cuando terminó
de hablar, le preguntaron qué pasaba con las empresas que
seguían despidiendo gente como pusieron de ejemplo
Gatic. Fue entonces que se plantearon las dificultades que tenía
el sector privado para acceder al crédito, dado que los bancos
están cada vez más reacios a dar préstamos
por su iliquidez progresiva. Como intento de acercar alguna solución,
el presidente Fernando de la Rúa resolvió que los
ministerios de Economía y Trabajo junto con la AFIP y la
Secretaría General de la Presidencia conformen un grupo que
se dice va a ayudar al sector privado a solucionar sus crisis particulares.
Básicamente, lo que imaginaron es encontrar algún
mecanismo financiero que les facilite a las empresas en peligro
el acceso al crédito. Otro de los debates que anticiparon
los ministros fue el de la Ley de Coparticipación, que entienden
será el elemento que terminará con las protestas de
los gobernadores por las deudas que Tesorería mantiene con
ellos.
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