Por Romina Calderaro
Dice que le agarró un
ataque de responsabilidad, un viejazo saludable que lo llevó
a aceptar el puesto número cinco en la lista de diputados que encabeza
su amigo Luis Zamora. Pero para entender el cambio en la vida de Héctor
Bidonde, de profesión actor, hay que remontarse al año 1996.
En ese momento tenía 60 años, una escuela de teatro y una
novia de 23 con la que estaba rompiendo convencido de que la diferencia
de edad era una dificultad insoslayable. Un día, cuando estábamos
decidiendo terminar la relación, Virginia me dijo que estaba embarazada.
Me sacudió, estuve tres días chinchudísimo, rumiando
por la desprevención, cuenta Bidonde, quien perdió
una hija en 1967. Pero al tercer día me desperté sigue
el candidato de Autoderminación y Libertad y me pareció
la noticia más bella que me podía ocurrir. Y ahí
está Agustina, que es un pedazo de sol.
¿Y cómo se vincula ese cambio en su vida personal
con su decisión de hacer política?
Fue el teatro, Agustina, todo este desastre del país...,
me parece que me dio como un ataque de responsabilidad, un viejazo saludable.
Me hizo mucho bien la invitación de Luis. Me tomé en serio
esto de la candidatura, sabiendo que no voy a entrar.
¿Esta es la primera vez que acepta una candidatura?
Sí. Yo nunca tuve militancia orgánica partidaria.
Soy un inorgánico. Estoy muy cruzado con los horarios. Pero lo
que más nos estimula a Norman (Briski) y a mí es la posibilidad
de que Luis vuelva a la política. Es un tipo que realmente queremos
mucho. Lo de la gorda (Lilita Carrió) me da mucha simpatía,
pero creo que lo de Luis tiene que ver con otro tipo de organización.
¿Cuál era su relación con la política
hasta ahora?
Yo tuve mi primera experiencia en 1957, a los veinte años
y en La Plata. Había un grupo que estaba atrás del diario
Palabra Obrera, donde estaba Nahuel Moreno. Después, cuando se
empezó a transitar la zona de la violencia, me quedé cerca
de la gente del MAS. Y en el 72, estando en Europa, leí un día
en Le Figaro que volvía Perón y pensé esto
no me lo puedo perder. Del 72 al 74 hice una experiencia muy fuerte
en la militancia gremial en la Capital. Y me dio muchísimo asco.
Cuando vino toda la propuesta del pase a la clandestinidad de Montoneros
renuncié después de una asamblea que organicé yo
mismo. Me la vi venir un poco. Empezaba la Triple A y el Proceso me echó
de la municipalidad. Creo que ésta es mi última oportunidad
para intentar tratar de hacer algo. Aunque creo que hay algo de la cultura
que murió.
¿Cómo es eso?
En general, la cultura está muerta, vaciada. Y es un sálvese
quien pueda. No hay liderazgo, no hay estadistas, así como no hay
autores de teatro importantes. Mientras tanto, Bill Gates se hace una
casa de treinta millones de dólares. Les importa un carajo, les
importa el proyecto personal. Pero se extralimitaron y yo creo que este
sistema está agotado.
¿A quién votó en las últimas elecciones?
A la izquierda, como siempre. Salvo una vez que voté e Graciela
Fernández Meijide. A Alfonsín tampoco lo voté.
¿Por qué?
No creí nunca en la clase media política argentina.
Son pendulares, son cerdos, son muy cerdos. Son muy acomodaticios. Yo
he ganado mucha guita y me he probado a mí mismo. Descubrí
que tan hijo de puta no soy. Pero trato de ocuparme de mí mismo.
Ojo que yo los entiendo. A mí me ha pasado de estar en embajadas,
en Berlín o en Zurich, con vista a esos lagos maravillosos, escuchando
música y tomando cocteles y aperitivos. Y uno piensa por momentos
me cago en la clase obrera y en la pobreza. Uno lucha consigo
mismo. Pero ellos no se cuestionan nada.
¿Les cuenta a sus alumnos que es candidato? ¿Hace
campaña?
No mucho. Yo creo que es como con las obras de teatro. Yo he trabajado
en obras que han tenido una publicidad extraordinaria y sin embargo eso
notrajo una masa de espectadores. Si la obra engancha es por el boca a
boca. Con esto me pasa lo mismo. No soy un marketinero. No creo mucho
en eso. No creo en los medios como están manejados, no creo en
los políticos. No creo en tantas cosas... pero hay que trabajar
sobre esa realidad.
¿Cuál es su relación con el peronismo?
Yo soy de familia peronista. Mi viejo tenía una casita de
dos habitaciones en 1945. En 1955 tenía siete casas, dos terrenos
y dos autos. Laburando de mozo. Pero yo me acuerdo que salía a
la calle y me daba asco el barrio. Yo decía este peronismo
es una mierda.
¿Y por qué?
Porque no le pedía nada a la gente. Le pedía que vaya
del trabajo a su casa y de la casa al trabajo. Y que no pensara. Lo importante
era el raviol del domingo, y Estudiantes y Gimnasia. Yo quería
ascender de clase social. Me hice actor de resentido social que era.
Le toca una campaña bastante gris. La gente no está
muy interesada...
A veces me encanta que la gente esté desesperada por impugnar
el voto. una parte mía dice qué bárbaro.
Pero después me acuerdo de que estoy metido en política
y que no debo pensar así. Además, creo que muchos políticos
no van a escuchar a la gente aunque haya un cuarenta por ciento de votos
impugnados...
UNA
CURIOSA DENUNCIA DE BELIZ
Pacto Terragno-De la Rúa
El candidato a senador del Frente
Nuevo País, Gustavo Beliz, denunció ayer un pacto
entre Fernando de la Rúa y Rodolfo Terragno con el objeto de nombrar
un ministro de Economía partidario el próximo quince de
octubre y lanzar un plan basado en la devaluación de la moneda
por lo menos a dos pesos por un dolar. Rodolfo Terragno, candidato
a senador de la Alianza, ni siquiera le respondió directamente
a su atacante. Cavallo, en vez de mandar a Beliz a hacer denuncias
absurdas, lo que tiene que hacer es aceptar el debate conmigo, dijo
el ex jefe de Gabinete, quien en esta contienda ha elegido como adversario
al ministro de Economía.
Beliz convocó a una conferencia de prensa especialmente para atacar
a Terragno. Frente al fracaso del actual plan económico,
la trama de este acuerdo incluye liberar de responsabilidad a De la Rúa
por la actual crisis social, responsabilizar de todo el fracaso del Gobierno
a un ministro extrapartidario y encaramar en el ministerio de Economía
a un equipo de conducción con más pura cepa radical. Esto
explica por qué De la Rúa sostiene públicamente que
va a votar al mismo candidato que hoy plantea la remoción de su
ministro de Economía, se explayó Beliz, y agregó
que Terragno está estudiando la salida de la convertibilidad junto
a un grupo de técnicos encabezado por Jesús Rodríguez.
De la Rúa tendría que estar loco para devaluar, y
por otro lado, Cavallo, en vez de mandar a Beliz a hacer denuncias absurdas,
lo que tiene que hacer es aceptar el debate conmigo, aseguró
Terragno, quien añadió que en la Argentina hay dos
proyectos: el de Cavallo, que ya fracasó y el suyo.
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