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 San Lorenzo y Colón empataron
en un partido brusco, desprolijo, disputadísimo. Dos veteranos
convirtieron de cabeza: Morant y Acosta; fue expulsado Michelini sobre
el final. Los santafesinos quedaron más contentos.
El caso de Colón de Santa Fe, invicto en nueve fechas –el
otro equipo, junto con el puntero Racing, que mantiene esta condición–
es digno de atención. Los de Fossati han sabido administrar lo
(poco) que tienen y con orden y sin desesperar han llegado hasta donde
están ahora. Enfrente, su rival de anoche, San Lorenzo, ha pasado
del sereno andar repentinamente a la inquietud y a la necesidad de sumar
y sumar para no perder contacto, sobre todo tras la caída catastrófica
de Avellaneda hace dos fechas. Del cruce de estas dos actualidades salió
un partido bastante mal jugado pero entretenido por el fervor. El empate
fue justo y deja a los santafesinos con 17 puntos, a tres de Racing con
su partido adelantado. Los de Pellegrini –con quince puntos–
deberán pensar en iniciar un nuevo ciclo tras los últimos
tropezones.
En el primer período, los dos llegaron poco y se pegaron mucho.
En el segundo llegaron algo más y se siguieron pegando. San Lorenzo,
sin Romagnoli ni Estévez, con un Santana poco influyente en el
juego, apostó a lo que pudieran hacer, sumados, Romeo y Acosta:
no sumaron nada. Tuvieron dos oportunidades claras dentro del área
chica y las desaprovecharon: el Beto se cayó y le dio muy alto;
Bernardo –tras buena jugada con Franco– resolvió débil
y sacó el arquero. Eso fue todo.
Por el lado de Colón, más cauteloso y en el papel de visitante
atento, no hubo ni siquiera insinuaciones de ataque: muy solo Graf, el
resto se amontonaba en el medio y ni Migliónico, ni Delgado ni
el dotado juvenil Capurro creaban algo más que telarañas
para el rival. Así, las únicas llegadas se produjeron sobre
el final, cuando Aquino disparó muy fuerte entrando Franco por
derecha y consiguió corner; y de ese corner vino el gol de Morant
–goleador de su equipo con cabezazos calcados y cantados–. Esta
vez se desprendió de Capria, pasó cortinado ante Michelini
y terminó cabeceando sin elevarse, caminando, al palo izquierdo
de Saja.
En el segundo, San Lorenzo atacó mejor con los ingresados: Leo
Rodríguez –muy enchufado– y Pusineri, dinámico.
El local empató en una jugada de Sub 40: centro de Leo y cabezazo
de Beto. Y era justo. Pero después Colón emparejó
y, mientras se sucedían las patadas, los tiros libres y las amonestaciones,
el partido se diluía. Al final se fue protestando Michelini.
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Casi no se juega el
partido
El encuentro que jugaron anoche San Lorenzo y Colón estuvo
muy cerca de suspenderse, debido a la medida de fuerza adoptada
por los empleados del club, por el atraso en el pago de sus haberes.
El personal de la entidad de Boedo se retiró del estadio
sin prestar los servicios. La determinación tomada por la
gente nucleada en el gremio UTEDyC surgió de una asamblea
realizada en las puertas del Nuevo Gasómetro, a las 18.30.
Luego, algunos directivos les prometieron que la semana próxima
se harán efectivos los pagos correspondientes.
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Ahora
les dicen “Chicago Bulls”
Otra buena producción
de Chicago y un escalón más en la cuesta abajo cordobesa.
Con su tercera victoria –segunda consecutiva– el equipo de Mataderos
llega a los once puntos. Anoche, pese a que comenzó bien Talleres
con un golazo de tiro libre de Albornós, los errores defensivos
fueron fatales: dos veces Mandra y una Valli sentenciaron.
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