Después del impacto de
la adjudicación de Aerolíneas Argentinas al Grupo Marsans,
ayer se empezó a conocer la estrategia del consorcio español
para la compañía área. Por lo pronto, además
de la historia rosa de que no habrá despidos y del compromiso de
una política de expansión, la compañía que
pasará a manejar la línea área difundió cuál
será su primera medida: Aerolíneas Argentinas sólo
mantendrá las rutas que sean rentables, según
señaló el portavoz del grupo en Buenos Aires, Julio Scaramella.
Y agregó: Se acabó eso de que por tener presencia
de la bandera argentina se mantenían cuatro vuelos semanales a
Tokio, cuando la mayoría volaban vacíos. Después
aclaró que Aerolíneas no vuela a Japón, pero que
utilizo como ejemplo de lo que será la política de la empresa.
La condición para mantener frecuencias, según definieron
los nuevos dueños de AA, es que los vuelos se completen en un 70
por ciento, que plantea una meta ambiciosa dado la depresión del
mercado y que abre interrogantes sobre el verdadero plan de Marsans para
Aerolíneas.
Los cuatro objetivos iniciales de Marsans para AA, grupo que se comprometió
a una aporte de 50 millones de dólares para cubrir deudas inmediatas
y poner en condiciones operativas la empresa, ya fueron definidos:
1. No despedir personal en los próximos dos años, aunque
no se descarta la convocatoria a un régimen de retiro voluntario.
2. Establecer un diseño de restablecimiento de rutas y frecuencias
para optimizar la operatoria, aunque con la restricción arriba
mencionada.
3. Reestructurar la función de los empleados en base a la plantilla.
4. Hacer una campaña agresiva por todos los medios para que vuelva
a ser inmediatamente la aerolínea que fue 15 años atrás.
Mientras tanto, dentro de treinta días Marsans asumirá la
conducción de la aerolínea, aunque la semana entrante está
previsto que viajen a la Argentina los máximos directivos del Grupo.
Esa presentación en sociedad será utilizada para enviar
una señal a los trabajadores: se pagarán los salarios atrasados
de los últimos dos meses.
Una de las dudas que tienen analistas del sector reside en si Marsans,
que participa en la línea área española Spanair y
Air Plus, estructurará una política similar a la de Iberia
y American Airlines, cuando cada una en su momento manejaron AA. Estas
reemplazaron las frecuencias que tenía Aerolíneas por las
propias. Por lo pronto, tanto Marsans como el Gobierno aseguraron que
no se repetirá esa historia. El ministro de Infraestructura y Vivienda,
Carlos Bastos, descartó esa eventualidad porque Spanair y Air Plus
van a ser complementarias de Aerolíneas, no competitivas,
como lo eran Iberia y American. Y consideró que Spanair principalmente
está operando en Europa y va a terminar trabajando como una línea
de distribución de tráfico que lleve Aerolíneas a
Europa: creo que, al contrario, el crecimiento de Spanair y de Air Plus
lleva de suyo el crecimiento de Aerolíneas Argentinas.
Sin embargo, Ariel Basteiro, titular de la Asociación de Personal
Aeronáutico, manifestó algunos reparos al respecto: Tengo
un sentimiento de dualidad porque hay una calma con optimismo por haber
podido superar esta crisis de los últimos seis meses y el sabor
de un triunfo a medias está provocado porque la empresa quedó
en manos de un grupo que es dueño de Spanair, la segunda empresa
aérea española, y de Air Plus, que es una empresa chartera
que tiene una fuerte competencia con las rutas de Aerolíneas Argentinas,
alertó.
La revancha de Terragno
Rodolfo Terragno consideró ayer que la venta de Aerolíneas
Argentinas al grupo español Marsans, que controla Spanair
asociado con SAS, es mejor que la quiebra, y sostuvo
que a partir de este traspaso el Estado no puede desentenderse
del futuro de la compañía porque la regulación
del transporte aéreo es una función que no puede delegarse.
El candidato porteño a senador indicó que en
su momento cuando fue ministro de Raúl Alfonsín
llegué a un acuerdo con SAS, socio minoritario de Spanair.
A mí me rechazó el PJ en el Senado un acuerdo para
que el Estado argentino tuviera el 51 por ciento, los trabajadores
el 9 por ciento y SAS el 40 por ciento, y estaba la empresa con
todos sus aviones, todas sus rutas. Y recordó que,
en ese momento, no quisieron que el Estado argentino eligiera
el socio, y ahora el Estado español ha elegido un dueño.
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Eurnekian no puede
usar ARG
La Justicia Federal ordenó a la empresa aerocomercial Argentina-ARG
(ex Lapa) que se abstenga de usar esa nueva denominación
de marca, haciendo lugar así a una demanda presentada por
Aerolíneas Argentinas. La resolución fue adoptada
por el Juzgado Federal a cargo de Roberto Raúl Torti, quien
fijó además una caución real de 50 mil pesos
a la empresa demandada, cuyo dueño es el empresario Eduardo
Eurnekian. Hace unos diez días Aerolíneas había
presentado un recurso solicitando a la Justicia la inhibición
del uso de esa nueva marca que fue lanzada al mercado la semana
pasada por entender que afectaba sus intereses comerciales
y de identificación. Ahora, el juez Torti ordenó a
la demandada se abstenga de usar la denominación Argentina
y la denominación ARG ya sea como marca, designación
enseña y/o nombre comercial.
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OPINION
Por Alicia Castro*
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Ignorantes
El Gobierno ignora la importancia que tiene Aerolíneas
Argentinas dentro de una política aerocomercial que sirva
a nuestros intereses políticos, geopolíticos, comerciales
y turísticos.
Los funcionarios de la Alianza son ignorantes y no saben administrar
un Estado moderno: Una política aerocomercial adecuada tiene
que atender la integración territorial y el desarrollo de
la economía. Hoy, en la época del comercio virtual,
es fundamental administrar las bodegas de los aviones para alentar
y favorecer el comercio de las economías regionales y favorecer
la exportación. La industria aerocomercial tiene que diseñarse
al servicio de una política turística propia. Nada
de esto ha sido tomado en cuenta.
El gobierno incumplió con la resolución del Congreso
que establecía las bases a seguir en esta negociación:
1. Recuperar el derecho de veto y la capacidad de decisión
política sobre Aerolíneas Argentinas. 2. Elaborar
un plan estratégico que contemple aspectos operativos, comerciales
y financieros para el desarrollo integral de Aerolíneas Argentinas
y Austral. 3. Hacer una oferta pública de venta que garantice
la transparencia y el control.
La propiedad de las aerolíneas es un instrumento de soberanía
de las naciones: Nuestro código aeronáutico establece
que la propiedad mayoritaria de las líneas aéreas
debe pertenecer en propiedad a argentinos con domicilio real en
la República. En todos los países desarrollados,
aún los que no tienen líneas aéreas estatales,
la propiedad de las aerolíneas es de los ciudadanos de las
respectivas naciones.
* Diputada nacional - Frente para el Cambio - Polo Social.
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