El lugar de los bombazos que
se vienen podrá ser Asia Central, pero las incursiones diplomáticas
occidentales se concentraban ayer sobre su retaguardia estratégica,
patio trasero o puerta de entrada (según se mire): el Medio Oriente.
El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, llegó
ayer por primera vez y el primer ministro británico,
Tony Blair, sale hoy para visitar la zona. Rumsfeld aterrizó en
Arabia Saudita y seguirá viaje hacia Omán, Egipto y Uzbekistán.
También ayer, Estados Unidos hizo su primer pedido formal a sus
18 socios de la OTAN para que se active la colaboración que exige
el célebre artículo cinco de la carta orgánica, ya
que el día anterior se habían entregado pruebas concluyentes
sobre la vinculación de Osama bin Laden con los atentados. En esa
reunión, el presidente ruso Vladimir Putin declaró que Rusia
reconsideraría su oposición a la futura ampliación
de la OTAN si Moscú estaba más involucrado en el proceso,
pero casi al rato se desmintió a sí mismo.
George W. Bush explicó que su mensaje a Medio Oriente es mostrar
la necesidad de una gran batalla contra el terrorismo: Estoy seguro
de que Rumsfeld transmitirá muy bien ese mensaje porque él
conoce exactamente mi posición sobre la misión que debemos
cumplir, especificó el presidente. Cumpliendo esas órdenes,
el jefe del Pentágono se reunió ayer en la capital saudita
Riad con el rey Fahd y su heredero, el príncipe Abdulá,
y el ministro saudita de Defensa, príncipe Sultán bin Abdul
Aziz, en la primera estación de su gira por la zona en busca del
apoyo árabe a la alianza internacional contra Osama bin Laden.
Sólo ha pedido a las autoridades saudíes más
cooperación en el campo de la información sobre el terrorismo,
dijeron sus colaboradores. Rumsfeld afirmó luego que no pedirá
a Arabia Saudita facilidades territoriales para las operaciones militares
de las fuerzas norteamericanas y enfatizó su convencimiento sobre
la importancia de la colaboración en el nivel del espionaje: Realmente
pienso que, en definitiva, un misil de crucero o un bombardero no serán
el factor decisivo en la lucha contra el terrorismo. Debemos disponer
de medios a una cercanía razonable del problema planteado para
poder reunir informaciones, y cuando éstas lo permitan pasar a
la acción y poder adoptar las medidas para desenmascarar a los
terroristas y convencer a los países que los albergan que pongan
punto final.
Blair hoy le seguirá los pasos a Rumsfeld. Su gira incluirá
la visita a Rusia, Pakistán y Omán, para ir juntando las
piezas del rompecabezas diplomático que permitan completar la coalición
política y militar contra el terrorismo internacional. Entretanto,
Blair principal socio estadounidense ya envió a Omán
24 buques de guerra y 23.000 soldados.
Un día después de que la OTAN invocase la cláusula
de defensa mutua, Estados Unidos solicitó oficialmente ayer el
apoyo de los demás miembros para una represalia por los atentados
del pasado 11 de septiembre. Una agencia de noticias belga informó
que Washington no habría solicitado soldados aunque sí habría
pedido la utilización de los aviones de reconocimiento a las órdenes
de la Alianza, la red de oleoductos, puertos y aeropuertos; sin embargo,
tampoco hay requerimientos particulares para países determinados.
El jefe del gobierno alemán, Gerhard Schroeder, resumió
los requerimientos de EE.UU.: cooperación en la recopilación
de datos de inteligencia, la protección de instituciones estadounidenses
en los países miembros y derechos ilimitados para hacer
uso del espacio aéreo y supervisarlo. A la vez, Putin en
Bruselas protagonizó su propia desmentida. Primero, hizo
declaraciones por la mañana mostrándose mucho más
conciliador que su posición habitual con respecto a la ampliación
de la OTAN: En lo que se refiere a la ampliación de la OTAN,
uno puede asumir un punto de vista diferente y completamente nuevo al
respecto (...) si la OTAN toma un matiz diferente y se convierte en una
organización política. Por supuesto nosotros reconsideraríamos
nuestra posición con respecto a esta ampliación si nos sintiéramos
involucrados en este proceso. Más tarde, Putin se desdijo
y aclaró que Rusia no ha cambiado su postura contraria a los planes
de ampliación de la OTAN con países del este de Europa,
algunos de ellos fronterizos con Rusia. Nuestra posición
con respecto a la ampliación de la OTAN es conocida y no ha habido
cambios, señaló Putin en una conferencia de prensa
tras entrevistarse con el secretario general de la OTAN, George Robertson.
Según The Washington Post, unas 1000 unidades de infantería
de montaña fueron enviadas a las ex repúblicas soviéticas
de Uzbekistán y Tayikistán limítrofes con Afganistán
para efectuar eventuales operaciones de salvamento en territorio afgano.
Pero la presidencia uzbeka declaró que no tiene informaciones sobre
un despliegue de esa naturaleza. El diario norteamericano también
registró que se identificaron 23 campos de entrenamiento
de terroristas como objetivo, así como un pequeño
número de aviones, carros blindados y baterías antiaéreas
pertenecientes al talibán, en varias regiones de Afganistán.
Claves
- El secretario de Defensa Donald Rumsfeld y Tony Blair recorren
Medio Oriente para conseguir el apoyo de sus aliados árabes
a los últimos preparativos de guerra. En la OTAN,
Estados Unidos pidió ayuda efectiva al resto de los
países miembros.
- La tregua intentada entre palestinos e israelíes sigue
sin cumplirse y los
reclamos de cumplimiento de Arafat no parecen tener
resultado.
- Estados Unidos impulsará un salvataje económico
para sí mismo que alcanzaría a los 100.000 millones
de dólares.
- El clima de pánico amenaza con haber tomado a los viajeros:
se produjo un falso secuestro de un avión en India y un atentado
con cuchillo en un micro en
Tennessee, Estados Unidos.
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VUELTA
A FOJAS CERO ENTRE ISRAELIES Y PALESTINOS
¿De qué cese del fuego hablan?
Será importante
para la coalición antiterrorista de George W. Bush, pero el cese
al fuego israelo-palestino ha fracasado de nuevo. Un comando palestino
se infiltró el martes en un asentamiento de Gaza y dio un golpe
demoledor a las expectativas de pacificación: mató a dos
soldados y provocó heridas a 14 personas, entre ellas tres niños,
en una acción reivindicada por el grupo integrista Hamas. Antes
de huir, los tres asaltantes fueron abatidos por francotiradores del ejército
israelí. Este incidente, el más grave y sangriento que sufre
un asentamiento judío desde que se inició la Intifada, supone
el fin de la tregua que la diplomacia internacional trataba de establecer
en la zona con el impulso de EE.UU.
Antes de que los combatientes pudieran replegarse al interior de la franja
de Gaza llegaron helicópteros y fuerzas de infantería de
la brigada Givati, que rodearon el lugar de los incidentes y lograron,
tras un largo tiroteo, abatir a dos miembros del comando. Durante toda
la noche las fuerzas de seguridad israelíes establecieron un cerco
en la zona con el objetivo de localizar al tercer asaltante y al grupo
de apoyo. La operación de la guerrilla palestina supone un claro
desafío a la política de pacificación de Yasser Arafat,
quien desde el ataque terrorista del pasado 11 de septiembre en Washington
y Nueva York trata de frenar y encauzar la Intifada. El acto de rebeldía
contra Arafat está encabezado por las organizaciones fundamentalistas
islámicas, Jihad Islámica y Hamas. Esta última organización
reivindicó la acción del martes y reiteró su intención
de proseguir con sus acciones armadas. Sin embargo, las resistencia a
la línea que Arafat trata de imponer no proceden sólo del
fundamentalismo: su propio partido, Al Fatah, ha anunciado de forma reiterada
que no acepta la orden de alto el fuego dada por su presidente.
El atentado se produjo pocas horas después de que finalizara el
ultimátum de dos días que el Gobierno israelí había
dado a Arafat para que impusiera en todos los territorios palestinos el
alto el fuego pactado hace tres semanas. El incumplimiento del pacto deja
las manos libres a Israel para reanudar las incursiones de tanques y blindados
contra las ciudades palestinas y continuar con la política de asesinatos
selectivos de los lideres de la Intifada, o al menos según elige
interpretarlo el gobierno de Ariel Sharon.
Aeropiratas
no eran, rehenes tampoco
Terminó
siendo un gran malentendido que produjo pánico por unas horas.
Un boeing 737 de la compañía pública india Alliance
Air, con 52 pasajeros y ocho tripulantes a bordo, despegó de la
ciudad de Bombay y a los 45 minutos de vuelo rumbo a Nueva Delhi, los
pilotos enviaron un mensaje de emergencia y, paralelamente, las autoridades
habrían recibido supuestamente un llamado anónimo
advirtiendo sobre la captura de la nave. Finalmente, el ministro indio
de la Aviación Civil, Shahnawaz Hussain, aclaró que fue
sólo una falsa alarma y que no habría existido
ni secuestro ni secuestradores.
Todo empezó con una confusión entre los controladores aéreos
de la ciudad de Ahmedabad y los pilotos. Una llamada extraña disparó
la paranoia: los pilotos pensaron que los secuestradores estaban entre
los pasajeros y cerraron la puerta a la cabina y los pasajeros creyeron
que los comandantes habían sido encerrados por los infiltrados.
Entretanto, varios pasajeros llamaban por sus celulares avisando que se
encontraban bien. Tuvimos un solo mensaje. El piloto no dio más
detalles, había declarado el ministro Hussain, mientras que
fuentes de la aviación civil señalaban la presencia a bordo
de dos piratas que no hablan bien inglés. Más
tarde, el mismo ministro aclaró: Ha sido una falsa alarma.
Hubo un malentendido entre los controladores aéreos de la ciudad
de Ahmedabad y los pilotos del avión. Y agregó: No
fue un simulacro planeado. Cuando el avión aterrizó,
numerosos soldados de la Guardia Nacional rodearon la máquina y
las autoridades estacionaron un camión delante del avión
para evitar su despegue. Anteriormente, todos los aeropuertos indios habían
sido puestos en estado de alerta. Estaban todos sanos, salvos y asustados.
OPINION
Por James Neilson
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En filas cerradas
Los hay que toman el ataque a las Torres Gemelas y el Pentágono
por un golpe devastador contra la globalización,
por evidencia de que la marea norteamericana ya ha culminado y está
por bajar. Se equivocan. Lejos de frenar la tendencia a imponerse
un solo modelo, los autores de la matanza acaban de darle un nuevo
impulso. Mientras que antes del 11 de setiembre lo que más
enfurecía a los globalifóbicos era la
propensión de los norteamericanos y, en menor medida europeos,
a exportar sus propias modalidades económicas, a partir de
aquel día están obligando a todos los demás
países a adoptar esquemas de seguridad que puedan controlarse
desde el centro. En ambos casos el motivo era sencillo. Las excentricidades
económicas argentinas, digamos, resultaban intolerables no
porque depauperizaban a millones de argentinos sino porque amenazaban
las finanzas mundiales. Del mismo modo, la inoperancia o peor de
las fuerzas de seguridad tercermundistas posibilitan catástrofes
colosales no sólo en Buenos Aires y El Cairo sino también
en Nueva York y Londres. A los líderes del primer mundo,
pues, no les queda otra opción que torcerles el brazo a otros
gobiernos hasta que hagan lo necesario para que al menos puedan
capturar a terroristas.
Todo orden político exige cierta uniformidad. Al entremezclarse
los distintos países y culturas, aumenta por momentos la
cantidad de reglas universales. En adelante, todos los bancos, lo
mismo que todas las fuerzas policiales y militares, tendrán
que estar dispuestos a compartir cuanta información recojan
con las agencias norteamericanas correspondientes. Asimismo, es
de prever que muy pronto los programas educativos de cualquier país
reacio a correr el riesgo de ser calificado de paria
sean ajustados para que se adapten a los requisitos de los más
poderosos.
Por desgracia, lo que funciona adecuadamente en los países
avanzados suele adquirir formas caricaturescas en otros, de ahí
los desastres económicos protagonizados por quienes creen
haber hecho todos los deberes, la degeneración de iniciativas
sociales en teoría buenas en meras fuentes de botín
político y el terrorismo de Estado institucionalizado como
respuesta al terrorismo privado. Parecería que lo único
que no pueden exportar los poderosos es el respeto por la eficiencia
y la prolijidad que es un ingrediente imprescindible de su propia
receta, de modo que si bien todo el mundo tendrá que encolumnarse
detrás de los líderes, lo que suceda entre los rezagados
forzará a Estados Unidos y sus acompañantes principales
a intervenir cada vez más.
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