Por Adrián De Benedictis

Los miedos y la incertidumbre comienzan a alejarse de la actualidad de River. Después de un inicio de torneo con muchas dudas, que incluyeron la pérdida de varios puntos sobre el final de los partidos, el equipo conducido por Ramón Díaz parece haber encontrado el camino que puede conducirlo al éxito. A partir de las duras palabras del entrenador hacia sus dirigidos, el plantel demostró una reacción positiva que lo ubica como uno de los que lucharán por la cima. Luego de revertir el resultado ante Vélez, el domingo pasado, River concretó ayer una histórica goleada ante Independiente, en Avellaneda, con una gran superioridad sobre su rival, que no logra escapar de la mediocridad.
Pero más allá del 5-0, que coloca a River como el equipo más goleador del certamen con 23 tantos, el conjunto de Núñez construyó una producción de alto nivel a partir de sus individualidades. Y generalmente, cuando sus integrantes están convencidos que poseen una mejor capacidad técnica, puede convertirse en un equipo temible. Por ello, al contar con futbolistas de la talla de Cambiasso, Ortega, D’Alessandro, Cardetti –el goleador volvió a aportar con su cuota habitual–, River puede pensar en cosas importantes. Pero además de los mencionados, las cualidades de Lequi, Franco, Ledesma (que se movió con mucha autoridad) y Alvarez, también suman para que el poderío sea aún mayor.
Y en ese punto se resolvió el encuentro de ayer. Las características de un equipo prevalecieron por sobre las del otro. Mientras Independiente apostó sólo a lo que podía crear el juvenil Galván, teniendo en cuenta que Ariel Montenegro nunca fue un volante con tendencia ofensiva como su hermano Daniel, River manejaba la pelota con Cambiasso, D’Alessandro y Ortega. Además, desde atrás aparecía con oportunismo Ariel Franco por la franja derecha. Un detalle: Díaz acertó con la inclusión del joven defensor, que dio seguridad en la marca y tuvo criterio cuando se proyectó, algo no había podido encontrar en Lombardi y en Garcé.
En consecuencia, la conclusión fue simple. River tomó el protagonismo del juego y los goles llegaron por decantación. A pesar de que se fue al entretiempo con una ventaja elevada de dos goles, en la segunda mitad no dejó dudas del triunfo. Mientras el local buscaba con envíos aéreos (Comizzo sigue sin dar seguridad en este rubro), River mostraba el camino con toques rápidos, de primera, y con sociedades numerosas. El primer grito fue de D’Alessandro, con un zurdazo cruzado. Golazo. Luego el propio Marchesini fue el que venció a Rocha, cuando intentó despejar un centro de Cambiasso. La contundencia del segundo tiempo comenzó con un tiro penal que convirtió Cardetti, siguió con el goleador después de un regalo de Páez y finalizó con Cambiasso, luego de un gran jugada de Ortega por la izquierda.
Desde lo que evidenció ayer, Racing encontró un rival de peligro en busca del título. Y al mismo tiempo, dejó atrás cualquier preocupación con su histórico rival. Todo dependerá de River, y de su propio convencimiento.

ENTRE BANFIELD Y ARGENTINOS
Hubo igualdad en el Sur

Luego de su buen comienzo en el torneo Apertura, Argentinos empezó a pensar nuevamente en la tabla de los promedios. Después de su derrota ante Boca, el último domingo, anoche empató en un gol ante Banfield, un rival que también intenta mantener la categoría. El equipo de La Paternal fue levemente superior al local en la primera parte, y así se puso en ventaja por intermedio de Insúa. En el segundo tiempo, Banfield, con más fuerza que fútbol, logró llegar a la igualdad a través de Forestello.

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