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El enmascarado Raúl no se rinde

Alfonsín está en París, en un congreso de la Internacional Socialista. Desde ahí aseguró que �no se va a tolerar� otro ajuste.

Alfonsín está en su salsa,
en la Internacional Socialista.
“Pensar en políticas recesivas
casi resulta ya imposible.”

En pleno tembladeral económico, con el riesgo país por las nubes y la Bolsa en picada, no puede haber música más estridente para los oídos de los mercados que Raúl Alfonsín pidiendo un cambio de modelo económico. Desde París, adonde viajó a participar del congreso de la Internacional Socialista, el ex presidente habló también de la urgente necesidad de reprogramar la deuda externa y anticipó que “no se va a tolerar” un nuevo ajuste, sobre todo si vuelve a tocar sueldos y jubilaciones. “El modelo está muy jaqueado”, concluyó, quien alguna vez ya se erigió en el principal opositor a la avanzada dolarizadora, postura a la que seguramente retornará cuando hoy lea por Internet los diarios con las declaraciones del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. Así que, cerca del ministro Domingo Cavallo, ya van a tener a quién culpar en caso de otra debacle.
“Pensar en políticas recesivas en estos momentos casi resulta ya imposible. Ajuste, recesión, ajuste, recesión, ajuste, recesión. Así da la impresión que no vamos a ninguna parte”, advirtió ayer Alfonsín en diálogo con el canal de cable TN y con Canal 7. En campaña para ser senador en la provincia de Buenos Aires, el ex presidente no anduvo con cuidados pese a lo delicado de la situación financiera y reclamó cambios, aunque esquivó definir si para eso es necesaria la salida de Cavallo. Primero, porque aclaró que es el presidente Fernando de la Rúa quien decide sobre sus colaboradores, y también porque, a esta altura, no es cuestión de nombres. “Yo siempre aplaudo o discuto ideas, no nombres”, puntualizó.
Además, adelantó que en el discurso que pronunciará hoy en la Internacional Socialista pedirá la condonación de la deuda externa para los países pobres y de una reprogramación para los emergentes, como es el caso de la Argentina. Consideró que ese sería, sin dudas, el primer paso “indispensable” para sacar al país de la recesión.
Y no será el actual modelo el único problema de Alfonsín. Si el Gobierno de veras está estudiando la posibilidad de dolarizar, encontrará en el ex presidente –como ya ha sucedido en el pasado reciente– uno de sus principales escollos políticos. Alfonsín ha llegado a decir que incorporar al dólar como moneda sería “terminar con el país”. Por el tema se enfrentó con lo que denomina genéricamente como “neoliberalismo” y que tenía en el ex jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes, uno de sus principales operadores en el entorno de De la Rúa. Pero el Presidente nunca tomó en serio esa alternativa por lo que el enfrentamiento nunca pasó a mayores. En caso de ponerla en marcha ahora, entonces, podría significar la ruptura definitiva entre el Gobierno y Alfonsín.
De lleno en la campaña, el ex presidente abandonó en las últimas semanas sus encuentros con diferentes sectores para elaborar un programa de consenso que sirva para establecer un gobierno de “unión nacional” después de las elecciones del 14 de octubre como forma de garantizar la gobernabilidad. La iniciativa no le gustó nada a De la Rúa porque considera que va en desmedro de su poder de mando. Ayer, Alfonsín insistió en la necesidad de llegar a la unión nacional, “no solamente de la política sino de sectores económicos y sociales”. Y que uno de los puntales de esa unidad debería ser el consenso en reprogramar la deuda, una alternativa que –consideró– de ninguna manera puede haber influido en el comportamiento que tuvo la Bolsa ayer.

 

Receso de Duhalde

Tal vez por la apatía reinante frente a las elecciones de la próxima semana, o tal vez porque las encuestas lo dan seguro ganador, el candidato a senador del PJ bonaerense, Eduardo Duhalde, ordenó suspender los actos proselitistas para hoy. Lo cierto es que uno y otro motivo fueron razones suficientes como para que el candidato decidiera festejar su cumpleaños número 60 acompañado solo de sus familiares. El sábado retomará normalmente la campaña.

 

DE VILMA IBARRA A SUSANA RINALDI
Desafío a debatir

En medio de una campaña apática y gris, la gente no tiene mucho interés en presenciar debates políticos. En la Capital ya hubo dos, pero ninguno batió records de audiencia. Sin embargo, la segunda candidata a senadora por la Alianza porteña, Vilma Ibarra, desafió ayer a su competidora del ARI, Susana Rinaldi, a un debate público.
“Todas las encuestas indican que Rodolfo Terragno y Alfredo Bravo serán elegidos senadores. La clave está dada, ahora, por la elección del tercer senador por la ciudad que pertenecerá a la fuerza más votada”, señaló Ibarra. “Invito a la señora Rinaldi a encontrarnos en un debate franco, respetuoso y democrático, de cara a la ciudadanía, para aportar a un voto responsable y consciente”, completó.
Hasta ahora hubo un par de debates en la arena porteña: uno de senadores y otro de diputados, en programas de cable. Estuvieron lejos de conmover a la población, que cada vez más se inclina por el voto anulado o en blanco. Esto no impidió a Ibarra (Vilma) lanzar su desafío, al que Rinaldi –hasta ahora– no ha respondido. Según se comenta en el Frepaso, el Socialismo Democrático –eje del ARI porteño– comprobó a través de algunas encuestas que la actriz no arrastra tantos votos como creían. Por eso –dicen– ha limitado sus apariciones públicas.

 

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