Por Alejandra Dandan
No se olvide: la carátula
puede pasar de lesiones graves a homicidio. Rodolfo Brizuela es
el juez de La Matanza que tiene en sus manos la causa del chico de 16
años, autor del tiro disparado en una escuela de Ciudad Evita.
El juez le tomó declaración al adolescente que después
de algunas horas de permanecer prófugo fue entregado a la Justicia
por sus padres. El chico aseguró que el disparo fue un accidente.
Esa posibilidad fue reforzada por el resultado del informe pericial ordenado
para examinar el arma calibre 22 que produjo el disparo. De acuerdo con
ese examen, el revólver era harto defectuoso. De todos
modos, el joven quedó preso en una centro del Consejo del Menor.
Mientras tanto, la segunda historia de este caso continúa sin definirse:
Víctor, el estudiante de 14 años que recibió el disparo
en la cara, está en estado crítico, internado en el Hospital
Posadas.
Nadie puede olvidarse que en este caso hay dos chicos, no sólo
uno, insiste ahora Brizuela, pensando en Víctor R., que sigue
inconsciente en el hospital. Aunque los signos vitales están mejorando,
su vida sigue en peligro. A raíz del disparo, ya perdió
uno de los ojos y los médicos no pudieron quitarle la bala alojada
detrás del oído. Por eso, la causa caratulada por ahora
como abuso de armas y lesiones graves podría reemplazarse
por lesiones gravísimas u homicidio. Ese cambio modificaría
también la situación de Emanuel P., el joven que entró
el miércoles a la escuela con un revólver escondido en la
ropa.
Cuando disparó había sesenta compañeros en el aula.
Emanuel había llegado más tarde que sus compañeros,
cinco minutos después. Todavía no había empezado
la clase de ciencias sociales. Apenas entró, fue hasta el banco
de Víctor, dejó la mochila en el piso y sacó el arma.
Nadie pudo explicar qué fue lo que provocó el disparo. Página/12
habló con Miguel Angel Rancanelli, el abogado defensor contratado
por los padres: Emanuel accionó la corredera de la pistola
para atrás dijo y se disparó. Pero eso no debería
ni siquiera haber ocurrido: el arma tenía una falla del mecanismo.
Eso es lo que debe determinar ahora el juez, y para hacerlo pidió
los resultados de los exámenes periciales del arma. Los datos fueron
rotundos: Ese revólver es harto deficiente: casi diría
explica Brizuela que esa arma es más peligrosa que
una que funcione bien porque tiene mecanismos absolutamente deteriorados.
La Justicia no sabe de dónde sacó Emanuel ese revólver,
aunque existen varias pistas. El chico le contó al juez que lo
encontró en la calle esa mañana antes de ir a la escuela.
Sin embargo, algunos de sus profesores tienen una versión distinta.
Algunos creen que la habría encontrado entre las cosas de uno de
sus hermanos, tal vez de uno de ellos que pasó un período
en prisión por una condena y ahora ha vuelto a la casa. Es
una posibilidad, se limitó a decir el juez sobre este punto.
Los padres de Emanuel son trabajadores, habitantes de uno de los barrios
más críticos del conurbano. No es sólo una
zona roja dice esta vez Brizuela, es de color bermellón:
es un contexto muy marginal, no sólo peligroso. Hasta allí
corrió Emanuel para esconderse después del disparo. Y desde
ahí, más tarde, salieron sus padres para llevarlo al despacho
del juez. Por eso Brizuela lo vio dos veces, a la noche, después
de los disparos y ayer a la mañana, cuando finalmente le tomó
declaración: La primera vez lo vi muy asustado, pero ayer
estaba angustiado.
En las próximas horas, el magistrado deberá resolver la
situación procesal del chico. Todavía está en pleno
proceso de análisis. A lo largo de esta mañana, recibirá
en su despacho a siete de sus compañeros. Ya habló con algunos
profesores y directivos de la escuela. Sabe que la conducta de Emanuel
tiene altibajos y que tuvo algunos problemas un pocoserios en la
escuela. De todos modos, la resolución aún no está
hecha: Quien me conoce y ha visto mis fallos asegura
sabe que no considero la institucionalización como la mejor alternativa
para los chicos.
DE
LA RUA INAUGURO EL NUEVO SECTOR DE PARTIDAS
Día de estreno en el Aeroparque
El Aeroparque Jorge Newbery
está de estreno. El presidente Fernando de la Rúa inauguró
ayer oficialmente un nuevo sector de partidas en la aeroestación,
que incluye la ampliación del hall de accesos de la planta alta,
otra sala de embarques y preembarques, la instalación de cuatro
mangas para ascenso y descenso de pasajeros, más áreas comerciales
y un estacionamiento de cinco niveles con capacidad para 800 vehículos.
En el marco del plan de remodelación, AA2000 encaró también
una serie de obras para mejorar la seguridad del Aeroparque: reacondicionó
el pavimento de pistas de rodaje y plataformas, realizó una reposición
total de la señalización diurna, la readecuación
de los estacionamientos de aeronaves en plataforma y el mantenimiento
correctivo de balizamiento.
Ernesto Gutiérrez Conte, titular de la concesionaria Aeropuertos
Argentina 2000, indicó que si bien éste no es el mejor
momento para inaugurar las obras tras la incertidumbre producida
en el tránsito aéreo luego de los atentados terroristas
en Estados Unidos, marcan una nueva concepción en la seguridad
y colocan al Aeroparque entre los aeropuertos más seguros
del mundo. Para tener seguridad contra atentados con explosivos,
la concesionaria tomó la decisión de construir con hormigón
armado la cara del edificio que mira a la plataforma. El Aeroparque tiene
un flujo de 6,5 millones de pasajeros por año, lo que lo convierte
en la aeroestación de cabotaje más importante del país.
De la ceremonia inaugural participaron unos 600 invitados, entre ellos
los ministros de Defensa, Horacio Jaunarena; de Economía, Domingo
Cavallo; el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini; la primera
dama, Inés Pertiné; legisladores y empresarios. El presidente
De la Rúa comprometió todo el apoyo del Estado
en materia de seguridad y confió en que la actividad aerocomercial
se reactivará a pesar de la retracción del mercado.
Precisamente, en el acto inaugural, Conte manifestó su preocupación
por la caída en la actividad aérea que en los últimos
meses dijo alcanzó al 50 por ciento.
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