Por José
Natanson
El Gobierno no logra salir
del estado de crisis permanente. A pesar de las declaraciones de los funcionarios,
que durante todo el día se esforzaron por serenar los ánimos,
ayer la Rosada vivió otra jornada cargada de reuniones, versiones
y rumores, con las variables económicas fuera de control y un nuevo
paquete económico en estudio. A pesar del clima de confusión,
al final del día podían sacarse un par de datos que, aunque
nunca está todo dicho, parecían bastante probables: la creación
de un superministerio de asistencia social a cargo de Patricia Bullrich,
la renuncia de Juan Pablo Cafiero y el ingreso de un puñado de
delarruistas puros al Ejecutivo nacional.
El día comenzó con una nueva caída de la Bolsa, otro
repunte del riesgo país y versiones sobre un volantazo económico
devaluador o dolarizador inmediato. Preocupado, De la Rúa
suspendió su agenda y se quedó en Olivos. Mientras el equipo
económico preparaba un paquete de medidas, la mesa chica del Gabinete
se acercaba para conversar con el Presidente.
La línea, en todo momento, apuntó a bajar las expectativas.
No hay que dramatizar. Hay que sacarle toda pincelada dramática,
dijo el secretario General de la Presidencia, Nicolás Gallo, antes
de ingresar. Después se sumaron el canciller Adalberto Rodríguez
Giavarini, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, y el jefe
de Gabinete, Chrystian Colombo.
Según confió a Página/12 uno de los participantes,
el encuentro giró alrededor de la crucial reunión con las
autoridades brasileras del martes que viene, en la que se discutirán
mecanismos de compensación para el Mercosur. Hoy, Rodríguez
Giavarini y Colombo ofrecerían una conferencia de prensa para explicar
el asunto. El resto de la reunión se dedicó a evaluar las
medidas económicas que prepara Cavallo (ver página 3).
También se habría analizado la posibilidad de adelantar
el lanzamiento del paquete antes del 14 de octubre. Según explicaban
en Gabinete, la alternativa fue descartada. Sin embargo, otros funcionarios
aseguraban que el anuncio podría apurarse para demostrar que la
Rosada se encuentra en funciones más allá de la campaña
electoral.
Otro de los datos claves fue el respaldo explícito que De la Rúa
le dio a Cavallo en la intimidad del encuentro, descartando los rumores
sobre su salida después del 14 (ver recuadro). Me recontra
confirmó, definió el ministro de Economía a
sus íntimos una vez que concluyó la reunión.
Después, el economista cordobés ofreció una desprolija
conferencia de prensa junto a Colombo para desmentir todas las versiones.
En la reunión se evaluó el impacto de algunas declaraciones
desafortunadas de los candidatos y las consecuencias que esto tiene en
la evolución de las economía, dijo el jefe de Gabinete,
latiguillo con el que viene machacando desde hace tres días.
Más tarde, el mismísimo De la Rúa salió a
dar explicaciones. No se haga caso a rumores. En la campaña
electoral pareciera que hay muchos que se largan irresponsablemente contra
el necesario equilibrio fiscal, hablan a la ligera de devaluación
y de elementos que crean incertidumbre, dijo De la Rúa. Lejos
de registrar el clima de ansiedad general (o la gravedad de la situación),
el Presidente aprovechó la nutrida presencia mediática para
presentar al candidato a senador de la Alianza en Jujuy, Gerardo Morales,
que había ido a agradecerle medidas de eliminación del IVA
a tres municipios jujeños.
Alternativas
Las versiones circularon desde temprano. La primera, que ya todos dan
por cierta, es la construcción de un superministerio de asistencia
social, versión tardía de la demorada Agencia de Carlos
Chacho Alvarez. Centralizaría dos carteras Desarrollo
Social y Salud y la secretaría de Empleo, además de
otros programas asistenciales dependientes de Educación, Interior
y el Anses. * Uno de los rumores más extendidos se refería
justamente a la salida de Juan Pablo Cafiero. Desmiento haber presentado
la renuncia pero sí advierto que sólo se ha adelantado el
10 por ciento de los fondos, sostuvo ayer el funcionario. Según
aseguraban sus amigos, el jueves por la noche, cuando las versiones circulaban
con fuerza, Juampi recibió un llamado del Presidente para desmentir
su alejamiento.
- La salida de Cafiero podría darse en un marco más general:
la decisión del Frepaso de romper la Alianza luego del 14 de octubre
o la de la Rúa de desprenderse de los últimos frepasistas
del Ejecutivo: la secretaria de Ciencia y Tecnología, Adriana Puigróss,
y el de Empleo y PYMES, Enrique Martínez, entre otros.
- Si se concreta el plan, Héctor Lombardo debería abandonar
el Ministerio de Salud.
- El nombre más mencionado para ocupar la jefatura del nuevo organismo
es el de Bullrich. Ejecutiva y leal, la funcionaria es muy valorada por
el Presidente. Sin embargo, Bullrich ha estropeado la relación
con los gremios, con los que De la Rúa buscaría algún
tipo de paz social después de la elecciones. La solución,
entonces, consistiría en trasladar a Bullrich al lugar de Cafiero,
y designar a un dirigente nuevo en Trabajo. * El ministro del Interior,
Ramón Mestre, es uno de los pocos funcionarios que ha logrado reunir
un importante consenso... en contra. Todos descuentan su salida. Su reemplazante
natural sería Rafael Pascual quien, sin embargo, pondría
como condición la renuncia de dos secretarios: el de Asuntos Políticos,
Lautaro García Batallán, y el de Seguridad, Enrique Mathov.
- Otra versión difundida ayer era el alejamiento de Carlos Bastos
y la vuelta de Gallo al Ministerio de Infraestructura, una cartera creada
a su imagen y semejanza en los comienzos de la gestión delarruista.
El tema habría provocado un duro cruce entre Gallo y Cavallo (ver
recuadro).
- En ese caso, la Secretaría General de Presidencia quedaría
libre. Ayer se mencionaba para el cargo a Enrique Olivera, como uno de
sus posibles destinos. El ultradelarruista José María García
Arecha, cuyo mandato como senador vence en diciembre, podría reemplazar
a Olivera en el Banco Nación.
- La salida de Jorge de la Rúa, en este caso por una decisión
personal del ministro, era otro de los rumores. Según se decía
ayer en los pasillos de la Rosada, la cartera de Justicia podría
convertirse en una secretaría dependiente de Educación.
El momento de los cambios aún no está claro. Muchos creen
que se concretarán luego de las elecciones, aunque en definitiva
todo depende de la marcha de la economía y la dinámica de
la crisis. Pero, más allá de los tiempos, hay una conclusión
que parece clara: las salidas de Cafiero, de Bastos y de Mestre, la permanencia
de Bullrich, Rodríguez Giavarini y Gallo, la llegada de Pascual,
García Arecha y Olivera. Todo indica que -cuando finalmente se
decida el Presidente, en su punto más crítico de debilidad
política, optará por delarruizar aún más el
Gabinete.
El futuro de Cavallo
A pesar de que el Presidente le habría confirmado en privado
que sigue firme en el cargo, las versiones sobre un alejamiento
de Domingo Cavallo luego del 15 de octubre no cesan. De acuerdo
con uno de los rumores más difundidos, Adalberto Rodríguez
Giavarini, que durante muchos meses había resistido un eventual
desembarco en Economía, habría roto su negativa. El
canciller, finalmente, habría aceptado reemplazar a Cavallo
si De la Rúa se lo solicita. Siguiendo con esta versión,
Rodríguez Giavarini habría comenzado a trabajar en
uno de sus principales flancos débiles: la falta de un equipo
económico coherente que lo acompañe. Ante esta debilidad,
el canciller habría mantenido algunas conversaciones con
el actual titular del Banco Nación, Enrique Olivera, y con
Eduardo Delle Ville, quien lo reemplazó en la Secretaría
de Hacienda del Gobierno de la Ciudad en los últimos tiempos
de la gestión de De la Rúa.
En todas las versiones sobre una renuncia de Cavallo, se menciona
la continuidad de Daniel Marx en el equipo. El secretario de Finanzas
piloteó personalmente la última negociación
con el Fondo. Su permanencia sería clave por la relación
con los organismos internacionales para garantizar la llegada de
la ayuda financiera y la renegociación de la deuda.
En sintonía con el rumor sobre su alejamiento, ayer Cavallo
se habría cruzado con el secretario general de la Presidencia,
Nicolás Gallo. Según se comentaba en el Gobierno,
el ministro de Economía se enteró de la versión
que indicaba que Gallo reemplazaría a Carlos Bastos en el
Ministerio de Infraestructura y se comunicó con el secretario
general, con quien discutió a los gritos por teléfono.
La paz habría llegado recién por la tarde, cuando
los dos hombres se encontraron en Olivos.
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EL
GOBIERNO ATACA AL PJ Y EL PJ SE DEFIENDE
La causa de todos los males
El Gobierno se debate ante la
posibilidad de adelantar los cambios en el gabinete frente a la irrefrenable
debacle económica que tuvo su máxima expresión cuando
el riesgo país rozó los 2000 puntos. Sus voceros acusan
al justicialismo de promover una campaña en contra
Fernando de la Rúa con la intención de provocar una salida
anticipada del Presidente. Mientras ello ocurre, en el PJ confían
en que el rotundo triunfo del 14 de octubre servirá
para que el Gobierno cambie el rumbo económico.
En el justicialismo hay una especie de sensación ambigua. Por un
lado están seguros de que los próximos comicios el PJ arrasará
al oficialismo. En las encuestas y en la crisis económica reside
la seguridad de los dirigentes peronistas. Pero también hay lugar
para la preocupación y se basan en las declaraciones del jefe de
Gabinete, Chrystian Colombo, quien dijo que ante la posibilidad de devaluar,
prefiere dolarizar. Esto es muy peligroso. Ecuador lo hizo y tiene
un riesgo país apenas menor que el nuestro. Pero lo que más
preocupa es que no hay una política definida, estamos como a la
deriva, lo escucharon decir al candidato a senador y ex gobernador
Eduardo Duhalde.
Mientras esto ocurre, los cruces entre representantes del oficialismo
y la oposición no cesaron. Ayer, por ejemplo, el vocero presidencial,
Juan Pablo Baylac, utilizó una parte de su jornada para lanzar
dardos contra candidatos y algunos gobernadores del PJ a los que acusó
de jugar con fuego y andar con baldes de nafta. En tanto,
el titular de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, realizó
una curiosa lectura de estas operaciones contra De la Rúa.
Se las endilgó a los gobernadores José Manuel de la Sota
y Carlos Ruckauf, y dijo que se trata de manotazos de ahogados de
quienes no tienen respuesta para sacar al país de la varadura.
La bronca con De la Sota se generó luego de que éste dijera
que el país va a estrellarse y nadie trata de evitarlo. La
responsabilidad es del Presidente para luego agregar otra frase
más dura: Nunca tuvimos un Presidente tan ausente ni un vacío
de autoridad tan grande como ahora.
Con Ruckauf el enojo es más antiguo. Ayer, el mandatario bonaerense
mostró, después de mucho tiempo, su amplia sonrisa durante
una conferencia de prensa que compartió con Duhalde. A las acusaciones
de Baylac y Pascual respondió con una frase que le atribuyó
al líder radical Ricardo Balbín: Quisiera que lleguen,
aunque sea con muletas. Inmediatamente pasó a jugar un rol
más proselitista: Con el triunfo del justicialismo, el presidente
va a tener una oportunidad espectacular para salir de la crisis.
La Argentina insistió vive un momento muy difícil
y necesita pilotos de tormenta y legisladores que tengan experiencia de
gobierno y que sepan para donde hay que ir.
Duhalde no fue menos que su socio a la hora de analizar la situación.
Afirmó que es absurdo pensar que la Alianza nos
lleve a salir de la crisis y señaló que el PJ es
el núcleo político capaz de sacar al país del pozo
en que se encuentra. Sólo votando al PJ podremos construir un poder
político que nos permita salir de la situación que vivimos,
dijo.
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