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Por Romina Calderaro
 Horacio Liendo, el candidato
¿del Gobierno? estaba explicando cómo, si Domingo Cavallo
no hubiese asumido al frente del Ministerio de Economía, “todo
hubiese sido peor y no nos hubiésemos mantenido a flote” y
brindaba detalles sobre el círculo virtuoso que traerá la
política de déficit cero y lo mucho que el ministro, a quien
hace poco definió como “el Maradona de la Economía”
hace por la Argentina. Un rato después, Alfredo Bravo, el candidato
de Alternativa por una República de Iguales (ARI), le pidió
la palabra al moderador del debate, Nelson Castro, para hacer un comentario
que mereció las risas de los oyentes y del resto de los candidatos
a senadores. “Yo no soy economista”, dijo, “pero me formulo
reflexiones del más elemental sentido común. Por ejemplo:
si lo que dice Liendo está bien, ¿por qué se supone
que estamos tan mal?”.
El debate entre los candidatos fue organizado por la Delegación
de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) a propósito de las
elecciones legislativas del 14 de octubre. En el Hotel Holiday Inn, cerquita
del Abasto de Buenos Aires, se encontraron la noche del jueves el candidato
a senador de la Alianza en la Capital Federal, Rodolfo Terragno; el del
ARI, Alfredo Bravo; Horacio Liendo, de Unión por Buenos Aires;
Luis Farinello, del Polo Social; Eduardo Duhalde, del PJ; Gustavo Beliz,
de la Alianza de Centro, y Diana Conti en representación de Raúl
Alfonsín, candidato a senador en la provincia de Buenos Aires ausente
unos días de la contienda por un viaje a Europa.
“¡Qué esquizofrenia!, estoy sentado a la derecha de
Duhalde”, dijo Bravo apenas se acomodó en su lugar, y los
dos rieron. Después se sortearon los turnos y empezaron las exposiciones
de los candidatos, que por cierto fueron mucho menos interesantes que
el tramo de las preguntas de la gente. “Estamos en depresión”,
disparó Duhalde, y dedicó el resto de su exposición
de siete minutos a explicar que en la Argentina se ha diluido el poder
político y que a los argentinos nos va mal porque somos menos nacionalistas
que los chilenos y los brasileños. Le siguió Bravo, el primero
en lanzar una frase sobre la cual Liendo pediría precisiones luego:
“el modelo está agotado”. Terragno habló de la
importancia de esta elección más allá de su función
de plebiscito al gobierno: “el Senado, con renovaciones parciales,
va a legislar seis años y la Cámara de Diputados cuatro”,
dijo. Diana Conti, que no mencionó la palabra Alianza en todo su
discurso, señaló que “el desprestigio de la política
tiene causas justificadas” y llamó a los argentinos “a
ser Nación y nunca jamás sometidos ni colonia”. Y Beliz,
tal vez el más concreto de los candidatos a la hora de exponer,
enumeró sus cuatro propuestas básicas para después
del 14 de octubre. “Reprogramar la deuda” estaba en primer término.
A su turno, Liendo habló de las virtudes del déficit cero
y pidió a los candidatos que especifiquen qué quieren decir
exactamente cuando hablan del “modelo agotado”. “Si el
modelo es seguir con la Convertibilidad y lograr el déficit cero,
creo que hay que seguir con el modelo”, dijo. Más tarde, Terragno,
en sintonía con Bravo, retrucó diciendo que “ya está
probado que el círculo virtuoso al que hace referencia Liendo no
funciona mágicamente”. Farinello habló de cómo
decidió saltar a la política (en la que dice no sentirse
cómodo todavía) y sostuvo que “seguir ajuste tras ajuste
no va a reactivar la economía”.
Las preguntas del público dieron paso a las chicanas y también
a algunas definiciones. Por caso, quedó claro que ni Terragno,
ni Duhalde, ni Liendo, creen que éste sea el momento para devaluar.
En palabras de Duhalde, “estoy preocupado, tengo que decir que en
este punto coincido con Terragno. ¿Me estaré volviendo radical?”.
La pregunta sobre la postura que asumirán los candidatos respecto
de los sobornos en el Senado le hizo pasar un mal momento a Beliz. El
líder deNueva Dirigencia aseguró que “si llego a la
Cámara voy a pedir la derogación de esa ley trucha”.
Pero un rato después, Bravo lo trajo a la realidad. “Quiero
decirle a Beliz que aplaudo sus buenas intenciones, pero que para derogar
esa ley se necesitan dos tercios de los votos. Y cuando yo lo intenté,
no junté ni un tercio”, dijo.
El tema del modelo volvió con una respuesta a Liendo. “Está
claro cuál es el modelo que está agotado: el de transferencia
internacional. Acá hay dos veredas y después del 14 cada
uno debería elegir una para pararse. Están los que apoyan
a los sectores productivos por un lado y por el otro los que apoyan a
la comunidad financiera”. Terragno, más decidido hacia el
final del encuentro, habló de “la falsa etiqueta del déficit
cero que intenta encubrir que ya estamos en default interno” y sostuvo
que “desde que asumió Cavallo, se duplicó el riesgo
país”. A las diez de la noche, todo había terminado
y los candidatos se despidieron. Quién sabe si Terragno, de quien
(se comenta en los corrillos) está enojado con Beliz desde que
este último lo acusó de tener un “plan secreto”
para devaluar, se habrá despedido de su contrincante.
CAVALLO
RATIFICO LA DENUNCIA CONTRA CARRIO
La guerra recién comienza
Domingo Cavallo ratificó
ayer la querella que entabló contra Elisa Carrió después
de que la chaqueña lo acusara de compartir una cuenta en el exterior
con el ex secretario del Tesoro norteamericano, David Mulford. El ministro
de Economía pretende que se enjuicie a la líder del ARI
por “falso testimonio agravado” y “utilización de
documento falso” y ahora los fiscales del caso, Oscar Amirante y
Guillermo Marijuán, deben resolver si hacen lugar a la demanda.
El titular de Hacienda, mediante un escrito firmado por su abogado Eduardo
Oderigo, ratificó “en todo su contenido” la presentación
que hizo el 24 de setiembre último y en la que interviene el juez
federal Rodolfo Canicoba Corral. Ese magistrado tiene que remitir ahora
el expediente a los fiscales para que dictaminen –según establece
el artículo 180 del Código Procesal– si corresponde
darle curso.
La denuncia de Cavallo hace referencia a la presentación que Carrió
efectuó el 9 de agosto pasado ante la jueza María Servini
de Cubría, en la que aseguró que el ministro de Economía
tenía depósitos en el exterior y que compartía una
cuenta con Mulford.
Cavallo calificó como “una parodia” la denuncia de la
líder del ARI acerca de su titularidad sobre cuentas en el First
Union Bank, en el Morgan Stanley y en la Compañía General
de Negocios Found Bahamas. La presentación judicial hecha y ratificada
ahora por el ministro de Economía tiene unas veinte carillas y
no ahorra en los calificativos para Carrió. Entre otras cosas,
dice que la diputada chaqueña “detrás de un enorme
crucifijo” con una “imagen vulgar y desprolija” pretende
“ofender a la clase política” acompañando a la
justicia “falsos papeles”.
Carrió, sin embargo, no retrocedió en sus denuncias y ayer
calificó a Cavallo como un “mitómano”. Así
le dio continuidad a la pulseada que mantiene con el ministro, cuya actitud
atribuyó días atrás a que “se siente acorralado
por las investigaciones sobre ese negociado criminal que fue el megacanje”.
La figura penal de “falso testimonio agravado” por la que Cavallo
demandó a la diputada contempla una escala penal que llega hasta
los diez años de reclusión.
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