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LA DESCLASIFICACION DE DOCUMENTOS SOBRE LA REPRESION
La memoria de Estados Unidos

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) anunció ayer
que en las próximas semanas se conocerá el contenido de los 5000 documentos desclasificados sobre la represión en la Argentina.

Carlos Osorio, de la ONG Archivo Nacional de Seguridad, y Víctor Abramovich, director del CELS.

Por Victoria Ginzberg

El Departamento de Estado de EE.UU. desclasificó cinco mil documentos sobre violaciones a los derechos humanos en Argentina durante la última dictadura militar, que se podrían conocer a fin de mes. El director del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Víctor Abramovich, la abogada del organismo, María José Guembe y Carlos Osorio, de la ONG Archivo Nacional de Seguridad de la Universidad norteamericana George Washington, explicaron en una conferencia de prensa los alcances del levantamiento del secreto sobre estos papeles, que contribuirán a las investigaciones de organismos de derechos humanos y jueces argentinos y extranjeros. También difundieron documentos relacionados con Argentina, muchos ya conocidos, y algunos aún inéditos, como dos telegramas referidos a la desaparición de 23 uruguayos en Buenos Aires y uno sobre el secuestro del líder montonero Roberto Quieto.
“Rumores que el grupo de uruguayos secuestrados en Argentina este julio han sido devueltos al Uruguay también han estado circulando dentro de la comunidad de inteligencia aquí”, dice el telegrama secreto que el embajador de Estados Unidos en Argentina, Robert Hill, envió al Departamento de Estado el 19 de octubre de 1976. Este documento, hasta ahora desconocido, fue desempolvado por Osorio un mes y medio atrás. Lo encontró en microfichas de la sala de lectura del Departamento de Estado, donde también había otra comunicación de Hill, en la que informaba que “el líder montonero Roberto Quieto fue capturado en un arresto ilegal el 28 de diciembre. El futuro de Quieto parece no haber sido determinado aún por las autoridades militares que lo tiene bajo custodia”.
Esta clase de escritos es la que Estados Unidos dará a conocer próximamente. Los especialistas destacaron, en base a la experiencia con otros países, que la información desclasificada demuestra la responsabilidad de los gobiernos en la ejecución del terrorismo de Estado pero es difícil que contribuya a esclarecer casos específicos, porque sólo existió un seguimiento cuando las víctimas tenían relación con Estados Unidos o eran personalidades reconocidas.
Osorio expresó que hay expectativa en que se recupere un informe preparado por la embajada norteamericana a pedido del congresista Donald Fraiser que, según trascendió a fines de 1976, sería “dinamita” y establecería “una directa participación de importantes oficiales en la organización de los escuadrones de la muerte”. También habría cables con información sobre los secuestros de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor y de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
Abramovich mencionó que a partir de que se hagan públicos los papeles de Estados Unidos, se empezarán a diseñar acciones para solicitar que el Gobierno argentino también entregue información. Si bien las Fuerzas Armadas alegaron en varias oportunidades haber destruido los archivos de la represión ilegal, el director del CELS estimó que deben existir informes oficiales de reuniones entre funcionarios en la Cancillería o el ministerio de Defensa.
Los documentos ya públicos sobre Argentina demuestran que la embajada norteamericana y el Departamento de Estado mantuvieron una comunicación fluida con los militares durante los preparativos del golpe y que, aunque estaban al tanto de que aumentarían las violaciones a los derechos humanos, apoyaron al gobierno de facto. “Este ha sido probablemente el golpe mejor ejecutado y más civilizado en la historia argentina. Los Estados Unidos no han sido acusados de estar detrás de éste. La Embajada espera mantenerlo de esa manera”, escribió Hill el 26 de marzo.
Los papeles que se conocen fueron difundidos a raíz de la desclasificación sobre Chile y el Plan Cóndor o por peticiones basadas en la ley norteamericana de Libre Acceso a la Información.
El 16 de agosto de 2000 la entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright se reunió en Buenos Aires con la presidenta de la Asociación deAbuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto; Carmen Lapacó, de Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora y el periodista Horacio Verbitsky, presidente del CELS. La funcionaria prometió que numerosos papeles relacionados con la última dictadura militar argentina dejarían de ser secretos. En noviembre del año pasado Albright ordenó la revisión de información sobre el Plan Cóndor, la apropiación de niños y las desapariciones forzadas de personas. La gestión de George W. Bush no interrumpió la tarea.
En enero de 2001 el Archivo de Seguridad Nacional, asesorado por organismos de derechos humanos de Argentina, presentó una guía con tópicos para ayudar en la desclasificación. Se mencionaron los asesinatos en Buenos Aires del general chileno Carlos Prats, el ex presidente de Bolivia, Juan José Torres y el periodista Rodolfo Walsh; el secuestro de Jacobo Timerman, una lista de 33 centros clandestinos de detención y los nombres de más de cincuenta represores. Además hay 200 peticiones de jueces, familiares de víctimas, organismos de derechos humanos y periodistas.

 


 

AYER SE CUMPLIO EL PARO DE LA FEB EN BUENOS AIRES
La próxima será una semana muy corta

Los maestros bonaerenses agrupados en la FEB cumplieron ayer un paro ante el incumplimiento del gobernador Carlos Ruckauf del compromiso de modificar la forma en que se calcula la rebaja de los salarios docentes. El subsecretario de Educación provincial, Mario Oporto, reconoció que la situación es “muy difícil”, pero lejos de asumir una posición conciliadora, afirmó que los días de huelga serán descontados.
La FEB aseguró que la medida de fuerza superó el 80 por ciento de acatamiento en el interior y que llegó al 55 por ciento de adhesión en los distritos del Gran Buenos Aires, y ratificó que volverá a parar el próximo miércoles. Ese día empezará también la huelga por 72 horas que convocó el ceterista Suteba.
Los docentes bonaerenses protestan porque el gobierno no cumplió con su compromiso de cambiar el mecanismo de sumar las remuneraciones por sus distintos cargos para aplicarles las rebajas fijadas para los sueldos mayores a 1200 pesos. Esa modificación fracasó en la Legislatura por la ausencia del PJ en la sesión en que debía tratarse. Por eso la FEB ironizó que si el gobernador Ruckauf debe descontar “le descuente el día de sueldo a los diputados peronistas que no se presentaron a trabajar”.

 

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