Por Pedro Lipcovich
Tratándose de estadísticas,
siempre hay que andar con pie de plomo pero ésta hay que tomarla
al pie de la letra: el 70 por ciento de la población tiene problemas
en los pies, causados principalmente por calzado inadecuado. Toda estas
personas que, por lo tanto, se levantan cada día con el pie izquierdo,
deberían ponerse de pie para reclamar a los fabricantes, responsables
de los tacos exageradamente altos y las punteras estrechas. Las mujeres,
que suelen ir al pie de los dictados de la moda, son las principales víctimas:
protagonizan hasta el 80 por ciento de las consultas por este motivo.
Las estadísticas fueron confeccionadas en España, y los
especialistas argentinos las admiten a pie juntillas. Una nota al pie:
en cuanto a los chicos, no todas las zapatillas son apropiadas para que
sus pies crezcan desde el pie.
El estudio efectuado por el servicio de reumatología del
Hospital del Mar, en Barcelona encontró que el 70 por ciento
de los investigados padecía trastornos en los pies y que, de cada
cien personas afectadas por problemas en la parte delantera de los pies
(antepié), 80 son mujeres. Las causas se resumen en la conjunción
de tacos demasiado altos cuatro centímetros o más
y punteras estrechas.
El taco alto desplaza el peso del cuerpo hacia la punta demasiado angosta
donde los dedos, embutidos, no caben bien, lo cual produce deformaciones
como los dedos en garra o los dedos montados o
el halux valgo, es decir, el pulgar hacia afuera, es decir, el juanete.
En servicios especializados de la Argentina, casi dos tercios de
los pacientes con problemas del antepié son mujeres, observó
Ricardo Amor, jefe del Servicio de Ortopedia del Hospital Fernández.
A pie descalzo, o con tacos bajos, el peso se reparte en un 50 por ciento
entre la parte delantera y la parte posterior de cada pie. Esta justa
proporción se altera con los tacos altos. Los especialistas coinciden
en proscribir los tacos que superen los cuatro centímetros. En
realidad, es admisible usar tacos más altos pero en zapatos con
plataforma: a un taco de seis centímetros corresponde una plataforma
no inferior a dos centímetros, de modo que la diferencia no sea
superior a cuatro, precisó Amor.
En realidad, los cuatro centímetros son la medida máxima
pero no la ideal, que no debería superar los dos centímetros:
Un poco de tacón es bueno, pues ayuda al pie a impulsarse
señaló Antonio Jesús Zalacaín, jefe
de estudios de la Escuela de Podólogos de la Universidad de Barcelona,
que condujo la investigación en esa ciudad. Pero un uso muy
prolongado del taco alto puede causar un acortamiento del tendón
de Aquiles, al reducirse la distancia entre sus puntos de inserción:
esto hará que, a la larga, a la persona le resulten molestos los
tacos bajos.
En cuanto a los zuecos y otros zapatos sin contrafuerte posterior, pueden
ser muy cómodos para andar por la casa pero no para caminar mucho,
ya que, al no estar sujetos por el talón, además de favorecer
los esguinces, obligan a los dedos a hacer fuerza para no perder el calzado,
con lo que también terminan desarrollando la forma de garra,
advirtió Zalacaín.
Las recomendaciones de los especialistas son: El contrafuerte tras
el talón: semirrígido. La suela: que sea efectivamente de
suela y también semirrígida, de modo que la persona conserve
la flexibilidad del pie. La parte delantera, ancha y alta, de modo que
los dedos puedan moverse con facilidad en el interior del calzado,
enumera Amor. En cuanto a las zapatillas, salvo las de muy buena
calidad, que tienen talón semirrígido, sólo las aconsejamos
para la práctica deportiva.
De todos modos, y con los pies sobre la tierra, el jefe de Ortopedia del
Fernández admite que desde la Sociedad Argentina de Medicina
y Cirugía de la Pierna y Pie, muchas veces emitimos declaraciones
y aconsejamos a la población, pero no hemos logrado cambiar esta
situación.
Nota al pie: en Estados Unidos, ya hay zapaterías que ofrecen estudios
computarizados en tres dimensiones para lograr un zapato personalizado.
Qué zapatillas
sirven
Por P.L.
Hay mamás que se preocupan demasiado de que su hijo
tenga pie plano, y esto puede ser perjudicial, previene Angel
Moya, ex profesor de ortopedia y traumatología infantil en
la UBA, y explica: Hay chicos cuyos pies, sin ser por ello
anormales, tienden a ser planos, así como en otros el arco
es muy excavado. Dentro de estos límites, la forma del pie
es como el color de los ojos: nadie pondría a un chico en
tratamiento para cambiarle el color de los ojos. Totalmente distinto
es el caso del pie plano por astrágalo vertical,
donde la característica obedece a un problema congénito
en el hueso de ese nombre, o el pie bot, donde se requiere
tratamiento quirúrgico.
Ya que el doctor dice que no necesito tratamiento, ¿me comprás
esas zapatillas, mamá? Algunas zapatillas actuales
tienen buen contrafuerte y adecuado realce interno aprueba
Moya: adelante, la parte externa, correspondiente al dedo
chico, está un poquito más alta que la interna; atrás,
en el talón, la parte interna está un poquito más
alta que la externa; esos dos realces promueven que el pie se conforme
mejor.
En cuanto a las plantillas, en términos generales,
para los chicos están contraindicadas: son mejores los realces,
pequeñas cuñas que ayudan a sostener los arcos sin
presionar, como las plastillas, los huesitos del pie.
En el otro extremo, la proporción de personas con problemas
en los pies crece en los mayores de 65: una de cada dos tiene problemas
para encontrar zapatos adecuados y el 40 por ciento de las mujeres
sufren de juanetes.
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