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 En un agónico desenlace,
el seleccionado argentino de hockey sobre patines le ganó anoche
al de Portugal en el alargue 3-2 y se consolidó como finalista
y favorito del campeonato mundial que se desarrolla en el estadio Aldo
Cantoni de la capital de San Juan. Los portugueses estuvieron dos veces
en ventaja por los aciertos de Gaidao. Los empates los convirtieron José
Luis Páez y Cairo. En el alargue, el tanto decisivo lo marcó
Francisco Velázquez, a los 3 minutos del segundo período.
En la final, mañana, Argentina defenderá el título
el domingo ante España, que derrotó a Italia a primera hora,
en la otra semifinal.
España espera recuperar el título que obtuvo precisamente
en San Juan ‘89. Argentina busca retener la Copa que consiguió
en España ‘99, cuando se impuso 1-0 ante los mismos adversarios
de mañana.
Anoche, Argentina fue el protagonista porque mostró variantes ofensivas
y presionó constantemente. Los portugueses recurrieron a un juego
más conservador, muy atrás y propusieron un cuadrado muy
cerrado. Para llegar a convertir apostaron al contraataque vía
Gaidao. Sorprendió la ventaja inicial de Portugal, porque se escapó
Gaidao y aprovechó la ocasión. Pero el local manejó
con criterio la bocha y logró enseguida la paridad por intermedio
de José Luis Páez, una figura notable.
En el segundo tiempo los esquemas se repitieron, Argentina perseveró
con el respaldo popular pero Portugal, con una nueva corrida de Gaidao,
se puso 2-1. Argentina volvió a la igualdad ante de desesperarse
y con una asociación impecable alcanzó el 2-2 por la aparición
de Cairo. Así se llegó al alargue y los europeos se aferraron
a la alternativa de los penales, ya que los argentinos los superaban con
amplitud en el juego.
Una acción personal de Panchito Velázquez sirvió
para resolver el compromiso: dio la vuelta por detrás del arco,
amagó, pasaron de largo sus adversarios y se valió de una
espectacular cucharita. Extraordinario.
FRANCIA-ARGELIA
EN SAINT DENIS
Partido particular
La selección de Francia,
actual campeón mundial y europeo, se medirá por primera
vez en la historia en un partido amistoso ante Argelia, en un encuentro
que contará con un enorme dispositivo policial. El astro francés
de origen argelino, Zinedine Zidane, será la principal atracción
del juego, que se desarrollará con la intención de unir
a ambos países.
Desde que Argelia logró su independencia de Francia en 1962, las
selecciones mayores de ambos países nunca se encontraron en una
cancha de fútbol, aunque hay cuatro antecedentes en categorías
menores. En 1984, 1985 y 1989 se enfrentaron equipos juveniles, mientras
que durante los Juegos del Mediterráneos de 1975 en Argel jugaron
la Mayor de Argelia ante la Sub 21 de Francia. Los franceses ganaban 2-1
y el entonces presidente argelino, Huari Bumedien, abandonó indignado
el palco de autoridades. A falta de pocos minutos para el final, los africanos
lograron el empate y en el alargue se impusieron por 3-2, lo que desató
un festejo interminable del que también participó Bumedien,
quien volvió al campo y se unió a la fiesta con sus compatriotas.
El encuentro, que se disputará en el Stade de France de Saint Denis,
fue declarado de alto riesgo por las autoridades francesas que dispusieron
un operativo especial de seguridad compuesto por unos mil policías.
Los transportes públicos de la región y el acceso al estadio
tendrán una seguridad reforzada durante el partido. Los servicios
de información franceses prevén una afluencia masiva de
jóvenes argelinos que viven en barrios de la periferia de París
y que pueden intentar acceder sin entrada al estadio. Otro de los aspectos
que temen las autoridades son los abucheos cuando suene “La Marsellesa”
o las pancartas con frases de apoyo a Osama bin Laden, principal sospechoso
de los atentados que sufrió en Estados Unidos.
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