Por Raúl
Kollmann
Los datos son categóricos
y se registran en todas las encuestas: los que se aprestan a votar en
blanco no meter nada dentro del sobre y quienes adelantan
que van a votar nulo poner en el sobre una boleta no oficial, con
frases insultantes, imágenes de próceres, de Clemente, Merlo
o quien sea batirían records en la elección del próximo
domingo. Es más, el crecimiento de ese voto-puteada, como ya lo
denominan algunos politólogos, se hizo impresionante en los últimos
45 días. ¿Es posible que al final tanta gente vote en blanco,
nulo o directamente no vaya a votar? En principio, la respuesta es sí.
En la capital de Formosa, hace apenas una semana, el 33 por ciento de
la gente no fue a votar y el 18 lo hizo en blanco o nulo, demoliendo índices
anteriores. Lo curioso es que el fenómeno se nutre mucho de votantes
de centroderecha, ex UceDé y que en las elecciones anteriores apoyaron
la candidatura presidencial de Cavallo.
Las conclusiones surgen de un estudio realizado en la Capital Federal
por el consultor Hugo Haime. El llamado voto negativo no votará,
anulará, en blanco o indeciso pasó del 25.9 por ciento
en agosto al 39.4 en octubre. De todas maneras, el mayor crecimiento se
produce en los que dicen que van a anular el voto, que pasaron de ser
el 6.3 por ciento al 17.3.
De centroderecha
Como es obvio, un fenómeno tan fuerte abarca a todos, ex votantes
de izquierda, centro o derecha. Sin embargo, es proporcionalmente mucho
más fuerte en el centro derecha. Estos son los datos de Haime:
- Uno de cada tres ciudadanos que votaron a Cavallo a presidente en 1999,
ahora van a anular su voto.
- El voto nulo se da más entre la gente con alto nivel socioeconómico
(25.1 por ciento) que entre los de bajos recursos (11.6 por ciento).
¿Será cierto?
Lo que sí se sabe es que habitualmente el día de las elecciones
no se concretan tantos votos en blanco o nulos como aparecen en las encuestas,
pero los consultores registran índices nunca vistos y por ello
están convencidos que esta vez sí habrá una presencia
fuertísima del llamado voto negativo.
Hay algunos antecedentes:
- En las elecciones del Chaco, los votos en blanco y negativos llegaron
al 12 por ciento, el triple de lo registrado anteriormente. Hubo
mucho voto a Clemente, San Martín e insultos, describe Enrique
Zuleta, quien fue consultor en la campaña chaqueña.
- Hace siete días, en Formosa, sólo el voto nulo trepó
al 8 por ciento, ocho veces más que en anteriores oportunidades.
En toda la provincia, el voto en blanco y nulo llegó al 12 por
ciento y en la capital al 18, lo que significa un crecimiento inédito.
Polémica
El voto en blanco y nulo ha levantado una fuertísima polémica
que tiene los siguientes argumentos, muchos de ellos encontrados:
- Es un voto activo, de protesta, tiene una especie de insolencia democrática
y, según grafica Zuleta, incluye el mensaje no soy ganado
que va por un corralito donde al final hay tres o cuatro tipos sonrientes,
mentirosos, satisfechos de que vengas por ahí.
- Es el voto con el que dicen que sueñan De la Rúa, Menem
y Ruckauf. El Presidente porque significa un rechazo a todos los
políticos y no a la actual gestión ni a las actuales
medidas. Ruckauf, porque no es candidatoy supuestamente opacaría
la victoria de Eduardo Duhalde, recortando el vuelo presidencial que dicen
que tiene el ex gobernador. Menem porque tampoco está en el centro
político y la elección demostraría que desde que
él no está, no hay nada que se pueda hacer.
- Es el voto al que aspiran los sectores más antidemocráticos,
incluyendo algunos connotados conductores radiales y televisivos. El mensaje
sería: no hay solución con los políticos.
- Es un voto de respeto a la democracia, utilizando los instrumentos de
la democracia, pero enviando una clara señal de protesta a toda
la clase política. Significa pegarles un golpe fuerte para que
cambien.
Esta es la controversia que va a estar en el centro de la escena toda
esta semana: candidatos diciéndole a la gente por qué los
tienen que votar a ellos y no en blanco o anulado. El voto protesta soy
yo, dirá Terragno -el candidato del partido de gobierno,
argumentando que enfrenta a Cavallo. El voto protesta soy yo, dirá
también Alfredo Bravo, sosteniendo que bajo el paraguas de Lilita
Carrió han confrontado como nadie con el Gobierno. El voto protesta
soy yo, dirá la izquierda y también el propio Liendo, que
dirá que está en contra de la Alianza, pero junto a Cavallo.
Todos intentarán capitalizar ese inmenso 39.4 que todavía
hablan de votar en blanco o nulo, o está indeciso.
Por ahora nosotros también registramos un 46 por ciento de
gente que no va a votar (17 por ciento), va a anular su voto (14 por ciento),
está indeciso (9 por ciento) o lo va a hacer en blanco (6 por ciento).
No hay que confundir el voto nulo o blanco con el no ir a votar,
sostiene Graciela Römer. Es un nuevo fenómeno, con un
compromiso activo que es todo lo contrario del desinterés. Nuestros
datos muestran que lo que está detrás es el rechazo a la
política económica y el descontento con la dirigencia política.
En este marco, ir a votar pero hacerlo en blanco o nulo implica rechazar
la oferta existente, pero también algún tipo de esperanza
de que las cosas se puedan cambiar a través del voto.
Al final, en la Capital, el voto en blanco y nulo puede llegar al
20 por ciento, cuadruplicando lo ocurrido en elecciones anteriores adelanta
Zuleta. Sin dudas crecerá. En otros tiempos se interpretaba
como desinterés, ahora es diferente: actitud apasionada, insolencia
cívica y votantes que vienen bastante más de la derecha
que de la izquierda. Existe la noción de que la democracia no corre
peligro, no se elige gobierno caso en el que la gente pondría
mucha atención y usaría el voto útil y en cambio
se vota por senadores, o sea bancas de un cuerpo totalmente desprestigiado.
Esto es lo que se engarza y explica niveles tan altos de voto blanco y
nulo.
EFECTO
CAVALLO EN LA CAMPAÑA
Péguele y gane votos
Por R. K.
El que quiere ganar votos tiene
que criticar y pelearse con Domingo Cavallo. Este parece el lema central
de todos los candidatos, incluso en el interior del país. Esta
semana, hasta hombres cercanos a Rodolfo Terragno se quejaron de que Cavallo
se la pasa polemizando con Lilita Carrió lo que mejora la
performance electoral del ARI y que, en cambio, debería aceptar
un debate con Terragno. La explicación de tanto anticavallismo
en la campaña se explica perfectamente desde los números:
en noviembre de 2000, un 47 por ciento de los ciudadanos opinaba bien
o muy bien del Mingo, ahora la imagen se derrumbó: apenas el 13
por ciento respalda al ministro. Y, además, hay durísimas
críticas a la economía de mercado y un 71 por ciento considera
que no se debe seguir con las recetas del FMI.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por Graciela Römer
y asociados, que entrevistó a 640 personas en Capital Federal y
Gran Buenos Aires. El estudio se hizo respetando las proporciones por
edad, sexo y nivel económico-social.
Los que apoyaban la economía de mercado con sus cosas
buenas y malas, decía la pregunta totalizaban en 1992
un 63 por ciento, cifra que ahora bajó a la mitad. Hubo euforia
a principios de los 90, ahora hay decepción. Pero, además,
esto se ve en la catastrófica imagen que hoy tiene Cavallo, apoyado
apenas por el 13 por ciento de los ciudadanos y criticado por el 60 por
ciento, es decir una amplia mayoría. El panorama se completa bastante,
en cuanto a la política económica en general, con un rechazo
muy mayoritario (75 por ciento) a las orientaciones que dicta el Fondo
Monetario Internacional.
En cuanto a las medidas concretas, hay algunas que postula Cavallo que
tienen cierto respaldo: terminar las jubilaciones de privilegio, reducir
los sueldos públicos altos y reducir el personal de la administración
pública. Los apoyos van del 60 al 90 por ciento. En cambio, hay
oposición a la mayor parte de las medidas que impulsa Cavallo:
seis de cada diez personas está en contra de arancelar la universidad,
la mayoría se opone a bajar sueldos bajos de los estatales y reducir
los gastos destinados a programas sociales o de educación. Pero
el rechazo más categórico es a bajar jubilaciones y a reducir
sueldos de maestros: ahí, apenas un tres por ciento se manifiesta
de acuerdo y un 95 en contra.
Si se toma en cuenta que la imagen de Cavallo es catastrófica,
que no se ven con buenos ojos la economía de mercado y las propuestas
del FMI y que encima no hay aprobación para la mayor parte de las
medidas concretas del ministro, la conclusión es que la consigna
electoral Péguele a Cavallo, no está errada. Al menos desde
el punto de vista de conseguir votos.
Duhalde
llega bien, pero no abruma en la confusión
Por R. K.
Con el 40 por ciento de gente
que votará en blanco, nulo, está indecisa o directamente
no irá a votar, es casi imposible definir quién va a ganar
la elección en la Capital Federal el próximo domingo. Por
ahora, la mayoría de los consultores tienen a Rodolfo Terragno
adelante, seguido por Alfredo Bravo, del ARI, y a Gustavo Beliz en el
tercer lugar. Sin embargo, el gran protagonista es el voto protesta. En
la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde gana claramente, pero según
los encuestadores no logrará una votación apabullante: estaría
rondando el 35 por ciento de los sufragios. La mayor parte de los consultores
tiene a Raúl Alfonsín en segundo lugar y consolidándose,
y al padre Luis Farinello, que no tiene una estructura muy fuerte ni sólida,
en el tercero.
Las conclusiones sobre Capital surgen de una encuesta realizada por la
consultora Ibope OPSM, que conduce Enrique Zuleta Puceiro. El estudio,
que se basa en entrevistas a 400 porteños en edad de votar, y se
respetaron las proporciones por sexo, edad y nivel económico-social.
Las conclusiones en la provincia de Buenos Aires se asientan en un trabajo
de la consultora Equis, que dirige Artemio López. En total se encuestaron
mil personas en el conurbano bonaerense y también en el interior
provincial.
Capital Federal
Este es el diagnóstico de los principales encuestadores:
- Enrique Zuleta Puceiro: Tenemos arriba a Terragno con escasa diferencia.
Es posible que esto varíe en función de valores contextuales.
Puede haber un paquete económico, tal vez el lunes ¿se va
a vender bien ese paquete? ¿Se va a vender mal? ¿Infuenciará?
Es difícil saberlo. No queda claro si va a despertar expectativa,
pero si lo hace, Terragno va a ganar. El voto en blanco y el nulo suman
índices asombrosos y ahí esta otra clave: si los partidos
tradicionales ceden votos al desencanto, el ARI puede ganar. La izquierda
va a hacer una buena elección, se ve bien a Vilma Ripoll, Patricia
Walsh y Luis Zamora.
- Graciela Römer: Tenemos a Bravo primero, a Terragno segundo
y a Beliz tercero, pero es difícil hacer pronósticos con
un electorado tan volátil, que está tan poco identificado
con las distintas propuestas que hacen los candidatos. Eso hace que haya
mucha influencia de la coyuntura. Por supuesto que es también muy
difícil el diagnóstico con la aparición de ese fenómeno
inédito que es el aumento del voto en blanco y la anulación
del voto. Está claro que si se hubiese presentado Elisa Carrió,
era una probable ganadora, pero se ha demostrado que no es tan fácil
transvasar el voto a sus candidatos.
- Analía Del Franco: Terragno está primero, pero hay
una situación de casi triple empate. Se nota una fuerte baja de
ocho puntos en la popularidad de Elisa Carrió y también
en la de Alfredo Bravo, eso hace que el candidato del ARI se estanque.
Terragno, en cambio, empezó la campaña con fuerza y se ubica,
por ahora, en el primer lugar.
- Artemio López: Tenemos a Terragno con cuatro puntos de
ventaja sobre Alfredo Bravo, pero sigue siendo enorme la cantidad de gente
indecisa. La tendencia me indica que Terragno puede consolidar su ventaja
porque veo que está bajando el ARI y la imagen de Elisa Carrió.
Eso lo percibo, no sólo en la Capital sino también en el
primer cordón del Gran Buenos Aires. Es más, diría
que con la cantidad de indecisos que estoy viendo, todavía está
en discusión todo: el primer lugar e incluso el tercero que hoy
ocupa Beliz, que podría mejorar.
Provincia de Buenos Aires
- Artemio López: Veo muy fuerte a Duhalde. Proyectando la
intención de voto sin contar indecisos, nulos, blancos
puede llegar al 39 por ciento, que sería un resultado de envergadura.
La proyección de Alfonsín lo ubica en el 17 por ciento,
o sea un poco por arriba de la muy mala votación que hizo Horacio
Massaccesi como candidato presidencial. En una palabra, los votos de Alfonsín
son básicamente radicales. El tercer lugar me parece que será
para el ARI con casi el 12 por ciento, después el Polo Social,
el 10 y Patti el 9. Repito, es proyectando los indecisos y sacando los
blancos y nulos, tal cual se hace en la asignación de bancas.
- Analía Del Franco: La diferencia a favor de Eduardo Duhalde
sigue siendo grande. Alfonsín se ha consolidado mucho en el segundo
lugar y eso cambió las cosas. Antes había un pelotón
peleando el segundo puesto, ahora Alfonsín está claramente
ubicado ahí y estaría llegando al 20 por ciento de los votos.
Farinello tercero. El caudal de Duhalde va a estar por debajo de la votación
tradicional del PJ en la provincia.
- Graciela Römer: Gana Duhalde y es una situación mucho
más estable que la de la Capital. El voto peronista está
consolidado y eso marca la clara ventaja de Duhalde. Hay una disputa por
el segundo lugar que se parece bastante a lo que pasa en Capital: ahí
están apareados Alfonsín, Farinello, Barrachia el del ARI
y Luis Patti.
- Enrique Zuleta: Gana Duhalde. De todas maneras, el porcentaje
que va a sacar es inferior a su media histórica. Raúl Alfonsín
tiene dificultades en el Gran Buenos Aires para consolidar su segundo
lugar. En el interior sí está fuerte y eso le permite ubicarse,
por ahora, detrás de Duhalde.
CUADROS
EL NO EN
LA CAPITAL
EL NO POR PARTIDO
CUESTIÓN DE SISTEMA
LA IMAGEN DE CAVALLO
LA RELACIÓN CON EL FONDO
VOTO A SENADOR EN LA CIUDAD
VOTO A DIPUTADO EN LA CIUDAD
VOTO A SENADOR
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