El
cordobés Gabriel Pozzo se consagró campeón mundial
de Rally del Grupo N4 una especie de Segunda División de
la especialidad al finalizar el Rally de San Remo en la segunda
posición. Pozzo, de 22 años, es el primer piloto argentino
desde Juan Manuel Fangio que obtiene un título mundial en automovilismo,
y su conquista quedó asegurada en la penúltima prueba especial
de la carrera, cuando abandonó el uruguayo Gustavo Trelles, el
único piloto que podía impedir la consagración del
argentino.
Yo ya había visto pedazos del auto dos kilómetros
antes relató el cordobés y le había dicho
(a su navegante Daniel Stillo) son del auto de Trelles, pero
Stillo no me creía. Trelles es un señor arriba y debajo
del auto: cuando pasamos por el lugar donde estaba parado, hasta nos hacía
la barra. Hemos conseguido un campeonato por el que hemos luchado tanto,
señaló Pozzo al finalizar la competencia, que concluyó
en la segunda posición, detrás del italiano Alessandro Fiorio.
Pozzo es integrante del Córdoba Racing Team, un emprendimiento
impulsado por el gobierno provincial de José Manuel de la Sota,
y coordinado por quien fuera hace muchos años el navegante de Jorge
Recalde, Martín Christie. Precisamente, este título que
conquistó Pozzo ayer fue el que perdió en 1987 el fallecido
corredor de Mina Clavero, indudablemente el mejor piloto de la historia
del rally argentino. Pozzo empezó el 2000 como coequiper de Claudio
Menzi, y este año, con Marcos Ligato como coequiper, quedó
como primer piloto de la escuadra, que utiliza los Mitsubishi Lancer Evo
VI del equipo italiano Top Run, una de las pocas escuderías que
corren todo el campeonato.
Nunca me imaginé este momento explicó Pozzo,
yo simplemente quería estar arriba de un auto de carrera y a lo
sumo dar una vuelta arriba con un piloto importante. Uno va continuamente
avanzando, progresando, mi familia, mis viejos me apoyaron desde un principio.
Este título es para mi país, para Argentina y se lo dedico
a mi familia y al gobernador de Córdoba. De la Sota le prometió
a Pozzo, tras la carrera, que habrá auspicio para que el cordobés
ascienda el año próximo a la división mayor del rally.
Martín (Christie) ya mantuvo varias conversaciones, pero
todavía no hay una decisión clara sobre qué equipo
y qué auto, señaló el flamante campeón
mundial, y agregó: En nuestro país hay talento suficiente,
hay mucha gente que puede dar muchísimo, lo que sucede es que no
hay oportunidades.
Desde que Juan Manuel Fangio conquistó su último título
mundial de Fórmula 1, en 1957, los pilotos argentinos lograron
éxitos aislados, la mayoría de carácter europeo o
estadounidense, pero ninguno ecuménico. Carlos Reutemann fue subcampeón
europeo de Fórmula 2 en 1971, corriendo para el equipo del Automóvil
Club Argentino, y subcampeón mundial de F1 diez años
más tarde, pero jamás conquistó un campeonato en
el exterior.
Oscar Larrauri logró el título europeo de Fórmula
3 en 1982, y Norberto Fontana ganó el Alemán de F3
en 1995. Juan Manuel Fangio, el sobrino del Quíntuple, ganó
inclusive dos títulos de la IMSA GTP, un fuerte campeonato estadounidense
de autos prototipos, en 1992 y 1993. Ninguno tenía el carácter
mundial de éste logrado por Pozzo, instituido por la Federación
Internacional del Automóvil.
Pozzo logró la consagración a falta de tres competencias
para la terminación del campeonato Córcega, Australia
e Inglaterra, pero no participará de la próxima prueba,
en la isla francesa. Con los resultados de ayer, Pozzo sumó 65
puntos contra 26 de Trelles, y 22 de Ligato y el austríaco Manfred
Stohl, el otro rallista que corrió la mayoría de las carreras
del torneo. El rally de San Remo fue ganado por el francés Gilles
Panizzi (Peugeot 206), delante de su compatriota Sebastien Loeb (Citroën
Xsara) y Didier Auriol (Peugeot 206). Tommi Makinen y Colin McRae lideran
el torneo, ambos con 40 puntos.
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PERFIL
DEL NUEVO CAMPEON MUNDIAL ARGENTINO
Un
sueño alimentado desde pibe
Por
Laura Cerezo *
Mamá,
yo voy a ser campeón del mundo de automovilismo, le dijo
Gabriel Pozzo a su mamá Alicia cuando apenas tenía 7 años.
Ni siquiera esa frase tan terminante podía sorprenderla, teniendo
en cuenta que desde los nueve meses recorría el patio en un auto
naranja con un número 9 pintado como si fuera de carrera y que
su asiento favorito era la tapa del distribuidor del Fiat 125 que acunaba
sueños en el taller de papá Marcelo.
La infancia de aquel nene nacido el 26 de marzo de 1979 transcurría
tranquila en el barrio de Villa Cabrera de la ciudad de Córdoba.
Sólo el propio Gabriel alteraba la paz del vecindario cuando salía
a andar en bicicleta, esquivando los escobazos de las vecinas que salían
a barrer la vereda.
Así pasó sus primeros años en el Instituto Peña,
a pocas cuadras de su casa, demostrando algún interés por
las matemáticas, pero toda la pasión por los autos. Gabriel
adoraba los fines de semana, cuando toda la familia iba a las sierras
y papá Marcelo le permitía probar el auto en los mismos
caminos donde los grandes del rally mundial asombraban cada año
al público de Córdoba.
Hizo apenas 30 segundos más que Makinen, comentaba
el papá a sus amigos, que intercambiaban miradas de comprensión
y escepticismo. El Rally de la Argentina por el Campeonato Mundial era
una fiesta para Gabriel. Ver esos autos, a su ídolo Carlos Sainz,
pedirle un autógrafo...
Tampoco se sorprendió Alicia cuando su hijo renunció al
tradicional viaje de estudios para pedir que, a cambio, le compraran un
auto para correr en serio. Así, Gabriel tuvo su primer Golcito.
Cuando Alicia entró al taller del fondo para ver el flamante cero
kilómetro, se encontró con todas sus piezas desparramadas.
Lo estamos preparando para correr, explicaron, como si hiciera
falta.
Gabriel Pozzo debutó oficialmente en el Rally de Villa Las Rosas,
que sería la última carrera de Ernesto Soto. Para competir
debió conseguir una autorización especial, porque no había
cumplido aún los 18 años. En su debut con el VW Gol blanco,
sin otra publicidad que la del negocio de su papá, Gabriel conoció
la victoria. Un triunfo que celebró subido en andas de su abuelo,
quien lo apoyó como nadie en esa loca idea de las carreras.
Después de los zonales, vinieron las nacionales, pero era difícil
ir a todas con tan poca plata...
El resto es conocido. El proyecto del gobierno de Córdoba pensó
en él como segundo piloto de Claudio Menzi en el 2000. En el primer
tramo de su debut en el Safari Rally de Kenia, cuando todos querían
ver dónde estaba parado en relación con los de la punta,
él era el puntero. Como en Villa Las Rosas, en Kenia o en ese tramo
de las sierras de Córdoba, Gabriel fue el más rápido.
Tal como se lo había prometido a su mamá, es el nuevo campeón
del mundo.
Y aunque su abuelo no está para subirlo en andas, seguro que él
también está festejando.
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Periodista de Córdoba, especializada en rally.
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