Oportunamente,
cuando los ataques de la coalición anglo-norteamericana contra
Afganistán habían comenzado, la cadena de televisión
árabe alJazeera emitió el último mensaje en vivo
de Osama bin Laden. Juro por Dios que Estados Unidos no conocerá
nunca más la seguridad antes de que Palestina no la conozca y antes
de que todos los ejércitos occidentales ateos no salgan de las
tierras santas del Islam, aseguró en lo que casi inevitablemente
sonaba como una amenaza en el contexto de la ofensiva aérea. Y
proclamó que, bajo el pretexto de combatir el terrorismo, Estados
Unidos sólo busca combatir al Islam. Más tarde, un vocero
del régimen de Kabul pudo anunciar que, gracias a Alá,
tanto Osama como el líder espiritual de los talibanes, el mullah
Omar, estaban bien y no habían sufrido en sus personas por los
ataques.
El propio Bin Laden apareció en la pantalla durante el mensaje
grabado con antelación y que según el presentador de la
cadena de televisión de Qatar les llegó ayer. He aquí
que Estados Unidos está lleno de terror de norte a sur y de este
a oeste. (...) Dios dirigió los pasos de un grupo de musulmanes
que destruyeron Estados Unidos e imploramos a Alá que eleve su
rango y los admita en el paraíso. Estados Unidos ha apoyado el
asesinato de numerosas víctimas y recibió lo que merecía
con los atentados en Nueva York y Washington, dijo Bin Laden en
su mensaje, hablado en inglés, grabado en algún lugar de
Afganistán y difundido por la televisión alJazeera. Bin
Laden consideró que el atentado contra las Torres Gemelas y el
Pentágono, el 11 de septiembre, fue solamente muy poquito
de lo que nosotros estuvimos sufriendo durante décadas.
El millonario saudita reiteró que sólo hay un Dios
y no hay ningún otro profeta más que Mahoma, y agregó
que Dios ha enviado un ataque sobre Estados Unidos y ha tocado uno
de sus mejores edificios. Para Bin Laden, Estados Unidos está
lleno de temor. Gracias a Dios por lo que está viendo en este momento.
Es sólo un poquito de lo que nosotros vimos durante décadas.
La conclusión según Bin Laden se sigue de manera
inexorable: los estadounidenses vienen a combatir al Islam
con los ataques registrados ayer en Afganistán y señaló
que en los últimos 80 años nuestros países
estuvieron sintiendo esta humillación.
Bin Laden afirmó que han matado a nuestros hijos. Y, cuando
Dios envió un grupo para atacar Estados Unidos, el mundo entero
gritó. Pero muchos niños inocentes están muriendo
en Irak y nunca escuchamos a nadie hablar del asunto. Señaló
que todos los días vemos los tanques israelíes matando
en tierras que son del Islam y nunca escuchamos nada contra eso,
y añadió que cuando levantamos las espadas contra
Estados Unidos, todo el mundo lloró para que esos criminales sean
atacados.
Un vocero de la red al-Qaeda (la base) de Bin Laden fue más lejos,
o más claro: realizó un llamado a la Guerra Santa, en el
video recibido por el corresponsal en Kabul de la cadena qatarí
al-Jazeera. La batalla será decisiva y será una guerra
entre el Islam y los infieles, dijo Suleiman Abu Gehiz, representante
de al-Qaeda, en la cinta, que no se indicó cuando había
sido grabada. ¡Oh pueblo de esta nación! La Jihad os
llama, la Jihad contra los judíos y norteamericanos, la Jihad en
nombre de Dios, declaró el portavoz, que fue el primero en
aparecer en la pantalla. La guerra comenzó, la guerra entre
los que creen en Dios y los impíos, dijo. Los dos dirigentes
fundamentalistas estaban sentados, vestidos con ropa militar, y se expresaron
en un tono tranquilo delante de lo que parecía una ladera de montaña,
con un fusil ametrallador a su lado.
También aparecieron otros responsables de Al Qaeda, entre ellos
Aymán-al Zawahri, considerado como el brazo derecho de Bin Laden.
Un presentador de la cadena de Qatar indicó que la grabación
fue realizada muy recientemente, sin más precisiones.
AYMAN
SERIA EL AUTOR INTELECTUAL DE LOS ATENTADOS
El
monstruo tras el monstruo
Por
Michael Ellison
Desde Nueva York
Un
integrante de la organización que asesinó al presidente
Anwar Sadat de Egipto fue identificado como la mente maestra detrás
de los atentados suicidas contra el World Trade Center y el Pentágono.
Todo parece indicar que Mohammed Atef (o Ayman al-Zawahri), de quien
se cree que está en Afganistán con Osama bin Laden,
es el hombre a quien se refirió el premier británico
Tony Blair cuando dijo: Desde el 11 de septiembre hemos sabido
que uno de los más cercanos y más antiguos entre los
socios de Bin Laden fue el responsable de la detallada planificación
de los ataques.
Numerosas fuentes apuntaron hacia Atef, incluyendo a Douglas Feith,
el subsecretario de Defensa norteamericano. El entregó pruebas
a funcionarios de Kuwait, cuyo ministro de información sheik
Ahmed Fahed al-Sabah conversó con editores de diarios locales.
Uno de estos diarios, al-Qabas, dijo después del encuentro
con el ministro kuwaití: El principal estratega de
los ataques del mes pasado contra Nueva York y Washington fue Mohamed
Atef, conocido también como Abu Hafez, líder militar
del grupo alQaeda. Las pruebas confirman la participación
de Osama bin Laden en aquellos ataques.
Atef es un ex miembro fundador de la Jihad Islámica egipcia,
el grupo que mató al presidente Sadat en 1981 como retribución
por el tratado de paz con Israel, y ha sido un asistente muy cercano
a Bin Laden por más de 10 años. Huyó de Egipto
cuando se produjo el quiebre institucional consiguiente al
asesinato en el gobierno de El Cairo. Y buscó refugio
con Bin Laden en Sudán y después en Afganistán.
Durante un tiempo, Atef fue el principal asesor de Bin Laden para
los medios de comunicación. Dejó claro cuánto
despreciaba a los norteamericanos en una entrevista publicada dos
años atrás. Son solamente seres humanos cuyo
poder ha sido exagerado a causa de los medios de comunicaciones
gigantescos de los que disponen, y del control que a su vez ejercen
sobre los medios mundiales. Atef, de quien se dice que nació
en 1944 pero también en 1953, ayudó a
reclutar combatientes para la guerra contra la ex Unión Soviética
en Afganistán a comienzos de los 80, y se convirtió
en el líder militar de al-Qaida cinco años atrás.
Es uno de los dos principales y más antiguos socios de Bin
Laden, y está considerado un probable candidato para sucederlo,
si algo llegara a pasarle al hombre más buscado del mundo.
Estados Unidos le puso precio a la cabeza de Atef: cinco millones
de dólares. Sus fiscales lo acusan de haber promovido los
ataques a las fuerzas norteamericanas en 1993 en los cuales murieron
18 personas. Y también de dirigir los atentados contra las
embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania tres años atrás,
que mataron 224 personas e hirieron a miles de otras.
Un total de 5744 personas murieron o desaparecieron después
de que los aviones secuestrados impactaron contra el World Trade
Center, el Pentágono y un campo en Pennsylvania. El presidente
Bush incluyó a Atef en una orden emitida dos semanas atrás
que congelaba los activos de los terroristas y su nombre apareció
muchas veces en la acusación y en las transcripciones del
juicio que a principios de este año condenó a cuatro
personas a cadena perpetua por su participación en los ataques
contra las embajadas norteamericanas.
Sus acusadores dicen que Atef tiene responsabilidad primaria por
supervisar el entrenamiento de reclutas de al-Qaeda en campos ad
hoc en Afganistán. Varias veces, en 1992 y en el año
siguiente, hizo sucesivos viajes para proveer entrenamiento
militar y asistencia a las tribus somalíes que se oponían
a la oposición norteamericana en ese país. La acusación
más fuerte, o la más directa, es la de haber dirigido
por teléfono satelital el ataque contra las embajadas norteamericanas.
Los vínculos entre Bin Laden y Atef se hicieron más
fuertes cuando hace nuevemeses el hijo de 19 años del millonario
saudita se casó en Afganistán con la hija de este
estratega militar.
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