Por
Owen Bowcott y Rebecca Allison
Desde Londres
Cuando
anoche empezaron los ataques contra Afganistán, tanto el premier
británico, Tony Blair, como el ministro del Interior, David Blunkett,
advirtieron a la opinión pública de su país que debían
esperar bajas en la línea del frente y que debían estar
alertas por muy posibles represalias del partidarios de Bin Laden en el
frente interno. Entre las informaciones que llegaban de que la seguridad
iba a hacerse todavía más severa en edificios públicos
y aeropuertos, Blair y Blunkett aprovecharon el fin de semana para poner
a Gran Bretaña en pie de guerra.
Cuando Blair volvió el sábado desde Pakistán e India
después de su maratón diplomática para impulsar la
alianza internacional contra el terrorismo, dijo que Gran Bretaña
no podía desentenderse de sus responsabilidades internacionales.
Estas son razones muy importantes para Gran Bretaña la
seguridad británica, la economía británica y los
empleos y la prosperidad británica, razones por las que tenemos
que llevar la parte cantante en cómo lograr resolver este asunto,
dijo en un artículo en News of the World. Aunque no hay amenazas
específicas contra nosotros, los que cometieron las atrocidades
emitieron amenazas generales contra Gran Bretaña, Francia, Alemania,
Italia, España, Rusia: prácticamente contra todos los que
no comparten su fanatismo. En el pasado, al menos en Europa,
los ataques se vieron frustrados por nuestras fuerzas de seguridad. Pero
si vemos las cosas con perspectiva, el verdadero éxito sólo
llegará al erradicar la red del terror que está por detrás
de los ataques del 11 de setiembre.
En el programa televisivo de la BBC Breakfast with Frost,
Blunkett aceptó que los días que vienen ahora van a ser
difíciles. La gente va a estar muy inquieta y pienso que
hay tres cosas que quiero decir en relación con eso, anunció.
Primero, darle tranquilidad a la gente en este país de que
hemos tomado todas las precauciones a lo largo del mes pasado para estar
seguros de que hemos establecido una protección adecuada de las
cosas y de las personas. Después, que cuando las cosas
se pongan difíciles vamos a pedirle a la prensa que no erosione
ni corroa la voluntad de aplastar a los terroristas. Y en tercer lugar,
que vamos a minimizar las bajas, de que no haremos nada desproporcionado,
y que necesitamos apoyo en todo: porque estamos enfrentándonos
con terroristas, y con terroristas suicidas. Pienso que las acciones que
adoptemos son para lograr nuestra propia seguridad, para arrancar al terrorismo
de cuajo, para dejar en claro que dondequiera que estén vamos a
perseguirlos sin que importe el tiempo que nos lleve.
Scotland Yard confirmó ayer que estaba buscando recursos extra
para pagar la ampliación de la seguridad en la capital. Queremos
que Londres pueda seguir con su vida normal, pero también le estamos
pidiendo a la gente que sea super vigilante, dijo un vocero de la
institución. Una vigilancia policial de alta visibilidad será
mantenida en áreas públicas clave. Pero la policía
metropolitana negó que tuviera ningún plan de fast track
para entrenar oficiales extra. Entre las sugerencias sugerencias
que el Ministerio del Interior no desestimó se cuentan la
clausura de las galerías superiores del parlamento y la suspensión
de los tours en todos los edificios públicos de la zona.
Desde la destrucción del World Trade Center en Nueva York el 11
de setiembre, se dice que el gobierno elevó el presupuesto de la
agencia de inteligencia MI6. A los agentes de inteligencia que estaban
a punto de pasar a retiro se les pidió que no abandonaran sus puestos.
Por otra parte, la agencia empezó por primera vez en su historia
a reclutar agentes provenientes de las minorías étnicas.
El miedo que produjo que los ataques aéreos contra Afganistán
causen como represalia más secuestros de aeronaves hizo que la
introducción denuevas medidas de seguridad se acelerara. British
Airways dijo que estaba considerando activamente el uso de
circuitos cerrados de televisión que le permitiría a los
pilotos monitorear la cabina principal de los aviones. La empresa también
confirmó que estaba estableciendo una base electrónica global
de nombres y alias de pasajeros sospechosos. El Departamento de Transporte
confirmó que estaba revisando las seguridad en los aeropuertos
después de que el Sunday Telegraph publicó que un periodista
contrabandeó un cuchillo de 23 centímetros y una aguja de
tejer de 31 centímetros al abordar un avión el aeropuerto
londinense de Gatwick.
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