Apoyamos
totalmente la lucha contra el terrorismo, fue la reacción
del presidente Fernando de la Rúa ante la noticia del comienzo
de los bombardeos norteamericanos a Afganistán. Las repercusiones
dentro del gobierno nacional por los ataques se multiplicaron ni bien
comenzaron a llegar
las noticias, pasado el mediodía. Por la tarde, el vocero presidencial
Juan Pablo Baylac había informado a la prensa que el primer mandatario
mantuvo una conversación telefónica con el secretario de
Estado de EE.UU., Colin Powell. Según Baylac, el norteamericano
avisó al argentino del ataque y De la Rúa le hizo llegar
a su colega George Bush el acompañamiento de Argentina
en cuanto a las decisiones tomadas contra el terrorismo. Por
otro lado, la Cancillería, además de considerar que la operación
estadounidense fue en legítima defensa, ofreció
un equipo de voluntarios para instalar un hospital de campaña
en campos de refugiados afganos.
Por la noche, después de haber seguido el desarrollo de los acontecimientos
desde la Quinta de Olivos, De la Rúa, en una breve conferencia
de prensa, aseguró que Argentina ha tomado una posición
clara contra el terrorismo internacional. El jefe de Estado hizo
estas declaraciones después de reunirse con el ministro de Interior,
Ramón Mestre, y el secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov.
En cuanto a la comunicación con Powell, Baylac dijo que el funcionario
norteamericano llamó a De la Rúa antes de comenzar
los ataques en Afganistán, para anticiparle la inminencia
de los mismos, y que se dirigirían a objetivos militares
y que se evitaría atacar objetivos civiles. Baylac precisó
que en el diálogo con Powell, De la Rúa le dijo que el
gobierno de los Estados Unidos debe saber que la Argentina lo acompaña
en las decisiones tomadas. Siempre de acuerdo a lo divulgado por
el vocero, el funcionario estadounidense transmitió el agradecimiento
de George Bush tanto a la Argentina como a las otras naciones que ofrecieron
ayuda humanitaria.
Durante el mediodía, antes de recibir la llamada de Powell, De
la Rúa estaba reunido con los jefes de los organismos de seguridad
argentinos, según fuentes gubernamentales. Después de la
conversación con el secretario de Estado, siguió el desarrollo
de los acontecimientos desde Olivos, manteniéndose en permanente
contacto con el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini. Hoy De
la Rúa tendrá la oportunidad de seguir analizando la nueva
situación en Brasil, en el marco de la gira que lo llevará
a encontrarse con su colega de ese país Fernando Henrique Cardoso
(ver página 18).
Hasta el momento, el Gobierno no ha informado si enviará tropas
a la zona de conflicto. Lo que sí hizo fue ofrecer ayuda humanitaria
a través de un comunicado de la Cancillería, en el que también
expresó su disposición a mantener e incrementar nuestra
participación en las actuales operaciones de mantenimiento de paz.
Ese Ministerio recalcó que la lucha contra el terrorismo
internacional no está dirigida contra ninguna cultura, origen étnico
o creencia religiosa.
De acuerdo con lo expresado por Baylac, De la Rúa le reiteró
al gobierno estadounidense su ofrecimiento de ayuda humanitaria, y la
posibilidad de la participación de militares argentinos a través
de los Cascos Blancos o de los Cascos Azules. El presidente también
coincidió con Powell con la estrategia de luchar contra objetivos
militares y no de atacar objetivos civiles, como lo hizo el terrorismo
internacional.
Desde el Palacio San Martín recordaron que la Argentina ha
expresado desde el primer momento su más enérgica condena
a los atentados perpetrados en Estados Unidos el 11 de septiembre, y ha
apoyado activamente las medidas dispuestas por la comunidad internacional
al respecto. En el comunicado de la Cancillería refrescaron
que Argentina avaló las resoluciones de las Naciones Unidas sobre
el derecho inmanente de legítima defensa individual y colectiva,
y que consideran a aquellos atentados como amenazas a la paz y a
la seguridad internacionales.
El fantasma de la inseguridad disparado después de los atentados
contra las Torres Gemelas y el Pentágono también fue abordado
por el Ejecutivo. Mientras que tanto De la Rúa como la Cancillería
indicaron que tomaron todas las medidas de prevención,
las fuerzas de seguridad reforzaron la vigilancia en embajadas y especialmente
en los aeropuertos de todo el país.
MAXIMO
ALERTA DE SEGURIDAD
Aviones
vigilados
Como
consecuencia del comienzo de las operaciones contra Afganistán,
la Policía Federal y la Policía Aeronáutica
Militar (PAM) redoblaron la seguridad en distintos puntos claves,
como embajadas y aeropuertos. Precisamente en las estaciones aéreas
se impedía el acceso a éstas de personas que no fueran
pasajeros, tripulantes o empleados aeronáuticos. El vocero
de la PAM, Daniel Lanari, dijo que esa medida está dentro
de lo que se considera nivel de amenaza tres, en el
que están los aeropuertos argentinos desde los atentados
contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
Por otro lado, la PAM informó que se incrementó el
personal de vigilancia y que se implementaron mecanismos más
rigurosos sobre los pasajeros y el equipaje. En tanto, la Policía
Federal reforzó la seguridad en todas las embajadas, en especial
en las de Estados Unidos y Gran Bretaña, y en las distintas
sedes de la colectividad judía. Por último, desde
Gendarmería informaron que profundizaron el control sobre
los pasos fronterizos.
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