Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Con un ojo en el Mercosur y el otro en el gabinete

Un día antes de viajar a Brasil para respaldar el mercado común con ese país, el presidente Fernando de la Rúa admitió por primera vez en público la posibilidad de impulsar un recambio de ministros tras las elecciones del domingo.

Por F.C.

El presidente Fernando de la Rúa intentará resolver hoy uno de los tantos interrogantes que envuelven a su gobierno. Viajará a Brasil para entrevistarse con el presidente Fernando Henrique Cardoso y despejar los nubarrones que enturbian el funcionamiento del Mercosur hasta casi volverlo impracticable. Si hoy vuelve con alguna solución –ambas partes se muestran bien predispuestas–, al Presidente todavía le quedará una lista de problemas pendientes empezando por los cambios de gabinete. Ayer, por primera vez, De la Rúa admitió que puede haber modificaciones en su elenco de ministros. “Cuando haya cambios de gabinete, los anunciaré”, anticipó.
A pedido de Cardoso, la visita del presidente argentino se anticipará cinco horas y se concretará hoy por la mañana. El mandatario brasileño consideró que con los ataques norteamericanos a Afganistán el temario a discutir entre los dos principales socios del Mercosur se había ampliado lo suficiente como para dedicarle al encuentro el día entero. La reunión fue armada directamente entre los dos presidentes luego de un llamado a mitad de semana cuando quedó en claro que lo más conveniente era que se vieran cara a cara porque sus ministros cada vez tenían más diferencias. No es secreto que en Brasil el ministro de Economía, Domingo Cavallo, no está muy bien considerado, sobre todo después de que dijo que si continuaban devaluando el real habría que reformular el Mercosur.
Después de eso, varios de los principales candidatos para las elecciones del domingo hablaron de la conveniencia de suspender temporariamente la vigencia del mercado regional.
Cavallo llevará una propuesta para tratar de superar las diferencias entre los dos tipos de cambio pero nadie podía garantizar que la idea fuera bien recibida en Brasilia. Tanto es así que en Gobierno ayer aseguraban que el conflicto internacional provocado por los bombardeos ordenados por George Bush sería el principal tema en el almuerzo que De la Rúa y Cardoso compartirán hoy en el Palacio de la Alvarada, residencia oficial del presidente brasileño. “Lo económico pasó a segundo tema”, sostenía anoche un vocero, minutos antes de que el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini diera la posición argentina en el enfrentamiento.
Uno de los temores del Gobierno es que la visita a Cardoso no arroje resultados dignos de mención, con lo que la semana preelectoral en los mercados podría volverse dramática si se tiene en cuenta que la anterior terminó con el riesgo país en 1868 puntos. La iniciativa que presentará el ministro de Economía en Brasil incluirá impuestos a las importaciones y reembolsos a las exportaciones, cuestión de compensar las permanentes devaluaciones del real. Pero los detalles de la propuesta se mantenían en reserva para evitar que luego se hable de eventuales fracasos que recalienten la economía todavía más.
La apuesta de De la Rúa es que la buena relación personal que siempre tuvo con Cardoso le sirva para que los funcionarios brasileños acepten algunas de las posturas argentinas. El Presidente viajará junto a Cavallo y Rodríguez Giavarini pero volverá solo por la noche. Los ministros se quedarán un día más para participar del foro de IDEA y de los grupos industriales líderes del Mercosur que se desarrollará en Brasilia.
Cambio de elenco
Aun con un principio de solución en las diferencias dentro del Mercosur, la semana previa a las elecciones no será precisamente pacífica dentro del Gobierno. Luego de que el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, dijera en un reportaje a La Nación que Cavallo era el único ministro confirmado en su puesto, ayer, De la Rúa –y luego de mil desmentidas– dio a entender que habrá modificaciones. Incluso, los mismos voceros que hasta la semana pasada desmentían cualquier posible variante en el elenco ministerial, ayer admitían que habrá novedades aunque no se animaban a decir cuándo.
“Hay que ver qué pasa esta semana. Si los mercados siguen mandando las mismas señales, por ahí se decide anticipar las nuevas medidas económicas y los cambios para terminar de una vez con las especulaciones”, explicaba un funcionario que ayer pasó por Olivos.
Y, hablando de especulaciones, De la Rúa sólo perdió la calma durante la conferencia de prensa que ofreció a la mañana en Aeroparque cuando le preguntaron sobre si evaluaba la posibilidad de devaluar. “¡Por favor, no mencionen esto más!”, se impacientó. “Acá no va a haber devaluación, vamos a cumplir con el programa de equilibrio fiscal, con el déficit cero, estamos trabajando en eso con toda seriedad”, insistió.
Como anticipó Página/12, los cambios de ministros que evalúa el Gobierno incluyen la reformulación de la estructura estatal, con, por ejemplo, la unión de áreas como los ministerios de Salud, Desarrollo Social y la Secretaría de Empleo. Para conducir ese superministerio suena el nombre de la actual ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, y determinaría la salida de los actuales titulares de esas áreas. Uno de ellos, el ministro de Desarrollo Social, el frepasista Juan Pablo Cafiero, negó públicamente tener pensado abandonar su puesto, aunque simultáneamente comenzó a dar señales en sentido contrario en caso de que no le restituyan los fondos que necesita.
La lógica indicaría que los cambios deberían hacerse después de las elecciones. Dado que se da por descontado una derrota de la Alianza, las modificaciones en la estructura del Gobierno sería el reconocimiento de De la Rúa al revés en las urnas. Pero hay un sector del entorno presidencial que considera que los recambios deberían despegarse de los comicios, dando a entender que uno es consecuencia de lo otro.
“El rumbo del Gobierno no va a ser modificado por el resultado de las elecciones”, sostuvo el vocero presidencial, Juan Pablo Baylac. Y aseguró que, por el contrario, los cambios de gabinete servirán para “profundizar las políticas” que se están llevando adelante. “Es el Presidente, en definitiva, el que se siente bien o mal asesorado por el conjunto de gabinete”, agregó. En caso que triunfe este sector del entorno, los cambios podrían anunciarse esta semana.

Cafiero dice que no se va

El ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, desmintió ayer que piense en alejarse del Gobierno luego de las elecciones del próximo domingo, aunque se pronunció en contra de los recortes presupuestarios a su cartera al advertir que “la política del déficit cero no puede aplicarse en el área social”.
Cafiero atribuyó al “comentario de un medio periodístico” las versiones que circularon el pasado viernes sobre su dimisión y aclaró que “nosotros formamos parte de una coalición, que es la Alianza, y hablo en este caso como Frepaso. Así que cualquier decisión que se tome será conversada con la Unión Cívica Radical”.
Por otra parte, afirmó que los fondos destinados a su ministerio “serán profundamente afectados, porque sólo se me adelantó el 10 por ciento para completar los fondos correspondientes a este último trimestre del año”.
En ese sentido, señaló que es el “área económica la que decide las cuotas del conjunto de los ministerios. Nosotros pedimos que se revise esto de aplicar el déficit cero al área social porque tenemos todo el presupuesto comprometido hasta el 31 de diciembre”.
Cafiero dijo que si los recortes se concretan “2 millones de personas recibirán menos alimentos en los próximos dos meses”; “10 mil familias que reciben el programa Solidaridad, a las que entregábamos 270 mil kilos de víveres para situaciones de emergencia, bajaría a 46 mil kilos”; y “para octubre y noviembre, bajaríamos las 35 mil personas promedio que nosotros ayudamos mediante subsidios directos, a sólo 9 mil”. Además, alertó que “60 mil chicos beneficiados de manera directa con planes asistenciales quedarían totalmente desguarnecidos”.

 

 

 

PRINCIPAL