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CAVALLO FUE RATIFICADO PARA “UN ULTIMO INTENTO”
Siempre hay otra oportunidad

El titular de Economía es el único ministro ratificado. El plan de refinanciación de deuda y subsidios a carenciados será su última oportunidad para salir del pozo. Pero ya se prepara el recambio.

Por Raúl Dellatorre

Cuestionado por Brasil, repudiado por los candidatos partidarios, jaqueado por los mercados, Domingo Cavallo pasó una semana en la que pareció estar más cerca de hacer las valijas que de estar elaborando un nuevo menú de medidas para superar la crisis. Los ánimos en el equipo económico cambiaron este fin de semana, luego del fuerte y explícito respaldo anunciado por el jefe de Gabinete (“el único ministro que está confirmado es el doctor Cavallo”, dijo en una entrevista Chrystian Colombo). Pero no se le escapa al ministro que lo que recibió no es una carta blanca del Presidente de la Nación, sino una “última oportunidad” de estar al frente del barco en el intento por atravesar la tormenta. Cavallo confía en aprovecharla, para no salir del Gobierno con las espaldas cargadas de desprestigio. En el entorno de Fernando de la Rúa, en tanto, imaginan que un reemplazo meditado es mejor que hecho ahora, en plena etapa electoral. “Por si el plan falla”, ya piensan en las alternativas, aunque para esa evaluación pueden transcurrir otros 30 o 60 días. Pero no más.
Pese a que sobre los últimos días de la semana que pasó la inminencia de la salida de Cavallo era casi un hecho, fue el canciller, Rodríguez Giavarini, quien insistió en la conveniencia de que el mediterráneo siguiera al frente del Palacio de Hacienda “en esta etapa”. Por conveniencias políticas y condicionamientos de la coyuntura (ver nota aparte), la sugerencia de quien podría ser el sucesor en Economía fue aceptada.
Con la tranquilidad de su confirmación pública, Cavallo trabajó ayer a la mañana en el Palacio de Hacienda en la confección del paquete de medidas que anunciará esta semana. Renegociación de la deuda con bancos y AFJP, emisión de un bono unificador de los títulos provinciales circulantes, un subsidio a carenciados a través de una tarjeta de débito y la implementación de las medidas que se acordarían con Brasil para compensar (parcialmente) la devaluación del real son algunos elementos de ese menú.
A propósito de este último, fuentes del Palacio de Hacienda aseguraron ayer a Página/12 que está avanzado el acuerdo con Brasil sobre las medidas compensatorias a aplicar, lo que motivó que el presidente Fernando de la Rúa decidiera su participación en el encuentro en San Pablo y una reunión con su par Fernando Henrique Cardoso (con quien discutirá además temas referidos a la seguridad). Por otra parte, la participación del Presidente habría sido demandada por el gobierno brasileño, para jerarquizar el acuerdo y no dejar que aparezca como un triunfo personal de Cavallo, cuyo nombre es, para los brasileños, “una mala palabra”, según reconocían ayer en Economía. “Brasil tenía todas las de ganar, no se sienten presionados por Adalberto (Rodríguez Giavarini, canciller) y van a hacer un gesto para evitar que se rompa el Mercosur, pero no le quieren dar el éxito a Mingo”, señalaron las mismas fuentes.
Si logra superar esta tormenta, el equipo económico confía en poder empezar a revertir la depresión con el nuevo paquete de medidas. Uno de los puntos clave de la evaluación inmediata será, lo reconocen, la recaudación impositiva de octubre. “Cada vez que asume un nuevo titular en la DGI o en la AFIP, la recaudación aumenta, pero a (Armando) Caro Figueroa le pasó lo contrario”, apuntó a este diario un allegado al titular cavallista del organismo recaudador. “Un factor fue que la gente no pudiera o eludiera el pago por la crisis, pero Caro también tuvo responsabilidad, porque no habló con el personal, no dio un mensaje claro y tuvo mucha resistencia de la línea; ahora las cosas están mejor y los resultados deberían notarse en la recaudación”, agregó la misma fuente.
Pero no hay dudas de que la crisis dejó heridas. Una de las más difíciles de restañar es la que separó a Cavallo de su viceministro, Daniel Marx. No sólo por marcadas diferencias de criterio en cuanto a los instrumentos financieros a utilizar en la emergencia, sino porque desde las huestes de Cavallo dudan de su lealtad. Marx apareció insistentemente en las versiones como el probable sucesor del actual ministro, y desde el círculo más próximo a Cavallo sospechan que fue con su anuencia. No son pocos los que especulan que el ministro intentará aprovechar su reposicionamiento en el Gobierno para sacarse de encima a su segundo.


LAS RAZONES QUE POSTERGARON EL RECAMBIO EN ECONOMIA
Solución mirando a la interna

Por R. D.

El Gobierno se tomó varias jornadas para meditar los pasos a seguir. De la Rúa se rodeó apenas de un puñado de sus allegados (Nicolás Gallo, Rodríguez Giavarini, Rafael Pascual y Chrystian Colombo) para compartir las decisiones. Después de barajar varias alternativas, evaluó que lo más conveniente será mantener, por ahora, a Cavallo en el gabinete. “Si lo saca, el partido se le va a venir encima al Presidente para coparle el Gobierno”, señalaban este fin de semana cerca de De la Rúa. El partido, claro, es la UCR, pero a lo que se refieren con esa alusión es al alfonsinismo, que controla las estructuras partidarias y, además, se quedó con las candidaturas más expectables para las elecciones del próximo domingo.
Entre los íntimos de De la Rúa son varios los que no ocultan sus diferencias con Cavallo. Gallo, incluso en las duras jornadas que se vivieron sobre el final de la semana pasada, tuvo un cruce telefónico con el ministro de Economía que dejó totalmente de lado las buenas maneras, según confían testigos auditivos de alguno de los dos extremos de la línea. En el Palacio de Hacienda le atribuyeron a Gallo haber sugerido la necesidad de desplazar a Carlos Bastos del Ministerio de Infraestructura, por la “inconveniencia” de que manejara el tantas veces anunciado plan de obras públicas y los atractivos recursos, en tiempos de tantas privaciones, que ello implica. Cavallo le habría reprochado en subido tono lo sugerido con ese comentario, a lo que Gallo le habría respondido en forma no menos violenta. “Bastos genera muchas resistencias, siempre le causa problemas, pero para Cavallo es un hombre importante y lo va a defender a muerte, por convicción personal”, comentó a raíz de esta pelea un funcionario muy allegado al ministro de Economía. “Aunque haya sido para molestarlo, Gallo debe haber disfrutado que un comentario suyo lo haya sacado de quicio a Cavallo”, interpretó otra fuente con llegada directa al secretario general.
De la misma forma que pocas semanas atrás consensuaron el desembarco de Armando Caro Figueroa en la AFIP –“es mejor que Cavallo maneje la recaudación, así no tiene excusas ni a quién echarle la culpa si fracasa”, decían entonces–, los “delarruistas” se juegan ahora por cargarle a Cavallo toda la responsabilidad como si se tratara de una bomba próxima a explotar y como si cada fracaso no representara, además, un desgaste adicional para el Gobierno en su conjunto. De todos modos, los “hombres del Presidente” ya piensan en el recambio: aseguran en ese ámbito que Adalberto Rodríguez Giavarini habría dado el “sí” para reemplazar a Cavallo, aunque condicionado a esta etapa previa con el mediterráneo adentro. Y Gallo, a su vez, se estaría preparando para volver a Infraestructura. Hay quienes arriesgan, incluso, que este salto se podría dar antes de la caída del jefe del Palacio de Hacienda.

 

 

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