Por
Patricia Chaina
El
juego de la televisión verdad llevado a su máximo
exponente en el formato del reality game show llega a un nuevo estadio
con la reinauguración de El bar, esta noche a las 23.
El ciclo producido por Cuatro Cabezas, que será conducido otra
vez por Andy Kustnezoff, se verá en la pantalla de América
de lunes a viernes en ese horario (con dos resúmenes diarios, a
las 13.30 y 17). Para acomodar al nuevo habitante, la emisora produjo
varios cambios en la grilla: La cornisa pasará a los
miércoles, El rayo a los sábados y La
Biblia y el calefón recortará media hora de emisión.
El juego podrá seguirse también durante las 24 horas por
Sky Televisión y en ese sistema habrá también un
apartado que se llamaría El bar hot con
los segmentos que, por su alto voltaje (se especula que los habrá,
y en rigor está todo diseñado para que los haya), no podrían
salir por la TV de aire.
Con algunas variaciones de forma y contenido respecto a su versión
original, precisamente para buscar que el programa tenga un tono más
provocador, El bar II se ofrece nuevamente como la opción
más jugada respecto a Gran Hermano, su
gran rival. Así, para no hacer de la segunda parte una versión
casi calcada del primer ciclo, tal como está ocurriendo en Gran
Hermano 2, en El bar II los cambios más llamativos
son de forma: habrá 14 participantes en lugar de 12, que deberán
organizarse para dormir en dos habitaciones, las cuales cuentan, cada
una, con cinco camas de una plaza, y una cama doble. El bar propiamente
dicho estará orientado de cara al río, para poder integrar
esa visión al programa, que en su tramo final deberá afrontar
el calor del verano.
La instalación de una pileta climatizada en lugar del jacuzzi
que se usó en el primer ciclo y de un quincho con parrilla
en los exteriores de la casa completan el complejo edilicio en el que
se desarrollará este programajuego. A juzgar por las nuevas
reglas de convivencia y eliminación, El bar II podría
asimilarse al viejo juego de estrategia Teg, que en su segunda
y elaborada versión resultaba enormemente más difícil
que el predecesor. Esta vez, los 14 participantes que inician la competencia
se dividirán en dos equipos. Según explican sus productores,
cada semana de la recaudación del bar (que en la primera
versión llegó a rondar 7000 pesos por noche), la venta de
merchandising vasos, pañuelos, encendedores, etcétera
y los llamados del público, surgirá un equipo ganador.
El equipo ganador da inmunidad a sus integrantes en la votación
de turno. Esta se realiza, como en la versión anterior, por votos
positivos y negativos de los jugadores. Quien logre más votos
positivos nomina a otro integrante para ocupar el banquillo de acusados.
A partir de ahí, el público vota a uno de los dos nominados.
Claro que esto comienza recién en la segunda semana de programa,
ya que El bar II quedará oficialmente inaugurado y
permitirá el ingreso de público a su estudio recién
a partir de la primera votación y de la primera expulsión.
Allí comenzará verdaderamente la fiesta para los televidentes,
ansiosos por revivir desde sus casas esta versión aggiornada de
circo romano que es el formato del reality game show.
Con 32 cámaras robotizadas que incluyen lentes en la ducha (no
en el baño, advierten sus productores), cámara Gesell
surcando el interior de la casa, más y mejores infrarrojos
para que el público no se pierda nada y lo pueda ver todo
y un equipo de cincuenta micrófonos para que el que quiera oír,
que oiga aunque no haya nada que decir, El bar II,
como todo reality, apuesta a los conflictos, los romances, las especulaciones,
los arreglos y traiciones. De hecho, la cama de dos plazas deberá
usarse, ya que no hay camas de una plaza para todos los participantes.
Las duchas serán un lugar nítido, en foco todo el tiempo,
para que no ocurra lo que en la primera versión, cuando dos participantes
osaron tener allí un encuentro íntimo burlando, gracias
a las bondades de los vidrios esmerilados, la mirada atenta y vigilante
de las cámaras. Para animar la función, Kustnezoff moderará
las emisiones en vivo, con los hechos más trascendentes
del día. Y, en una extraña coincidencia con el ciclo del
cual busca diferenciarse, se baraja la emisión de un debate, bajo
la conducción de Luis Majul, que podría verse los sábados
en horario a definir.
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