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Guerra

El segundo día de la larga campaña 
militar hacia el fin del mundo

Afganos verifican la destrucción en Kabul, según una imagen emitida por la televisión qatarí Al Jazeera.
Ayer fueron atacados objetivos en la capital afgana, en Kandahar y en Mazar-i-Sharif, en el norte. 

 

Por Richard Norton-Taylor y Audrey Gillan*
Desde Londres y Washington

Sin que quedara claro cuál fue el daño causado a las fuerzas talibanas y de Osama bin Laden durante el ataque del domingo, aviones norteamericanos lanzaron anoche otra serie de ataques sobre Afganistán. En lo que Washington y Londres anunciaran como una campaña militar larga, aviones estadounidenses atacaron blancos en Kabul, la capital afgana, Kandahar, hogar espiritual del régimen talibán, y el aeropuerto de Mazar-i-Sharif, en el norte del país. Al menos cuatro bombas fueron lanzadas en puntos estratégicos de Kabul, iluminando el cielo nocturno. En una carta presentada al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el embajador norteamericano ante la ONU, John Negroponte, advirtió que la �legítima defensa� de su país �podría requerir otras acciones contra otras organizaciones y Estados�. El Consejo de Seguridad apoyó por unanimidad los ataques contra Afganistán, pero también expresó su preocupación por la situación de la población civil en ese país.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas norteamericanas, general Richard Myers, dijo que �estamos satisfechos, en general, con los primeros resultados� de los ataques del domingo. Y señaló que los blancos de este segundo ataque fueron los mismos que los del primero. También explicó que para los ataques recientes fueron utilizados 10 bombarderos (B-2 Stealth y B-1B), 10 aviones caza que partieron desde un portaaviones y misiles Tomahawk lanzados desde buques de guerra.
En un claro intento por bajar las expectativas, el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, dijo anoche que los ataques �no van a echar a los talibanes a las montañas. Ellos no tienen blancos o instalaciones de gran valor que puedan ser severamente dañados desde el aire. Lo que estamos haciendo ahora es apenas una parte de una campaña larga. No quiero que la gente tenga la impresión de que unos cuantos misiles crucero van a resolver este problema, porque no es así. Esto se resolverá a través de un amplio rango de acciones�.
Un funcionario norteamericano dijo anoche que la primera ola de ataques apuntó a los aeródromos militares y tanques talibanes. Según el secretario de Defensa británico, Geoff Hoon, los ataques del domingo apuntaron a 30 blancos: tres en Kabul, cuatro en lo que se supone que es Kandahar en el sur y Jalalabad en el este, y otros 23 en �áreas remotas�, en referencia a los campos de Bin Laden. Uno de estos campos fue alcanzado por misiles crucero disparados desde el HMS Trafalgar. Tanto Rumsfeld como Hoon insistieron en que los blancos fueron exclusivamente militares. 
El jefe del Estado Mayor británico, almirante Michael Boyce, describió los objetivos del ataque como �la destrucción de todos los campamentos de al-Qaida (la red terrorista de Bin Laden)� y de la infraestructura militar talibán: aeródromos, guarniciones y emplazamientos de defensas antiaéreas. Y aclaró que es imposible destruir todas estas defensas en una sola noche. Pero el bombardeo continuará �el tiempo que sea necesario�. Según un documento entregado por Rusia a la ONU, hay 55 campos de entrenamiento de Bin Laden en todo Afganistán.
Comandantes del portaaviones �USS Enterprise�, que fue la plataforma de algunos de los primeros ataques aéreos, se mostraron satisfechos con los resultados de la primera noche. Una vista rápida de los videos de los daños, grabados por cámaras infrarrojas a bordo de los F-14 y F-18, muestran que todos los blancos fueron alcanzados, incluido uno subterráneo. Otra imagen muestra el bombardeo de un lugar de almacenamiento de misiles antiaéreos. La explosión inicial fue seguida por una segunda que envió por lo menos a uno de estos misiles por los aires.
Los estrategas militares de Estados Unidos y Gran Bretaña se enfrentan a tres problemas relacionados: la necesidad de evitar bajas civiles, la necesidad de atender a la presión de Pakistán para que los ataques terminen rápido y el peligro de subestimar las fuerzas talibanas. Se sabe que los talibanes tienen 40 aviones caza, cerca de 100 tanques y un número indeterminado de misiles antiaéreos de eficacia también desconocida. 
Mientras tanto, oficiales de la antitalibán Alianza del Norte dijeron que los ataques del domingo apuntaron a blancos estratégicos, lo que hará más fáciles las próximas oleadas de bombarderos y misiles crucero lanzados desde el mar. �Todos los sistemas de radar en todo el país, en todas las bases aéreas, fueron destruidos�, declaró el vocero de la Alianza, Abdullah Abdullah. Estados Unidos logró dejar sin efecto cualquier amenaza potencial de los talibanes contra los futuros ataques aéreos. Anteayer, Abdullah había dicho que la Alianza del Norte aún no había discutido con Washington la posibilidad de que las fuerzas terrestres norteamericanas se desplegaran en territorio dominado por los antitalibanes. Ayer, en cambio, dijo que ambas partes estaban discutiendo la posibilidad de que la ofensiva terrestre sea protagonizada por los mujaidines (combatientes islámicos), con la cobertura aérea de Estados Unidos, probablemente sobre Kabul.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.


 

LOS TALIBANES CUENTAN LAS VICTIMAS CIVILES
Ya hay �daños colaterales�

Por Luke Harding y Paul Kelso*
Desde Islamabad y Londres

El embajador talibán en Pakistán denunció ayer que casi 20 civiles, incluyendo mujeres, niños y ancianos, han sido asesinados en los ataques aéreos del domingo contra Afganistán, aunque otros funcionarios talibanes revisaron posteriormente la lista y confirmaron que los muertos estaban entre seis y ocho. El mullah Abdul Salam Zaeef dijo que todos ellos murieron en el área de Kabul, pero se negó a dar más detalles. �Desafortunadamente, los misiles cayeron en viviendas�, declaró. La periodista británica Yvonne Ridley, detenida hace diez días por el régimen talibán, fue finalmente entregada ayer a las autoridades de su país en la ciudad de Peshawar.
A pesar de la perspectiva de más bombardeos, los talibanes continuaron ayer en una pose desafiante. En una reunión de gabinete de emergencia en Kabul, los ministros talibanes resolvieron declarar la Jihad (guerra santa) contra Estados Unidos. Dijeron, además, que sus tropas se están reforzando en posiciones defensivas. Los talibanes declararon ayer que derribaron un avión estadounidense en la remota provincia occidental de Farah, algo que fue negado inmediatamente por el Pentágono. Funcionarios talibanes dijeron que hay informes no confirmados de que otros dos aviones aliados habían sido derribados.
El común de los afganos describió ayer el modo en que los ataques sembraron el pánico en el país. �Estuve toda la noche con mis cuatro hijos. Estamos muy asustados. No dormimos nada�, dijo Mirza Mohammed, que vive cerca del aeropuerto de Kabul. Hamid Jalil, de 12 años, dijo que las esquirlas rompieron las ventanas de su casa, mientras varios testigos confirmaban que al menos una casa en Kabul recibió un ataque directo. Ayer se pudo ver un cráter. �Estuvimos toda la noche en el sótano con nuestros vecinos�, dijo Hamid Jalil.
Los refugiados que llegan a Pakistán dijeron que los residentes de Kandahar se lanzaron a las calles a medida que un humo negro envolvía la ciudad. Confirmaron que el aeropuerto de Kandahar fue bombardeado, junto a la casa del líder talibán, el mullah Mohamed Omar. Noor Mohammed, una niñera que vive a tres cuadras de allí, dijo que la gente comenzó a salir de las casas ni bien comenzaron los ataques. Casi 20 autos dejaron el complejo. Segundos después cayeron tres misiles. Nematollah, otro residente de Kandahar, que llegó a la ciudad fronteriza pakistaní de Chaman, dijo: �Estaba en la azotea cuando escuché los aviones, y lo siguiente que vi fueron explosiones y pánico por todas partes. La ciudad se quedó sin electricidad, y la gente comenzó a correr por las calles en medio de la oscuridad�. Otros refugiados dijeron ver al menos cuatro heridos. 

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

 

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