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TORCUATO DI TELLA
�Es necesaria la reacción bélica�
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 El sociólogo Torcuato Di Tella dialogó con este diario sobre las primeras iniciativas armadas estadounidenses contra blancos terroristas.
�¿Cuál es su reflexión sobre los acontecimientos de la fecha?
�Opino que es necesaria alguna actividad bélica contra el gobierno talibán y los terroristas, es difícil pensar en la mejor forma, pero seguramente la que ahorre más vidas. No es cuestión de pensar que por simplemente pedirle al gobierno de los talibanes que entregue a Bin Laden �cosa totalmente irreal� por eso los terroristas dejarían de atacar. El principal país en fuerza política en el mundo no puede quedarse tranquilo como la madre Teresa de Calcuta. Ahora uno puede criticar al imperio, pero incluso tampoco serviría una actitud pacifista. Se puede decir que es injusto el sistema económico mundial, pero eso no justifica la voladura de las torres. Está bien una reacción y es innegable que habrá muertes civiles.
�El gobierno argentino manifestó apoyo en la lucha antiterrorista, no se sabe si incluirá lo militar, ¿qué opina?
�Estoy de acuerdo en que mande tropas si se las necesita. Además creo que tenemos que tener una posición compartida con los demás países del Mercosur. Creo que a este nivel hay que apoyar un proceso de gobierno mundial. Como todo gobierno, se hace con una serie de injusticias pero es mejor que el terrorismo de la envergadura de este.
�¿Cuáles van a ser las consecuencias de este ataque?
�Va a seguir esta situación militar por bastante tiempo, porque los sectores fundamentalistas continuarán sus represalias. No es una guerra de religión sino de factores de poder, factores geopolíticos que entre otras cosas usan la religión. No me parece que todos los países islámicos se vayan a unir, por ejemplo Indonesia no se va a solidarizar con una actitud muy belicista ni antioccidental, Algunos como Arabia Saudita jugarán un papel doble, por ser muy aliado con Estados Unidos pero que también tiene un régimen muy parecido al talibán. De todos modos, la idea no es quedarse de brazos cruzados.
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