|
 �Era necesario despejar cualquier duda sobre nuestra voluntad común de integración y sobre nuestra decisión de fortalecer el Mercosur, que para nosotros es un objetivo estratégico�, manifestó Fernando de la Rúa tras la reunión con su par brasileño, Fernando Henrique Cardoso, ayer en Brasilia. �Nadie retrocedió ni cedió nada. Estamos avanzando juntos y seguiremos avanzando juntos�, agregó el anfitrión. Declaraciones empalagosas de ese tipo se repiten desde la caída del plan real, en enero de 1999. Sin embargo, lo que antes sonaba a lugar común, ahora son definiciones importantes. Y eso refleja el grado de deterioro en la relación bilateral, que necesita constantes reafirmaciones de continuidad por parte de ambos socios. La cumbre de presidentes fue, en ese sentido, un gesto potente en cuanto a la decisión de mantener vivo el bloque regional. Pero no ofreció nada concreto en lo que es realmente trascendente: cómo harán para solucionar los problemas cada vez más agudos que afronta el Mercosur.
De hecho, De la Rúa resolvió viajar a Brasilia porque la tensión entre ambos países había crecido a tal punto que existían riesgos ciertos de ruptura. Domingo Cavallo llegó a proponer la finalización de la unión aduanera, mediante la cancelación del Arancel Externo Común (AEC). La Unión Industrial Argentina hizo una sugerencia distinta: mantener el AEC, pero suspender las preferencias arancelarias de intrazona. Las respuestas desde Brasil fueron, también, amenazantes. Pero ayer Cardoso y De la Rúa le bajaron los decibeles a la disputa.
Hoy se concretará otro encuentro clave entre los cancilleres y ministros de Economía del Mercosur, quienes también participarán en San Pablo de una reunión del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Por primera vez, esa entidad decidió trasladar sus deliberaciones a la capital económica e industrial de Brasil, como un gesto en favor de la integración. En cuanto a las controversias específicas entre la Argentina y Brasil, los presidentes eludieron las definiciones: �No analizamos medidas técnicas para seguir profundizando el Mercosur. Esos aspectos serán analizados mañana (por hoy) por los ministros�, señaló De la Rúa. �No nos ocupamos de medidas puntuales sino que examinamos la situación global�, ratificó Cardoso.
Su intención fue descomprimir la pelea. Igualmente, con diplomacia y a veces entre líneas, cada uno dijo lo suyo. Cardoso sostuvo que �el interés que hoy nos une es el mantenimiento del Arancel Externo Común, que es un símbolo del Mercosur�. Fue su afirmación más relevante y un duro golpe a las pretensiones de Cavallo de degradar el status de la integración, bajando de la unión aduanera a un simple acuerdo de libre comercio. El objetivo del jefe de Hacienda con esa medida era abrir aún más la economía, mediante la reducción de los aranceles de importación a los productos de extrazona. Brasil no ganaría nada con ello, dado que las preferencias arancelarias intrazona quedarían diluidas.
Por otra parte, Cardoso anunció que �en noviembre estaremos con De la Rúa en Estados Unidos�. Aunque el viaje será para participar de una cumbre de las Naciones Unidas, su comentario abonó las especulaciones sobre una eventual negociación conjunta entre la Argentina y Brasil con el FMI y el Departamento del Tesoro, en busca de ayuda financiera para ambas naciones. De concretarse esa gestión, sería una manera ingeniosa de ratificar la alianza entre los países y de presión sobre el FMI y Estados Unidos. Pero ayer no hubo ninguna precisión.
De la Rúa sólo insinuó que �hay que buscar soluciones creativas�. Lo más saliente de sus respuestas en la conferencia de prensa que ofreció junto a Cardoso fue cuando confirmó que la Argentina espera compensaciones brasileñas por la devaluación del real. Un periodista consultó a Cardoso sobre ese punto, pero se negó a contestar. Fue allí que De la Rúa aseguró que eso se negociará hoy en la reunión de ministros, evidenciando qué es lo que busca en esa negociación.
Más allá de los temas bilaterales, los mandatarios hicieron hincapié en que trabajarán juntos para reforzar la seguridad en la región, ante elnuevo escenario bélico internacional. �No se trata de acciones militares, pero sí de unir fuerzas para garantizar la seguridad de nuestros pueblos�, aclaró Cardoso.
Ni devaluar ni dolarizar
Más allá de las cuestiones del Mercosur, Fernando de la Rúa tuvo que responder ayer varias preguntas sobre la situación económica argentina. �Quiero afirmar aquí que no vamos a devaluar�, enfatizó el Presidente, ante el interés de los periodistas brasileños por saber cómo hará para encauzar la crisis financiera que sacude a su gobierno. �Lo reafirmo para que quede muy claro: no hay devaluación a la vista, no hay dolarización prevista, mantenemos la convertibilidad que es el sistema de paridad cambiaria que rige en nuestro país�, agregó. Y para completar su ronda de desmentidas habituales, dijo que �Argentina está en condición de afrontar todas sus obligaciones�, por lo cual no habrá cesación de pagos de la deuda. La crisis argentina repercute en Brasil de manera directa, y eso se ve en la constante pérdida de valor del real frente al dólar. Para completar el círculo, la depreciación del real perjudica a los sectores industriales argentinos, que se ven desplazados allí y aquí por los productos del mayor socio del Mercosur. Para analizar estos temas se reunirán hoy los cancilleres y ministros de Economía de ambos países. |
ACUERDAN ESTRATEGIAS COMUNES CONTRA EL TERRORISMO
Todos los gestos por la unidad
Después de los momentos críticos que se vivieron en las últimas semanas, los presidentes Fernando de la Rúa y Fernando Henrique Cardoso se encontraron a almorzar y sacar al Mercosur de terapia intensiva. �El futuro de Argentina y Brasil depende del fortalecimiento del Mercosur y todos estamos empeñados en eso�, declaró Cardoso tras recibir a De la Rúa en el Palacio de la Alborada. Aunque sin grandes anuncios con respecto a los muchos problemas planteados en el funcionamiento del bloque, los dos presidentes se esmeraron en cumplir con todos los gestos de catálogo para que se entienda que su intención es seguir unidos. En este terreno, el conflicto internacional entre Estados Unidos y Afganistán les dio la oportunidad de mostrar una posición conjunta �contra el terrorismo� y advirtiendo sobre la suerte de la población civil. Incluso, De la Rúa mencionó que se estudia la integración de las fuerzas de seguridad e inteligencia de ambos países para combatir a los terroristas y hasta ya se habla de posturas diplomáticas conjuntas.
El encuentro fue organizado entre los dos presidentes, sin intermediarios, en un llamado telefónico la semana pasada. Como las relaciones entre sus ministros venían en picada, De la Rúa y Cardoso apostaron a que su buena relación personal sirva para arrimar soluciones a las diferencias. De la Rúa llegó a Brasilia a media mañana en el Tango 01 junto al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, y el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini. La primera actividad fue una reunión de 40 minutos entre ambos presidentes. Mientras, Colombo y Cavallo se encontraban con Pedro Malan y Rodríguez Giavarini conversaba con Celso Lafer. Como en las buenas familias, el almuerzo posterior los reunió a todos alrededor de la misma mesa.
Las miradas estaban centradas en lo que pudieran hacer Cavallo y Malan, los dos mayores protagonistas de la crisis. El jefe de Hacienda llegó a decir que si Brasil seguía devaluando habría que replantear el Mercosur. Pero la relación entre los dos ministros parece haber mejorado en las últimas horas. No obstante, De la Rúa no quiso ponerse a analizar cuáles habían sido los avances concretos registrados ayer en las diferencias comerciales entre ambos países. �Eso lo resolverán los técnicos�, desvió. En cambio, a los funcionarios argentinos les resultó más sencillo hablar de los acuerdos conseguidos en las áreas políticas.
Para empezar, hablaban del gesto de Cardoso de haber recibido a la plana mayor del gobierno argentino en su residencia oficial y, luego, de las muchas maneras en que defendió la continuidad del Mercosur. �La relación entre Argentina y Brasil es histórica y no eventual. Tenemos vínculos permanentes y no lo conviene a ninguna de las dos naciones que la otra esté mal�, expresó Cardoso en la conferencia de prensa conjunta que dieron después de las reuniones y de la comida. En tanto, De la Rúa reformuló su viejo adagio de �más Alianza� como solución a los problemas de la coalición gobernante y dijo que los contratiempos entre Brasil y Argentina se resolvían con �más Mercosur�.
Por la noche, voceros del Gobierno daban como mayor avance de la jornada la posibilidad que ambos países adoptaran estrategias comunes en materia internacional. Y no sólo en materia de seguridad sino también en lo comercial como ser, por ejemplo, la integración regional con Estados Unidos, viejo punto de conflicto entre Brasil y Argentina.
|
