Un avión de la línea aérea LAPA se despistó ayer por la tarde en el aeropuerto metropolitano Jorge Newbery durante una maniobra de aterrizaje y quedó con su trompa enterrada en una zona de barro junto a la pista principal. El episodio no fue grave: ninguno de los 87 pasajeros sufrió lesiones y la nave resultó sin daños mayores. Como consecuencia fue cerrado el Aeroparque y los vuelos entrantes fueron derivados a las estaciones aéreas de Ezeiza y El Palomar. Los motivos del despiste estaban siendo investigados por la Fuerza Aérea, que en un primer momento no descartaba que todo se debiera a las malas condiciones del tiempo.
Después de un viaje más tranquilo de lo que se avizoraba, debido al mal tiempo imperante en la zona de la Pampa Húmeda, el boeing 737 proveniente de Ushuaia y Río Gallegos no tuvo un aterrizaje feliz y terminó con sus ruedas hundidas en el barro tras sobrepasar unos 20 metros el límite de la pista. Apenas ocurrido el hecho, las autoridades de Fuerza Aérea decidieron cerrar el aeropuerto �por prevención� para las operaciones de aterrizaje y despegue, derivando los vuelos a Ezeiza y El Palomar, hasta que el avión fuese retirado del lugar y la situación se �normalizara�.
Entre los pasajeros del vuelo Nº 3489 no hubo conmoción. De hecho, éstos no se dieron cuenta de lo que ocurría sino una vez que el avión se detuvo y observaran por sus ventanillas que la nave había abandonado la pista. �Aunque me pareció que el avión demoraba en detenerse y que cuando frenó lo hizo algo más brusco de lo normal, no me di cuenta del despiste hasta ver que estábamos sobre el pasto�, comentó a
Página/12 Jorge Markmann, pasajero del vuelo. �Solamente una señora se exaltó cuando empezó a sentir olor a quemado, pero nadie más lo sintió y todos nos mantuvimos tranquilos�, agregó.
El malestar de los pasajeros se centró, en cambio, en la demora para ser evacuados. Según informó la oficina de prensa de LAPA, se debió a que la tripulación no estaba autorizada para efectuar el descenso de los pasajeros, quienes debieron esperar media hora para poder abandonar la nave utilizando las escaleras de emergencia.
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