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El regreso más esperado del año

A partir de hoy vuelve �Caloi en su tinta�, ahora por Canal à. El programa, dedicado al mejor cine de animación, es todo un clásico.

Carlos Loiseau, alias
“Caloi”, de nuevo en la tele.
El autor de Clemente lleva ya
doce años de programa.

Por Angel Berlanga

Con el planteo y la idea de hacer de cada programa “un objeto artístico”, en palabras de su conductor, “Caloi en su tinta” inaugura esta noche a las 23.30 una nueva temporada, a través de la señal de cable Canal á. El ciclo estará compuesto, inicialmente, por trece programas de media hora cada uno, y sus materiales principales serán, como es costumbre, fabulosas películas de las más variadas y a veces increíbles técnicas de animación hechas en diversos lugares del mundo.
Puede resultar innecesario, en la Argentina, contar de la trayectoria de Caloi, pero como la señal de Canal á se desparrama por Latinoamérica, el primer programa dedica un bloque inicial de presentación “carente de toda humildad”, donde se cuenta que el hombre se llama Carlos Loiseau, que es el autor de Clemente –bicho próximo a cumplir 30 años– y que el ciclo estuvo diez años en el aire. “En realidad soy el mascarón de proa del programa”, dice Caloi en su estudio, frente a la arboleda de Parque Lezama, en Buenos Aires, y entonces da una vuelta de tuerca al asunto de la humildad y al mismo tiempo subraya que su mujer, María Verónica Ramírez, productora y directora del programa, es quien se ocupa de seleccionar el material que se pone en pantalla y de llevar adelante el grueso del trabajo.
“Ponemos en el aire el diez por ciento de lo que recibimos”, dice Caloi, y se lamenta por no poder exhibir algunas películas eróticas excelentes pero demasiado zarpadas, explica, para la televisión. Esa abundancia de material está relacionada con los doce años que llevan de trabajo y contrasta con los comienzos, cuando recorrían embajadas de los países del Este en busca de películas y apenas recibían una respuesta por cada cinco faxes enviados. En el camino, se enteraron de que no hay en el mundo otro programa de TV dedicado especialmente a la animación, que explique las técnicas y se detenga sobre los autores, que relacione esas películas con otros artistas y disciplinas (pintura, escultura, diseño gráfico, historieta), y que esté hilvanado con un perfil-conducción de tono humorístico. A lo largo de ese tiempo, también, consiguieron formar parte del festival anual de Annecy, Francia, el más importante del mundo en películas de animación.
Durante el cambalache menemista, “Caloi en su tinta” fue el diamante que brilló a lo largo de una década en el lodazal que fue ATC. Cuenta Caloi que todavía le adeudan los pagos correspondientes a 1999 (su último ciclo en el canal) y que las autoridades de la administración actual le ofrecieron seguir, pero sin hacerse cargo de la deuda. No hubo acuerdo y ahora están en juicio. Mientras tanto, Caloi destaca dos ventajas del nuevo ciclo: “El formato de media hora nos obliga a una síntesis, que resulta mucho más interesante: no aparece Sofovich en el corte”. Esto puede parecer una broma, pero según Caloi “queremos hacer del programa un objeto artístico. Hay un gran trabajo de preselección de películas y de relación con otros materiales.”
Caloi anticipa que el ciclo incluye varias películas que obtuvieron premios Oscar en la categoría dedicada al cine de animación, y subraya que la calidad de los trabajos premiados afirma que el rubro no está contaminado por el negocio de Hollywood. “Un espacio para cine de autor de dibujo animado”, define Caloi en la presentación del programa que incluye, en esta primera entrega, un corto llamado Mirando TV, del canadiense Christopher Hinton: cinco minutos elocuentes sobre la violencia, la televisión y el mundo. “Toda una declaración de principios”, según Caloi.

 

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