Por Raúl Dellatorre

No hubo decreto ni pedido de autorización al Congreso. No se debatió, no se buscó consenso ni mediaron explicaciones. Ni siquiera hizo falta una comunicación oficial. Simplemente, la Secretaría de Hacienda colocó en la base de datos del sistema de cuentas presupuestarias, para el cuarto trimestre, un tope muy inferior al previsto. Dicha base es la que debe consultar cada organismo para pedir autorización e imputación de gastos. Mediante ese simple expediente, organismos descentralizados, entes autárquicos y diversas reparticiones vieron reducidas sus partidas para insumos, gastos corrientes y servicios de obra en alrededor de un 85 por ciento. El Instituto Malbrán, el Consejo del Menor y la Familia, la Biblioteca Nacional, museos, los institutos nacionales del Teatro y del Cine, y el Teatro Cervantes son algunas de las reparticiones que dieron testimonio ante Página/12 del recorte, que prácticamente los obliga a paralizar sus actividades. En el Ministerio de Economía eludieron informar o comentar el tema. Aunque las autoridades intenten disimularlo, el Plan de Déficit Cero empezó a mostrar su verdadero rostro.
La falta de información integral desde Economía impide conocer la dimensión global del violento guadañazo, que prácticamente paralizará al sector público. Una medida de sus efectos, sin embargo, lo da el recorte a las partidas presupuestarias del Instituto Malbrán, un centro de estudios de enfermedades infecciosas que actúa en red, es decir, centralizando la actividad de once institutos a lo largo del país. “Para la compra de insumos habíamos solicitado para el cuarto trimestre 2,8 millones de pesos, y la asignación que nos informó la Secretaría de Hacienda es cero”, relató a este diario el doctor Andrés Ruiz, director del Malbrán. “Para servicios y contratos teníamos solicitado un millón sesenta mil pesos, y nos otorgaron 32.500 pesos, mientras que para obras y equipos, contra 2,198 millones pedidos, nos dieron 57 mil pesos”, completó el informe.
Dicho detalle no corresponde a un error en la información ni a una mala interpretación de los receptores, ya que la misma situación se reitera en cada uno de los organismos con los que ayer se pudo tomar contacto. Sólo la asignación para remuneraciones de planta permanente –incluidos los contratos de servicios– quedaron intactos. Todo lo demás se recortó entre 85 y 100 por ciento. Esto es, que fueron afectadas las partidas correspondientes a la actividad específica de cada área: investigación, producción, subsidios y hasta remuneraciones del personal vinculado por contratos de obra.
En el caso particular del Malbrán, según relató su director, el recorte compromete los análisis en laboratorio, la compra de medicamentos y hasta la detección de las enfermedades de los pacientes internados en los diversos establecimientos que remiten sus muestras a aquel instituto. “Llevará a que no podamos comprar nada, y estamos hablando de la atención de enfermos de lepra, tuberculosis, fiebre hemorrágica, por dar algunos ejemplos, en once institutos que administra el Malbrán”, señaló Andrés Ruiz. “Todo se va a resentir, porque un enfermo de tuberculosis necesita una vigilancia y control permanente, además de los medicamentos, para su tratamiento; lo mismo sucede para el internado por lepra. Estamos buscando distintas alternativas para no paralizar las actividades: vamos a justificar la necesidad de los gastos para que Economía los autorice, también necesitaríamos que se apruebe que muchos científicos, que hoy cobran por contrato de obra, puedan hacerlo por contrato de servicio, que no fueron recortados”, agregó Ruiz. “Siempre hemos tenido recortes, sobre todo para esta época del año, pero nunca había sucedido que nos dejaran en cero”, se quejó el titular del Malbrán.
El cuadro de situación en algunos organismos, de acuerdo a información suministrada por personal jerárquico y representantes sindicales del gremio de estatales (ATE), es el siguiente:
- Consejo de la Niñez y la Familia: el recorte alcanza a la partida de Asistencia Social, por lo cual afecta a la actividad principal delorganismo. Comida y servicios de salud a niños internados en institutos de seguridad, subsidios a familias carenciadas y a adolescentes, becas a hogares pobres y pagos a proveedores serían alcanzados por el ajuste, según fuentes del mismo Consejo.
- Instituto Nacional del Teatro: el recorte a las partidas de insumos, mantenimiento, contratos de obra y servicios alcanzó al 87 por ciento. Sobre un presupuesto de 2,7 millones en subsidios para la actividad teatral en todo el país para lo que resta del año, sólo le otorgaron 30 mil pesos.
- Teatro Nacional Cervantes: el ajuste afecta a gastos de mantenimiento y producción teatral en un 85 por ciento. Sobre un presupuesto de aproximadamente 400 mil pesos, sólo recibirán 60 mil. Según les informó Hacienda, el recorte es para octubre y noviembre, pero no hay certeza de que en diciembre reciban fondos adicionales. Las obras por estrenar “están en peligro, porque no hay plata ni para pagarle a los actores”, señalaron fuentes de la institución. El personal y gente ligada a la actividad realizará hoy “un abrazo simbólico” al teatro para protestar por el recorte.
- Otros organismos dependientes de la Secretaría de Cultura y Comunicación: sufrirían podas del orden del 50 por ciento, siempre excluyendo sueldos y contratos de servicio. Esto incluye a la Biblioteca Nacional y a los museos nacionales. Estos últimos tienen tercerizado el servicio de vigilancia (no es personal de planta), por lo cual si no pueden pagarle deberían cerrar, para no poner en riesgo el patrimonio cultural.

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